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| sábado noviembre 16, 2024

El antisemitismo y estos días


antisemitismo

El antisemitismo es uno de los problemas más profundos de Europa y una de las mayores traiciones que pueden hacerse a la promesa de dignidad, razón y libertad que nuestra civilización representa. Los momentos más oscuros de nuestra historia están impregnados del odio a los judíos por el hecho de serlo, un odio que condujo a las hogueras de la inquisición, a las expulsiones, a los pogromos y, finalmente, a la Shoah.

En la extensión del antisemitismo desempeñaron un papel necesario ciertos “intelectuales” que pusieron su pluma y su creatividad al servicio de la masacre, por utilizar el término que Louis-Ferdinand Céline empleó para uno de sus panfletos antisemitas más celebrados por nazis y colaboracionistas. Definitivamente, el compromiso de un intelectual con una causa no lo legitima a él ni legitima necesariamente aquello que defiende. Solemos recordar a los intelectuales que se opusieron al fascismo o al nazismo y solemos olvidar a aquellos que celebraron el ascenso del Reich, la ocupación de Francia y el exterminio de los judíos de Europa. Hubo un tiempo en que ser antisemita daba prestigio, generaba las simpatías del público y rendía pingües beneficios a los novelistas, periodistas o músicos –pongo solo algunos ejemplos- que entraban en esa moda siniestra de incitar al odio contra una minoría.

Tal vez fue esta capacidad de influir en el discurso público el que logró que muchos de los tópicos que acuñaron y difundieron sigan vivos hoy y gocen de una excelente salud en España, como hemos podido ver en estos días y como podemos comprobar, por desgracia, con cierta frecuencia en los últimos años. Si alguien cree que “Los Protocolos de los Sabios de Sión” o “La France Juive” han muerto, que venga a España estos días para sentir, a la vez, el asombro y la tristeza.

Ese odio a los judíos –que evoca las páginas más tristes de nuestra historia, como la Expulsión de 1492- ha aflorado en estos días vestido con sus viejos ropajes o camuflado bajo esas nuevas formas de antisemitismo que son, por ejemplo, el odio a Israel, los ataques contra su legitimidad o los dobles raseros. Digámoslo claramente: no toda crítica a Israel es antisemita. Muchas de las personas que han alzado su voz en estas semanas contra las operaciones militares en Gaza, por distintos motivos, han formulado críticas durísimas, pero esto no las convierte necesariamente en antisemitas.

Ahora bien, por desgracia, el antisemitismo existe y en nuestro país goza de una aceptación cada vez más preocupante.

En España, hace muy poco, un novelista ha recurrido a los viejos tópicos antisemitas para describir al “pueblo hebreo”: “su cautela, su prudencia y aguante, su aparente fidelidad religiosa y su ratificada administración de cualquier dinero”. Este pueblo, sigue el escritor, “[…] harta a la parte de la humanidad con la que vive: fenómeno reiterado de su historia: como si no estuviera hecho para convivir. De pronto o se harta o se parte. Y se forma la marimorena o la marijudía”. Un poco más adelante, este columnista vincula a esa caricatura atroz con los acontecimientos de la actualidad: “Ahora le toca sufrir sus abusos a Gaza… Y lo revisan todo con una apariencia de justicia indebida. Nunca son claros. Piden lo que se les dio y que aceptaron; pero con novedad de grados, dimensiones, beneficios y con la presión nueva que da el poder situado en otra parte del mundo y la invisible comunidad de sangre…Normal en general, se arregla para meter la pata al final, con los más débiles o los que disfrutan hoy de sus tierras de anteayer… Siempre es así. No extraña que los expulsen tanto. Lo que extraña es que los vuelvan a llamar. Porque o no son buenos o alguien los envenena.”. Al final, este veterano autor de novelas concluye con una excusa: “no soy racista”.

Dejemos que el lector juzgue si el autor es o no racista a la vista de lo que escribe. El contenido, desde luego, acoge los tópicos antisemitas más habituales condensados en unas pocas líneas. No ha sido el único caso de texto contra los judíos estos días pero sirve de ejemplo y basta para esta columna.

De todos modos, lo que importa no es lo que digan, escriban o firmen los antisemitas, sino lo que hagamos los millones –la inmensa mayoría- que aún creemos en la razón, la libertad, la justicia y la democracia por encima de los prejuicios, los estereotipos y los odios.

Creo que la paz entre israelíes y palestinos es posible y creo que el mayor obstáculo que se alza ante ella es el terrorismo de Hamás y otras organizaciones. No creo que haya nada que incline a dos pueblos a odiarse. Ha habido y hay Estados que se han servido del sufrimiento palestino para sus propios fines. Espero ver el día en que Hamás y sus aliados sean una triste pesadilla y un recuerdo doloroso de un tiempo superado. Sin embargo, sé que nada de esto aplacará a los antisemitas.

La memoria cobra su pleno sentido cuando se proyecta hacia el futuro, cuando sirve como trampolín y no como grillete. Los antisemitas europeos -con todo su odio, con todo su rencor, con toda su miseria- fracasaron en su intento de condenar al pueblo judío. Hay algo en estos seguidores de la muerte que les impide construir nada duradero ni memorable. Incluso Céline arrastrará por siempre la tristeza y el fracaso de haber escrito textos de muerte y de matanza. Detrás de él, quedan esas decenas de autores que fueron aplaudidos por los nazis y sus aliados y cuyo nombre ha caído felizmente en el olvido. A ellos se unirán esos escritores, esos columnistas españoles que hoy buscan los breves aplausos que el antisemitismo promete a quien lo propaga. Esos artículos, esas columnas, esos chistes serán despreciados y jamás harán reír a nadie. Nadie sabrá quiénes los escribieron, salvo aquellos que estudien el odio en la Europa y la España de nuestro tiempo. Quienes los lean lamentarán ver el daño que hicieron sus textos y la nada para la que sirvieron. Sus palabras llenas de racismo y resentimiento sonarán vacías y huecas. Sentenciados por sus propios textos, se borrarán sus nombres.

Ese será su castigo.

 
Comentarios

El mundo aun no es civilizado, el anti-Semitismo no cambia solo se transforma con nuevos titulos mas siempre exigiendo lo que nadie da y lo que nadie se exige asi mismos. Aun mas el pretender exterminar a un pueblo por el capricho del racismo empedernido que con odio promueve los mas bajos sentimientos del barbarismo, contra cada persona, sean mujeres, ninyos, ancianos o simplemente humanos con alguna diferencia real o inventada. La destruccion de la humanidad es el proyecto de los antiSemitas si se los permiten.

Otavez el trcer poder como la presa escrita las radios las pumas las televsones de Espana etan abonado el atsemitismo cundo hoygo eso mi corzo da un bueco

Analizar el origen y las «causas» que provocan la judeofóbia, nos llevaria de cierto, un tiempo del que nadie o casi dispone … basta pues con señalar, que ésta ha ido mudando su aspecto y los pretextos tras los cuales ha venido manifestandose y amparandose a lo largo de las épocas … de una judeofóbia que halla en la especifidad del elemento judio, su fuente de «inspiracion», una singularidad, no aceptada por el resto, inductóra de recelos y prejuicios, que desembocan invariablemente, en el rechazo, la violencia y el estígma …
y la judeofóbia con conoctaciones «religiosas» en la edad média, hemos pasado a otra con marcado acento politico, al asociar judio con Israel, y éste con términos como, «ocupacion», «intervencionismo», «segregacion» y otros de parecida índole, todos igualmente simplistas e interesados …
Se trata pues de un hídra con múltiples cabezas, que tiende a retroalimentarse sin cesar, desde el prejuicio y la ignorancia, y desde el uso abusivo de un populismo demagógico y trasnochado, con marcado acento victimista …nada desde luego que colinde con la razon, el analisis y la práxis, de los hechos objetivos, o el sentido comun …

judith bernator

Cuantos milenios han pasado y el pueblo Judío con su Estado todavía tiene que pagar su DERECHO A EXISTIR Y SER RECONOCIDO ! para vivir en paz en la tierra que le pertenece. Cuanta lucha y cuanta sangre derramada ! ISRAEL PAÍS ÉTICO Y DEMOCRÁTICO fue y es atacado por un terrorismo vil ,que no tiene en cuenta el valor de la vida ni siquiera de sus congéneres . El mundo tiene mala memoria ,muy mala memoria ,de las matanzas que hubo a través de la historia ,de los últimos tiempos solo recordemos algunas Chechenia , Afganistán,Siria ,Ucrania ,el Avión de Malasia y quedo corta en la lista , pero los versados en Historia o con buena memoria lo recordaran ……… El Mundo es Hipócrita .! GRACIAS A NUESTROS SOLDADOS ! AMAMOS NUESTRA PATRIA!

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