Corría el año 1957 cuando un chico me contó en Sa Pobla el «chiste» que ha provocado el cese del concejal de Cultura de Madrid. Llegaban los primeros Seat 600. «¿Cómo meterías 50 judíos en un 600? ¡En el cenicero!» Quedé horrorizado, porque bajo estricta clandestinidad mi tío Antoni Fortesa, de Ca l’Estrella, me había enseñado un libro con imágenes del Holocausto –cadáveres de judíos amontonados–, publicado a raíz de los juicios de Nuremberg.
Aquello no era un chiste, sino una injuria a las víctimas, difundida tal vez por criminales nazis que el nacional catolicismo acogió como devotos feligreses aliados de la dictadura. Que el tal Zapata, militante de un partido regenerador, publique medio siglo después twits con esta injuria revela hasta qué extremo la judeofobia –disfrazada o no de antisionismo– forma parte del ADN cultural y étnico de la católica España.
Seamos claros: el Nuevo Testamento fue el intento de aniquilar al pueblo del Antiguo Testamento, cuya resiliencia irrita también a los que pretenden sustituir la religión por idearios ateos o revolucionarios, sean neo-comunistas o islamofascistas.
Los judíos son la minoría que ha sufrido y sufre constantes acosos y matanzas, pero también la que da luz y señala el sendero a la humanidad, porque asume el mandato divino de proseguir la creación, consciente de que el amor construye y el odio destruye
No me sorprenden para nada las palabras de este individuo. Los comunistas y los nazis son cortados por la misma tijera. No nos olvidemos que Stalin permitio que las fuerzas armadas nazis se entrenaran en suelo sovietico para evitar los controles aliados y mas, Stalin envio un telegrama de felicitacion a Hitler con motivo de la toma de Paris por las tropas nazis. Hoy en dia los asi llamados neo-comunistas bolivarianos estan aliados con los neo-nazis y los islamofachistas, el mismo perro con diferente collar.
Pense que con la caida del imperio sovietico el mito del comunismo moriria ante la realidad de los hechos, pero no, los asi llamados por Lenin, «idiotas utiles» se multiplican como las cucarachas, los mismos lemas, las mismas mentiras, las identicas falsedades se vuelven a publicar y a difundir, en especial en Espania, un pais que conocio las «chekas» comunistas y parece que los nuevos miembros del «direktorio» las quieren volver a imponer, no aprenden de la Historia y estan condenados a repetirla.