El Gremio Nacional de Abogados – un surtido de extrema izquierda de abogados radicales y «trabajadores legales» – pretende llevar a la Corte Penal Internacional al Presidente Obama, al Secretario de Defensa Hagel y a miembros del Congreso acusados de «ayudar e inducir» a genocidio, crímenes contra la humanidad y otros crímenes de guerra. Entre las bases para estas extraordinariamente graves acusaciones, está el que «el Congreso de Estados Unidos aprobó abrumadoramente, y el presidente Obama firmó, un crédito de 225 millones para el sistema de misiles Cúpula de Hierro de Israel» – un escudo puramente defensivo que destruye los misiles dirigidos a los centros de población israelíes.
Sí, leyó usted bien. De acuerdo con estos fanáticos irresponsables, es genocidio ayudar al estado-nación del pueblo judío a proteger a sus ciudadanos judíos y árabes contra miles de cohetes disparados contra sus ciudades, pueblos y aeropuerto. Imagínese la incidencia en el estado de derecho si la defensa de los propios ciudadanos se convierte en un crimen de guerra. Pero no preocuparse. Estos golpeadores profesionales de Israel no tratarán de aplicar esta teoría orwelliana a ningún país que no sea Israel y sus partidarios.
Todo el informe presentado por el Gremio Nacional de Abogados y otras organizaciones radicales, se basa en el hecho de que existe una ley para Israel y una ley diferente para el resto del mundo. Por ejemplo, cita declaraciones – fuera de contexto – efectuadas por políticos israelíes marginales, ninguno de los cuales está en el gobierno, que dice que constituye incitación contra los palestinos. Nunca menciona que estos políticos marginales han sido reprendidos por los principales medios de comunicación y políticos israelíes. También cita al Primer Ministro Benjamin Netanyahu leyendo un poema, después del asesinato de los tres adolescentes israelíes secuestrados, que llama a «la venganza de la sangre de un niño pequeño», pero nunca menciona el asesinato de estos y otros niños por parte de Hamas, o que la venganza a la que se refería Netanyahu era en contra de los perpetradores específicos de estos asesinatos. Nunca cita la Carta de Hamas que exige el asesinato de cada judío escondido detrás de rocas y árboles. Tampoco cita a los líderes de Hamas y los Imanes principales que regularmente llaman al genocidio contra el pueblo judío y su estado-nación.
El informe jamás menciona la palabra «túnel», a pesar de la realidad de que la única razón por la que Israel envió tropas a Gaza era destruir los más o menos 40 túneles terroristas diseñados para enviar escuadrones de la muerte a ciudades y kibbutzim de Israel. Yo estuve en uno de esos túneles situado cerca de un jardín de infantes con más de 50 niños israelíes. El informe condena a Israel por enviar las tropas, pero no menciona la razón por la que Israel tuvo que entrar en Gaza. Eso sería como si una acusación de asesinato en primer grado, sólo declarara que el acusado le disparó a la víctima, sin mencionar que la víctima disparó primero contra el acusado y su familia. Si un fiscal llegara a presentar una tal acusación, podría ser sancionado o inhabilitado, porque estaría dejando de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, como están obligados a hacerlo los abogados.
La acusación tampoco menciona el hecho de que Hamas emplea deliberadamente escudos humanos para maximizar las bajas civiles entre su propio pueblo. Los líderes de Hamas reconocen esto, como lo hizo Fathi Hammad cuando dijo:
«Para el pueblo palestino, la muerte se ha convertido en una industria, en la que las mujeres sobresalen, y también todas las personas que viven en esta tierra. Los ancianos se destacan en esto, y también lo hacen los mujahidines y los niños. Es por eso que formaron escudos humanos de mujeres, niños, ancianos y mujahidines, para desafiar la máquina de bombardeo sionista. Es como si dijeran al enemigo sionista: Deseamos la muerte como ustedes desean la vida».
Una vez más, esto sería como acusar a un oficial de policía de asesinar a un niño, sin mencionar que el niño había sido tomado como rehén y llevado como escudo para proteger al pistolero que disparaba contra civiles, y el policía, en un esfuerzo por detener al pistolero, le disparó accidentalmente al niño.
Por último, el informe no menciona que Hamas rechazó varias ofertas de alto el fuego que Israel había aceptado, y que cuando Hamas finalmente aceptó un alto el fuego, inmediatamente lo violó matando a tres soldados israelíes. Si Hamas hubiera aceptado la oferta inicial de Israel de un alto el fuego, habrían muerto muchos menos palestinos e israelíes.
Pero nada de esto le importa al Gremio Nacional de Abogados, que ha sido, desde principios de los años 1970, el enemigo jurado de Israel y el brazo legal del terrorismo palestino, siguiendo a la Unión Soviética en su cambio de apoyo a oposición a Israel. Desde entonces el Gremio Nacional de Abogados ha perdido a la mayoría de sus abogados, y en su lugar ha llenado su membrecía con paralegales, investigadores aficionados y otros variados «trabajadores legales». No tiene ninguna credibilidad en la profesión legal, e incluso algunos de sus miembros anti-sionistas han renunciado recientemente, llamando a sus políticas con respecto a Israel «locas», «irresponsables» y «prejuiciadas».
Ningún abogado responsable debería querer asociarse con un informe amateur y poco ético como el presentado por el Gremio Nacional de Abogados y sus cómplices: El Centro para los Derechos Constitucionales, la Asociación Internacional de Juristas Democráticos, la Asociación Americana de Juristas y la Unión Árabe de Abogados. Ningún cliente responsable debería contratar a un abogado que tenga algo que ver con este prejuiciado y mendaz informe.
Aunque el propio Gremio Nacional de Abogados y las demás organizaciones que firmaron este informe no tienen ninguna credibilidad, la firmante principal del informe, Azadeh Shahshahani, es también una funcionaria de alto rango de la Unión Americana de Libertades Civiles. Fue directora ejecutiva, con sueldo, de la ACLU de Georgia y ahora se desempeña como Directora del Proyecto Nacional de Seguridad/Derechos de los Inmigrantes. Tampoco es el único funcionario de la ACLU que se pasó de la raya cuando se trata de aplicar un doble rasero a Israel. Chuck Anderson y Héctor Villagro, Presidente y Director de ACLU, Condado de Orange, firmaron un informe en apoyo de los estudiantes anti-Israel que intentaron callar y censurar a un orador a favor de Israel en la Universidad de California, todo ello en violación de la política de ACLU con respecto a la libertad de expresión. Por lo tanto, existe un grave peligro de que el fanatismo del Gremio Nacional de Abogados se deslice a posiciones de liderazgo en la Unión Americana de Libertades Civiles. Eso sería una gran tragedia, porque la ACLU – a diferencia del Gremio Nacional de Abogados – es una importante organización con merecida credibilidad. Corre el riesgo de perder esta credibilidad si sus líderes se unen con el Gremio Nacional de Abogados y otras organizaciones irresponsables en la promoción del fanatismo contra el estado-nación del pueblo judío.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Lo que faltaba….