Ein Tzuba, un manantial cerca Mevasseret en las colinas de Judea, en las afueras de Jerusalén, brota de la tierra a través de una muy estrecha grieta en el suelo rocoso. Por lo tanto, no sólo su flujo era escaso, sino que en los veranos sus aguas dejaban de fluir por completo. No obstante, hace unos 3.500 años, la tribu de Judá se instaló en las colinas sobre la pequeña fuente. Es más que probable que su asentamiento fuera el Tzuba bíblico, mencionado también en el Talmud, y creció a pasos agigantados.
Los colonos en la antigua Tzuba pronto se dieron cuenta de que el suministro de agua era insuficiente. Así que en invierno marcaron el punto, y cuando en verano el manantial se secaba, cavaban en el suelo para agrandar la abertura de la cual el agua pudiera brotar de la roca. Conforme pasaba el tiempo y la población crecía, la necesidad de agua se hizo cada vez mayor. Así que los israelitas alargaron el canal y excavaron más profundamente en la tierra.
Para impedir la entrada de escombros y lodo que ensuciarían el agua, los colonos forraron ambos lados del canal con piedras cuadradas cinceladas, llamadas sillares. Luego cubrieron el canal con un techo arqueado. Varias aberturas integradas en el techo fueron bloqueadas con piedras que podían ser removidas para el mantenimiento habitual. Uno de los más largos y más grandes de su tipo en la región, Ein Tzuba se había convertido en un manantial sellado típico de las colinas de Judea en tiempos bíblicos: «Tu eres un jardín encerrado, mi hermana, mi novia; tu eres un manantial encerrado, una fuente sellada». [Cantar de los Cantares 4:12].
En el pasado lejano, los visitantes al manantial descendían al túnel de 2.000 años de antigüedad por medio de una escalera desvencijada y extremadamente alta. Y una vez que se llegaba abajo, en la mayor parte había que caminar con una linterna en los dientes.
Hace algunos años, sin embargo, los miembros del kibutz Tzuba limpiaron el manantial, eliminaron masas de repugnantes escombros del paisaje, y crearon un sitio de recreación absolutamente encantador. Hoy, una corta escalera, robusta pero estrecha, conduce al túnel, donde se puede caminar 45 metros por el agua clara hasta una cámara muy bien arqueada, completada a finales del período del Segundo Templo.
Las traviesas que soportan el techo tienen una historia interesante. En 1924 los británicos, que gobernaban Palestina, comenzaron a trabajar en un nuevo ferrocarril para sustituir al construido por los turcos medio siglo antes. Las trochas turcas eran de sólo un metro y los nuevos y muy pesados trenes británicos requerían trochas más anchas.
Después de desmantelar las vías turcas, los británicos usaron cemento y algunos de los durmientes turcos para reparar manantiales ubicados en las colinas de Judea. Eso incluyó a Ein Tzuba, que había permanecido prácticamente intacta durante dos milenios y cuyo techo se había derrumbado por completo.
Si quieren bajar al túnel en días laborables, los visitantes tienen que llamar primero. Pero si se quiere disfrutar de la hermosa pequeña piscina del manantial, se puede ir en cualquier momento. Históricamente, el agua de la parte superior de la piscina se utilizaba para beber y bañarse; el agua de la piscina exterior, más grande, era para los sedientos rebaños.
Abajo de la colina cerca de la piscina hay varias enormes cisternas cortadas en la ladera rocosa. Los visitantes pueden explorar el intrincado sistema de canales y pozos que vienen del manantial, tallados por nuestros antepasados para recoger el exceso de agua para usarla en tiempos difíciles.
Con la destrucción del Segundo Templo en el año 70, los judíos desaparecieron de la región. Fueron seguidos por cristianos, y después de la conquista árabe de Tierra Santa en el siglo VII, por musulmanes.
Entraron los cruzados, que construyeron Belmont (hermosa montaña) en una colina sobre el manantial. Saladino capturó su fortaleza en 1191, pero no fue destruida hasta 1834, cuando Egipto gobernó Tierra Santa y residentes rebeldes de Abu Gosh se atrincheraron adentro. Los egipcios bombardearon la ciudadela con artillería – y las paredes se derrumbaron. Finalmente, se estableció sobre sus ruinas una aldea árabe llamada Suba.
Durante la Guerra de la Independencia de 1948, los árabes de Suba eran abiertamente hostiles a los judíos. Junto con fanáticos islamistas egipcios que se trasladaron a la aldea, tomaron parte en sangrientas batallas por el control del Kastel – una colina estratégica – y se unieron a otros árabes para emboscar convoyes que traían suministros a la sitiada Jerusalén.
La amenaza planteada por Suba tenía que ser neutralizada. Las autoridades israelíes ofrecieron dinero a los pobladores a cambio de que evacúen sus hogares en paz, pero la gente se negó, temiendo que serían tildados de traidores. En cambio, sugirieron que el 15 de julio tuviera lugar un simulacro de batalla, después de lo cual abandonarían la aldea.
Las fuerzas israelíes capturaron Lod y Ramle el 11 y el 12 de julio y, sin conocer el acuerdo, se dirigieron a Suba. Cuando se acercaron a la aldea dispararon varias rondas de una Davidka, un ingenioso, improvisado y totalmente inestable mortero que emite constantemente un chillido terriblemente aterrador. Aterrorizados por el horrible ruido, los residentes de Suba entraron en pánico y corrieron para no volver jamás.
El Kibbutz Tzuba se estableció unos meses más tarde, con pioneros que ubicaron sus carpas al oeste de la anterior aldea árabe. Su única fuente de agua era el manantial, por lo que todos los días, durante un año entero, un colono enganchaba una mula a un carro y transportaba un enorme tambor a Ein Tzuba. Entonces lo llenaba de agua y lo transportaba de vuelta al campamento.
Pero nunca había suficiente en el barril para todas sus necesidades. Así que los hombres y mujeres jóvenes de Tzuba se turnaban para bañarse en la fuente – por separado, por supuesto. O eso es lo que cuentan los kibutzniks con una sonrisa en sus rostros…
——El Kibbutz Tzuba está al suroeste de Mevasseret, fuera de la carretera 395. Para llegar al manantial, hay que subir por la carretera principal profundamente dentro el kibutz.
El manantial y la zona circundante están siempre abiertos. A excepción de los sábados, es necesario hacer arreglos de antemano – pero no hay que estar en un grupo. En Israel, llamar a Alex Tamir al 02 534 7000 o 054 563 7078.
Los sábados el túnel está abierto (no son necesarios arreglos especiales) de 11: 00 a 15: 00. La cuota para descender al túnel es de NIS10 por persona.
Todos los sábados una gira en hebreo sale desde el vestíbulo de la hostería Tzuba. El recorrido está abierto al público e incluye los árboles antiguos y las cuevas funerarias de Tzuba, así como el manantial. El costo es de 20 shekels a menos que se aloje en la hostería.
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Aviva Bar-Am es autor de siete guías de Israel en idioma Inglés.
Shmuel Bar-Am es guía turística licenciada, que ofrece tours privados y personalizados en Israel, individuales, para familias y grupos pequeños.
http://www.timesofisrael.com/walk-through-clear-water-at-tzubas-ancient-underground-spring/?
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
HERMOSO!