Y preocupación. «Los judíos están en el punto de mira yihadista. No se trata ya de uno o dos lobos solitarios, sino de células organizadas y peligrosas», reconocen desde los organismos de seguridad israelíes a EL MUNDO. Estas apreciaciones basadas en informaciones de Inteligencia son reforzadas con los sentimientos de rabia, miedo e incluso pánico de miembros de la comunidad judía francesa entrevistados por medios israelíes.
El temor es que los ataques contra la escuela hebrea de Toulouse hace dos años (tres niños y un profesor muertos), el Museo Judío de Bruselas (cuatro muertos, entre ellos dos turistas israelíes) hace siete meses y de este viernes en París sólo sean el prólogo de una ola terrorista contra objetivos judíos e israelíes.
De ahí que la primera orden que salió de Israel fue elevar la seguridad de los centros judíos (sinagogas, colegios, tiendas…) y embajadas israelíes en toda Europa. España, incluida.
Tras ser informado del asalto contra el establecimiento judío en Porte de Vincennes, el jefe de Gobierno israelí, Benjamin Netanyahu llamó al jefe del Mosad, Tamir Pardo. «He ordenado ofrecer toda la asistencia posible a las autoridades francesas y al mismo tiempo reforzar las medidas de seguridad de las legaciones de Israel e instituciones judías», señaló Netanyahu antes de conversar con el presidente François Hollande sobre el trágico desenlace en el supermercado judío.
«El terrorismo es global por lo que se necesita una respuesta global. Estos ataques demuestran que el Islam radical desprecia los valores de libertad que todos compartimos», declaró Netanyahu, que relaciona lo que sucede en Oriente Próximo Europa. «Se llame Hamas,Estado Islámico o Hizbulá, el objetivo del terror no es un acuerdo o territorios y ni siquiera Israel, sino acabar con la cultura de la libertad e instaurar el fanatismo islámico en todo el mundo».
Netanyahu envía un mensaje al Viejo Continente insinuando quizá que no recibe su apoyo: «Ya dije en el pasado que si no frenamos el terrorismo aquí, llegará a todos sitios. Ya sea en París o Jerusalén, la primera regla antiterrorista es no rendirse al miedo. Israel es atacado por las mismas fuerzas que atacan Europa. Israel apoya a Europa y Europa debe apoyar a Israel».
Con las elecciones en el horizonte (17 de marzo), los políticos israelíes buscan los micrófonos y las cámaras para enfatizar que su país «lleva mucho tiempo luchando contra el terror islamista».
Para Tzipi Livni, ex ministra de Justicia y número dos de la lista del partido laborista ante el 17-M, «es un ataque cobarde contra los valores democráticos compartidos por Israel y Francia». Preguntada por el atentado en el supermercado, Livni apuntó que «Israel siempre se ha considerado responsable de lo que le suceda a los judíos en el mundo».
La labor del Mosad es clave para detectar y abortar planes de atentados. Livni podría dar más detalles al respecto, ya que antes de casarse fue una joven espía de los servicios secretos en París.
El analista israelí Ben Dror Yemini ha apuntado que «es difícil seguir la radicalización de individuos e incluso lo que sucede en miles de mezquitas de Francia pero se pueden bloquear las fuentes de financiación, en especial de Qatar».
Mientras el presidente palestino, Abu Mazen, condenó el atentado contra ‘Charlie Hebdo’ definiéndolo como «crimen atroz que contradice la religión y ética», el diario del grupo islamista Hamas elogió a los autores de los atentados. Les llamó «héroes».
Dos días después, el movimiento que controla la Franja de Gaza ha condenado el ataque contra el magazine francés («las diferencias de ideas y pensamientos no justifican un asesinato) pero no menciona el secuestro en el que murieron cuatro rehenes judíos.
Asimismo, critica las palabras de Netanyahu: «Hamas condena los intentos desesperados de relacionar a nuestro grupo y la resistencia de nuestro pueblo con el terrorismo global».
http://www.elmundo.es/internacional/2015/01/10/54b0d1f6268e3e12128b456d.html
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