¿ Si quisiera enseñar a un grupo de estudiantes canadienses, de alto rendimiento, cómo convertirse en empresarios, a qué lugar en el mundo los enviaría? La Escuela Lassonde de Ingeniería de la Universidad York de Toronto sabe dónde: a Israel.
El verano pasado, 21 estudiantes de la Escuela Lassonde pasaron tres semanas en Israel aprendiendo sobre negocios, vida y mercados globales. Su itinerario fue variado e incluyó conferencias de negocios y reuniones empresariales en Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, asi como visitas turisticas.
Los estudiantes llegaron a Israel durante el conflicto, de cincuenta días, entre Israel y Hamas en Gaza. El 26 de agosto, llegó el alto el fuego. Los estudiantes Lassonde visitaron en Galilea que, al día siguiente, quedó bajo fuego. Asi que se encontraron con los estudios de negocios en zona de guerra comprobando que la vida influye en la perspectiva de los hombres y mujeres de negocios. «Los empresarios israelíes no tienen miedo; así que arriesgan» y esas adversidades le dan una ventaja: aceptan con mas facilidad los fracasos. «La cultura canadiense tiende a mirar el fracaso como una vergüenza». «En Israel, ven en el fracaso como algo común. Es parte del proceso y hay que continuar trabajando».
Pero estas lecciones son complementarias al programa de Lassonde, centrado en tecnología. Lassonde es socia del Technion, el Instituto de Tecnología de Israel que abrió, en 1924, como escuela de ingeniería. El Technion es «el disco rigido de Israel.» Ahora conocido por su investigación pionera en química, informática, biotecnología y nanotecnología, produce gran parte de la innovación y liderazgo técnico que mantiene a Israel y es una pieza clave en el crecimiento de su reputación , como país con más empresas de alta tecnología por metro cuadrado que en cualquier lugar fuera de Silicon Valley.
En 2009, el libro Start up Nation: La historia del milagro económico de Israel”, Dan Senor y Saul Singer rastrearon el surgimiento de clúster de alta tecnología de Israel y le asignaron importancia a la estrecha cooperación de negocios, gobierno, fuerzas de defensa , y las universidades, incluyendo , según Singer, “el Estado del Technion”.
El entonces presidente Shimon Peres sugirió un ingrediente más cuando habló con los autores: «La mayor contribución del Pueblo judío en la historia es la insatisfacción», dijo. «Eso es malo para la política, pero bueno para la ciencia.»
Esa sed de reinvención parece que los eleva a la categoría de codiciados jueces en los planes de negocios de muchas personas. Tres semanas después de comenzar el viaje, el grupo Lassonde se enfrentó al punto culminante: participaron de una serie de lanzamientos destinados a empresarios e inversores. Recordemos que, la mayoría de los estudiantes, hicieron sus proyectos recién llegados a Israel, por lo que se tuvieron un intenso período de investigación y desarrollo.
Natalie Sheinin, estudiante de ciencias de la computación de cuarto año, trabajó con Jaiswal Thurairatnam y otros dos estudiantes en un negocio llamado GiftUp! Antes de visitar Israel no tenía ni idea de lo que significaba espíritu empresarial. «Aprendí mucho en nuestro entrenamiento del plan de negocio, conseguir una idea y llevarla a cabo.» Los estudiantes, sentados al aire libre, descubrieron un problema: regalar algo valioso a los amigos. “Por separado”, coincidieron, “tenían poco dinero, tiempo o recursos para conseguir los presentes para los demás; pero, ¿por qué no crear una aplicación que les permitiese dar a cada uno aquello que querían?
Diana Lee lanzó “Iter“, aplicación que sería financiada por los aeropuertos, para ayudar a los viajeros aprovechar mejor las paradas en varias ciudades, identificando las mejores diversiones, tiendas o restaurantes, adaptándose a los horarios de espera.
Will Lau, estudiante de ingeniería informática de cuarto año, lanzó UniSwipe, aplicación destinada a compartir, en partes iguales, el costo de una comida, un viaje en taxi, o una ronda de cervezas.
Todo el mundo estaba dispuesto a ayudar al decirte lo que veian poco factible en una idea. No fueron complacientes. Los estudiantes tuvieron 10 minutos para hacer sus lanzamientos, seguido por preguntas y comentarios honestos. «En Israel saben que hay ciertas ideas que fracasaran» pero, al mismo tiempo, encontraron el público dispuesto a sugerir cómo tener exito. Por ejemplo, los inversionistas aconsejaron buscar patrocinadores alternativos para el ITER, ya que se supone que, los aeropuertos tenderían a desalentar que los viajeros salgan de sus instalaciones entre vuelos. «Me dieron una nueva perspectiva», dice Diana.
Will Lau apreció los comentarios. «Todo el mundo estuvo dispuesto a ayudar diciéndote qué era lo que veian poco factible de la idea. No se ahorraron nada. «Por el contrario”, dice,» la gente en Canadá y los EE.UU. tienden a alargar el proceso diciendo, ‘su idea es buena.’ Hoy Lau continúa trabajando en UniSwipe, con otros socios, como Lee. Haciendo uso de su experiencia israelí, aprendio a llamar a cualquier persona en el mundo para asesoramiento y pedir los nombres de otras personas para continuar el aprendizaje. Pero cuidado: la acción israelí puede ahogarte! «UniSwipe se convirtió en una prioridad en nuestras vidas», dice Lau. «Todo nuestro tiempo lo dedicamos a la empresa y cuando tenemos minutos libres, hacemos las tareas escolares”
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