Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Es creencia popular que todos los palestinos quieren, por sobre todo, un estado palestino. Esta es una razonable conclusión a inferir, aunque las encuestas, a lo largo de los años, han sugerido que bien puede ser inexacta.
Considérese la encuesta más reciente, por el principal encuestador palestino, Khalil Shikaki.
Una nueva encuesta indica que una estrecha mayoría de los palestinos que viven en Jerusalén preferiría la ciudadanía israelí a ser ciudadanos de un estado palestino. Más de la mitad, o el 52 por ciento, de los encuestados les dijeron a los encuestadores que preferirían «ciudadanía israelí, con igualdad de derechos», mientras que el 42% prefieren ser ciudadanos palestinos cuando se establezca un estado palestino.
La cifra es mucho más alta que en las encuestas llevadas a cabo en la Franja de Gaza o la Margen Occidental. En Gaza, sólo el 4% dijo preferir la ciudadanía israelí; en la Margen Occidental, sólo el 12%.
Hay muchas razones lógicas para tales puntos de vista por parte de los residentes de Jerusalén que son árabes palestinos. Israel es una democracia, mientras que la futura Palestina puede no serlo. Israel es un país razonablemente rico con seguro médico decente y pensiones de vejez, mientras que Palestina puede no serlo. Israel cuenta con un aeropuerto internacional y playas, mientras que Palestina no tendrá esas cosas. Ninguna sorpresa.
Pero el descubrimiento básico es digno de una reflexión. Palestinos que viven en Jerusalén prefieren vivir en la Jerusalén israelí en lugar de la Jerusalén árabe o palestina. Tienen, es lógico afirmar, una visión más positiva del Israel realmente existente que de la futura Palestina. En parte, esto es probablemente porque Israel existe y su compromiso con la democracia y su nivel de desarrollo económico y social son claros, mientras que Palestina puede, si alguna vez llega a existir, ser sólo otra dictadura árabe. Teniendo en cuenta todo eso, no es de extrañar que tantos árabes de Jerusalén prefieran vivir en Israel.
Entonces, ¿qué aprendemos de esto? En primer lugar, que la negativa estadounidense y occidental – e israelí – para exigir que la Autoridad Palestina respete los derechos civiles y políticos y construya estructuras democráticas, es bien reconocida por los árabes de Jerusalén. Quieren la creación de un estado palestino, pero son muy conscientes de su probable naturaleza y prefieren vivir en una democracia al estilo occidental. En segundo lugar, que las típicas denuncias árabes y europeas de Israel como una sociedad racista donde los árabes son tratados tan mal son sencillamente falsas. Los que viven bajo la ley israelí – con todas sus imperfecciones y fracasos – lo saben muy bien.
[La encuesta discutida aquí fue llevada a cabo por el Te Washington Institute for Near East Policy del Fikra Forum, y dirigido por Nabil Kukali del Centro Palestino para la Opinión Pública]
http://blogs.cfr.org/abrams/2015/08/24/what-do-jerusalem-arabs-want/
¿Quién eligiría libremente vivir en una dictadura? Sólo los tontos o los fanáticos Islamistas. En estos días hemos escuchado los clamores de ciudadanos sirios corriendo a Occidente por una vida sin dictadores, sin Assad, sin EI, sin Ayatollas, ni jeques, ni Hamas. Lo han perdido todo pero aún les queda la vida y sus hijos. JEV