Sólo protégeme de mis amigos; de mis enemigos me protejo yo mismo. Nos vemos obligados a aprender esta antigua lección nuevamente cada vez.
El documento acordado y firmado en Lausana el jueves por lo mejor de nuestros amigos de todo el mundono hace mención al desarrollo nuclear con fines pacíficos. Nada en las cláusulas descritas en la declaración de principios indica que el programa nuclear de Irán con fines militares se convertirá en un programa diseñado para promover objetivos civiles y científicos.
Por el contrario; el documento es una prueba de cuán difícil, y exitosamente también, los iraníes lucharon para preservar los componentes esenciales para crear armas nucleares. Y esto es una indicación de la importancia estratégica que Irán atribuye a su programa nuclear militar, y el precio que está dispuesto a pagar para protegerlo.
El resultado final: Irán se ha comprometido a limitar su número de instalaciones de enriquecimiento de uranio – o, en otras palabras, no construir otras nuevas. Las instalaciones existentes continúan operando a un ritmo más lento, bajo supervisión: 5.100 centrifugadoras estarán en funcionamiento en Natanz, y otras 1.000 girarán en una instalación de Fordow, que se clasificará como un instituto de investigación (¡Sí, claro!). El almacenamiento de material enriquecido también será restringido. Pero en ninguna parte del acuerdo hay nada acerca de misiles balísticos, ojivas nucleares o I+D militar.
A cambio, las sanciones contra Irán serán levantadas gradualmente. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) será responsable de marcar el ritmo del levantamiento de las sanciones. Los iraníes no han fabricado una bomba hasta ahora; así que se contendrán un poco más de tiempo, durante el tiempo que les valga la pena.
La segunda conclusión que surge del acuerdo alcanzado en Lausana se supone que ofrece un poco de consuelo. Si el programa nuclear iraní permanece efectivamente bajo la estrecha supervisión durante toda la vigencia del acuerdo, es seguro asumir que Irán no podrá convertir su capacidad nuclear en un arma nuclear de la noche a la mañana.
Todo esto está bajo el supuesto de que los iraníes jueguen limpio y no hagan trampa; y que si deciden romper las reglas, tendremos al menos un aviso de un año antes de que puedan producir una bomba. Cualquiera que crea que podemos dormir tranquilos por la noche con esta conclusión en mente es necesariamente el simple de los Cuatro Hijos mencionados en la Hagadá de Pesaj.
Así que Irán se ha comprometido a reducir su arsenal de 3,67 por ciento de uranio de bajo enriquecimiento a sólo 300 kilogramos; ha acordado permitir el acceso de los inspectores a la cadena de suministro que apoya el programa nuclear de Irán, desde la minería del uranio hasta la finalización del proceso de enriquecimiento; y ha acordado diluir sus cantidades excedentes de uranio – un montón de declaraciones que podrían dar la impresión de que los iraníes realmente fueron exprimidos.
Pero estas declaraciones tienen que estar respaldadas por indicios, que no existen ahora, y probablemente nunca existirán. Hay una cláusula, por ejemplo, que restringe el uso de nuevas centrifugadoras durante los próximos 10 años, pero no dice nada acerca de restringir el desarrollo y producción de nuevas y mejoradas centrifugadoras que pueden ponerse en marcha cuando llegue el momento.
Tampoco está clara la naturaleza del mecanismo de la OIEA para esa estrecha supervisión que el Presidente de EE.UU., Barack Obama, define como «sin precedentes», o si el Consejo de Seguridad de la ONU puede restablecer automáticamente las sanciones si Irán viola el acuerdo. Una cosa está clara: Una vez que Irán vuelva a la familia de las naciones, será muy difícil alistar de nuevo al mundo para imponer sanciones a Teherán.
No hay nada sorprendente en el acuerdo de Lausana. Las conversaciones en los últimos días fueron sólo espectáculo. Los estadounidenses sabían, al igual que Israel, que los iraníes habían estado dispuestos a firmar la versión actual del acuerdo, e incluso uno peor desde su perspectiva, ya hace dos meses. Y sí, el acuerdo restringe la capacidad nuclear de Irán durante un determinado período de tiempo. Pero es un documento vago que carece de numerosos detalles esenciales, como los iraníes lo querían – un documento que puede levantar en triunfo para su pueblo.
Los representantes iraníes llevaron a cabo las negociaciones como verdaderos profesionales y envolvieron al secretario de estado estadounidense. En su discurso del jueves, Obama le dio a Kerry una calificación de «Excelente» por su persistencia y paciencia. Pero cualquiera que estuvo allí sabe que merece una calificación de «Insatisfactorio» en la gestión de la negociación. Y esto es cierto no sólo con respecto a Irán, sino también con respecto al conflicto palestino-israelí.
Nuestros amigos de Washington nos han traicionado en Medio Oriente, junto con sus otros aliados, por una miseria.
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4644146,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Es evidente que este es el comienzo de una carrera armamentista y nuclear en todo M.Oriente, es decir ya comenzó.
Lo primero que hay que cuestionar es a quien veneficia este hecho, pues hasta ahora las únicas armas nucleares usadas en una guerra, fueron en 1945 sobre Japón y hay muchas armas nucleares dispersas, pero no hay muchos paises que amenazan con destruir a otros como lo hace Irán con Israel.
Y ante este escenario es escalofriante la permisividad de la humanidad entera frente a este hecho que puede desencadenar un nuevo holocausto, que no solo incluirá Judíos, sino uno que ya se está esbozando entre Chiitas y Sunitas, es increíble que las mayores potencias mundiales, permitan esta situación y que también la alimenten con material bélico y conocimientos.
Si llegase a una situación límite, en que la tensión se libere en acción, una cosa es segura, Israel no será el segundo en atacar, no debe serlo, porque cuando hay dudas, no hay duda !!!