Editora de diario jordano Jumana Ghunaimat: Obligar a las mujeres a llevar puesto el hijab vulnera su libertad

A continuación se presentan extractos seleccionados de su artículo:[1]

«Existe una universidad privada [en Jordania] que le niega la entrada a mujeres que no lleven puesto un hijab. Las estudiantes que por lo [general] no lo usan se les exige cubrirse la cabeza mientras están en las premisas de la universidad si quieren completar sus estudios. En una larga conversación que [tuve] con una estudiante que no usa el hijab fuera de las instalaciones universitarias, me dijo que se ve obligada a someterse a los requerimientos de la universidad, de lo contrario se vería impedida de completar sus estudios.

«Otro ejemplo es el intento de un banco jordano por imponer un [código de vestimenta a sus empleados, que incluye] unhijab para las empleadas mujeres, incluyendo las que no son musulmanas! Esta es una práctica que niega [la existencia del] otro y tiene repercusiones e implicaciones muy graves.

«La pregunta que debe hacerse es el cómo nosotros, como musulmanes, podemos criticar a Occidente por prohibir el hijab en las escuelas, universidades y a veces también en los lugares de trabajo… mientras nosotros hacemos exactamente lo mismo, sólo que en la dirección opuesta. No existe diferencias entre los dos casos: en el primer caso, a la mujer se le obliga a renunciar al hijab por la fuerza mediante una decisión y en el segundo, se ve obligada a llevarlo puesto a la fuerza mediante una decisión! Yo no sé cómo podemos acusar al mundo de violar la libertad de los musulmanes y atacar su privacidad mientras nos permitimos comportarnos exactamente de la misma manera!

«Yo puedo entender a la administración universitaria de que tome tal decisión si fuera parte de una premisa educativa religiosa tal como Al-Azhar. Pero estamos hablando de una universidad privada que cobra miles de dinares por conceder títulos académicos… Si la universidad hubiese estado ubicada en un hogar de culto, esta decisión habría sido lógica, [pero no lo es]. Este comportamiento tiene un solo significado: [implica] una visión escueta de los objetivos del Islam y de las mujeres. ¿Cuál es la lógica para que las estudiantes se cubran la cabeza si se lo quitan al momento de salir de la universidad? ¿Qué lógica tiene imponer sobre estas el cubrirse la cabeza si no es parte de su [comportamiento] personal y creencias?!

«Otro punto tiene que ver con las estudiantes que no son musulmanas [pero] que quieren saber más acerca de nuestra religión. ¿Tenemos nosotras el derecho de imponer nuestras creencias sobre ellas simplemente porque decidieron estudiar en una universidad específica?

«Este artículo no debería interpretarse específicamente de que me opongo al hijab. [Simplemente] pienso que este tema es un asunto de libertades y creencias [personales] y no de coacción, independientemente de si estamos hablando de llevar puesto el hijab o quitárselo…

Con difundir la ideología radical que no piensa nada más que asesinar mujeres, o incluso peor, venderlas en los mercados de esclavos, debemos actuar con sensatez y razonablemente en el manejo de los temas femeninos, para que no nos parezcamos a los radicales, incluso sin saberlo.

«Francamente, si yo hubiese estado en lugar de estas mujeres que se someten a la prueba, yo no hubiera aceptado [el llevar puesto el hijab]. Ya que las libertades no puede concederse [sólo] parcialmente y no son tema a ser negociados – ni siquiera en aras de obtener un título académico o un trabajo».