Cartas desde Israel
Ante todo deseo aclarar que mi posición personal sobre esta temática va a producir enconadas reacciones de algunos sectores que consideran la existencia de ciertos liderazgos menores que evidentemente existen pero que en mi opinión no son totalizadores y tienen una incierta proyección futura.
Un líder es alguien capaz a convocar a los demás, a recorrer con pasión y entusiasmo un ambicioso y osado itinerario hacia una enorme utopia, hacia un gran sueño. Los mejor líderes son aquellos visionarios, que son capaces de comprender las situaciones futuras para su pueblo antes de que estas se presenten, son innovadores natos y trabajan con ahínco y convencimiento por los cambios necesarios.
En el pueblo judío se ha experimentado en numerosas ocasiones el surgimiento de líderes carismáticos que llevaron al pueblo por ansiadas sendas superadoras de los grandes obstáculos y limitaciones que padecieron a través de la historia.
Los ejemplos más emblemáticos están encabezados entre otros por Moisés, quien fue el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y ser su máximo líder, profeta y legislador. Entonces Dios dijo a Moisés: «Levántate pronto mañana, preséntate al faraón cuando vaya hacia el río y dile: Así dice Dios: Deja salir a mi pueblo, para que me rinda culto».
El pueblo hebreo estaba en un gran dilema pues aguardaba con gran temor a orillas del mar, sin saber que hacer. Si entraba al mar podía ahogarse, si luchaba contra el ejército del Faraón podría perecer en el combate y si volvía a Egipto debería continuar en la esclavitud. De pronto y con gran determinación, irrumpió Najshón, hijo de Aminadav, de la tribu de Iehudáh e introdujo un pie en el mar pero este no se abrió; se sumergió hasta su cintura y luego hasta su pecho y el mar lo seguía cubriendo, cuando las aguas alcanzaron su nariz y ya no podía respirar… el mar se abrió y el pueblo con gran regocijo comenzó a cruzar por el sólido y seco lecho rumbo hacia la libertad.
El Rey David fue uno de los grandes líderes de Israel y padre de otro de ellos, Salomón. El reinado de David representa la construcción de un auténtico Estado Judío, con su Jerusalén como su eterna e indivisible capital y con la legendaria promesa de que su linaje real culminará en la Era mesiánica.
Hace más de dos mil años, el ejército de Antíoco Epifanes y su cultura helenística dominaba la tierra de Israel y sometía al pueblo judío, quitándole su libertad. Yehuda, el Macabeo y sus cuatro hermanos desde las montañas de Judea, organizaron un pequeño pero valiente grupo de resistencia para derrotar y expulsar a los invasores que los habían privado de la tan preciada libertad. En la antesala de una gran batalla y ante el poderoso ejército enemigo que se dirigía hacia ellos exclamaron: «‘¿Cómo podremos combatir, siendo tan pocos, con una multitud tan poderosa?» A esto explica el profeta Zacarías: «Ni con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu…»
Moshé ben Maimón o Maimónides fue el médico, rabino y teólogo más célebre de la Edad Media. Tuvo una vital relevancia como filósofo en el pensamiento judío medieval. Escribió también Guía de los Perplejos, una de cuyas famosas frase cita: “Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos“.
Israel ben Eliezer también conocido como el Baal Shem Tov, un rabino fundador del movimiento jasídico y dirigente integrador de las grandes masas de judíos empobrecidos y perseguidos de Europa central a la vida espiritual judía. Llegó a conocerse principalmente por su mandamiento de «servir a Dios con alegría» (Salmo 100:2).
Theodor Herzl, un célebre periodista y escritor austro húngaro, fundador del sionismo moderno y creador del sueño realizador del actual Estado de Israel como centro de la vida judía del mundo. “El Estado Judío“(1895): “el mundo se liberta con nuestra libertad, se enriquece con nuestra riqueza y se engrandece con nuestra grandeza“.
Era víspera de Pesaj, un lunes 19 de abril de 1943 y Mordejai Anilevich lanza desde su bunker de la calle Mila 18, el levantamiento del Gueto de Varsovia para detener a las tropas nazis que comenzaban la segunda deportación masiva de judíos hacia los campos de la muerte, con poco más de doscientos combatientes judíos muy pobremente armados pero con la firme determinación de luchar contra el asesinato masivo y por la entonces utópica libertad de su pueblo. En el cuarto día del heroico levantamiento escribe: “El sueño de mi vida se ha cumplido. La Autodefensa Judía en el Gueto ya es un hecho; la resistencia armada es una realidad. Soy testigo de los actos heroicos de los sublevados judíos”.
Zeev (Vladímir) Jabotinsky compareció ante la Comisión Real para Palestina en 1937 declarando que «la demanda por una mayoría judía no es nuestra aspiración máxima – es la mínima». El y sus seguidores sostenían que todo el territorio del Mandato original Británico sobre Palestina de 1920 – que comprendía toda la Tierra de Israel a ambos lados del río Jordán debía ser parte de la patria judía.
David Ben-Gurión fue sin lugar a dudas, el líder sionista israelí mas importante en la realización practica del actual Estado de Israel, Primer Ministro entre 1948 y 1954 y nuevamente entre 1955 y 1963 y pionero por excelencia de la concreción de ese Estado judío cuya independencia proclamó el 14 de mayo de 1948. «En Israel, para ser realista, uno debe creer en milagros».
He aquí diez líderes revolucionarios de todos los tiempos que ejercieron sus liderazgos, con sus ejemplos y sus palabras trayendo alivio y esperanza al pueblo de Israel para salir airoso y fortalecido de complejas situación en la que se encontraban inmersos.
Hoy para bien o para mal, según las miradas personales, somos una generación sin líderes. Hemos dejado de tener líderes desde hace varias décadas y aun continuamos avizorando la nada o el vacío (lamentablemente para mi criterio).
Como siepre filosofando nuetro guru que se volvió a lugar mas seguro, a miles de kilómetros