Lo que usted hace es maravilloso defendiendo a los palestinos. No es el único. Hay cientos de personas, científicos, intelectuales y políticos de ambos lados que quieren lo mismo que usted. Los palestinos acechados por el miedo y falta de líderes propios también lo desean. Los israelíes amenazados por el hostigamiento diario también quieren la Paz con sus vecinos. El sufrimiento no tiene un solo dueño.
Lo que diferencia uno de otro es que cuando se aceptó la partición de Palestina por la Naciones Unidas en 1947, los judíos aceptaron y los árabes no y de ahí en adelante el objetivo de querer conquistar toda la tierra de esa región de parte de estos últimos, llevó a atacar siempre a los que sí quisieron tener un Estado y un ejército.
A los árabes se les ofreció quedarse y huyeron y al convertirse en palestinos nunca fueron queridos ni tolerados por sus hermanos. Al no tener líderes para pactar porque comenzaron asesinando a Sadat por intransigentes hoy están como están. Pobre gente que sufre el odio de sus pares que no les permiten rebelarse porque la guerra es mejor negocio que la Paz. Pobre gente que educa a sus hijos con odio y niegan la existencia de Israel. Pobre gente que vio construir túneles para transformar a Gaza en un Caballo de Troya que hubiera estallado en Rosh Hashaná y eso sí hubiera sido una genocidio. Pobre gente que no tiene donde refugiarse cuando sus terroristas dirigentes atacan con miles de cohetes hacia Israel. Pobre gente que pierde a sus seres queridos porque hay dinero para armas pero no para que vivan dignamente.
Barenboim logró algo extraordinario, pero él olvida que una orquesta tiene un director y sus músicos que aceptaron reglas de juego para interpretar la música y convivir. Al mundo palestino le falta un director como él y una orquesta de representantes que interpreten su mensaje al unísono. Y no es así porque él mismo desde su palabra, en el reportaje que le hiciera la semana pasada Nelson Castro, que según dijo el periodista iba a ser la única, habló con odio sobre Israel, país no perfecto pero extraordinario en su historia y su gente.
Sr. Barenboim: Israel no se hizo a costillas de los palestinos sino a pesar de los palestinos. No surgió por la pena del mundo sino como un acto de justicia. No se desarrolló porque no vivieron allí los palestinos sino porque se trabajó duro, se apuntó a la vida y no a la muerte y porque sus soldados son sus ciudadanos que defienden sus fronteras, son gente común que trabaja, estudia y pone el alma y el cuerpo para tener un país. Esas son las diferencias y con una batuta no se cambia al mundo sino mostrando al revés que usted como israelí y palestino pide una tregua definitiva con derechos y con obligaciones a cumplir.
Históricamente nunca aceptaron nada más que atacar, ahora raptar soldados israelíes y asesinarlos y cavar hondo para hacerlos explotar desde las entrañas de la tierra. Usted destila mucho odio antiisraelí y eso suena a desprecio por algo tan noble como es Israel y halaga a un país que no es ningún ejemplo para el mundo porque no lo dejan sus propios dirigentes.
Sr. Barenboim: siga dirigiendo tan brillantemente, siga dando el ejemplo de lo que logró pero por favor no hable mal de Israel porque suena desafinado. No digo que usted esté en todo de acuerdo con la política de Israel, pero tampoco sea tan disonante con su pertenencia. Es verdad que no se puede estar en los dos bandos de la guerra y es indudable que usted ya eligió.
gran idiota traidor.-Y ni siquiera es gran musico:todo lo consigue «public relations.»,.