Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
No está claro cuándo terminará la actual ola de terrorismo con cuchillos. Los vientos del islamismo radical están avivando las llamas que nos rodean. Jóvenes árabes fanáticos están convencidos de que ha llegado el momento de un nuevo califato y los judíos pronto se rendirán dócilmente.
Pero, igual que en el pasado, los árabes no entienden el secreto de la supervivencia del pueblo judío a través de miles de años. Son incapaces de comprender nuestro heroísmo y el espíritu hasmoneo de libertad que late dentro de nuestras almas. Nuestra naturaleza única nos ha permitido superar, incluso, las más duras épocas durante los 2.000 años del exilio de nuestra tierra. Nosotros los valientes judíos – hombres y mujeres, jóvenes y viejos – nunca hemos aflojado nuestra sujeción a la bandera de la libertad.
En el corazón del desierto, donde contiendas mortales abaratan la vida humana, nosotros reestablecimos nuestra independencia y cumplimos la visión de los profetas. Liberamos Jerusalén y la Tierra de Israel y seguiremos luchando incansablemente por nuestro derecho a vivir aquí como un pueblo libre en nuestra antigua patria.
A pesar de que la ola de terrorismo todavía está en curso, el pueblo de Israel, sin duda, saldrá victorioso. Nuestros soldados y oficiales de policía, tanto en servicio como fuera de servicio, demostraron una vez más, con sus pruebas de coraje y determinación, que es imposible quebrar o doblegar a nuestro pueblo. Hemos demostrado esto en el transcurso de nuestra heroica lucha contra el terrorismo árabe, que nos ha acompañado desde que el movimiento sionista plantó su primer árbol en Israel y declaró que el pueblo judío había regresado a casa.
Nuestras fuerzas de seguridad están operando con determinación y firmeza. Todos los recientes ataques han terminado con la muerte o la captura del terrorista. Pero la verdadera fuerza de nuestra sociedad se ha revelado por la forma en que los civiles han seguido normalmente con sus vidas diarias. Esto ha sido un impresionante despliegue de capacidad de recuperación nacional y aplomo. Nosotros, el pueblo de Israel, estamos de pie resistiendo a todos nuestros enemigos. No vivimos atemorizados. Pueden entenderse las preocupaciones de los padres en Jerusalén y de los pioneros que circulan por las carreteras de Judea y Samaria, pero, no obstante, la vida continúa y el espíritu de nuestro pueblo es inquebrantable.
Mientras que los medios de comunicación y los sitios web de las redes sociales a veces producen histeria, la gran mayoría del público israelí rechaza la desesperación. Sabemos que, como siempre, ganaremos. Pronto, una nueva página se añadirá a los libros de historia que registrarán otra orgullosa victoria para Israel.
Permítasenos modificar un famoso poema de Natan Alterman para adaptarlo a nuestros tiempos: «Y no es en vano, hermano mío, que has roturado y construido Jerusalén, Beit El, Neria y Ariel… No caeremos de nuevo, porque no hay otro camino. Ninguna nación se retiraría de las trincheras de su vida».
Toda la tierra de Israel será reconstruida y prosperará. Las trincheras de nuestras vidas están excavadas aquí, y aquí permaneceremos durante toda la eternidad.
http://www.israelhayom.com/site/newsletter_opinion.php?id=13965
Los islamistas, al igual que sucede con los antisemitas de distinto pelaje, se muestran en efecto incapaces de entender la insospechada «fuerza» que anida en la heredad de Jacob, desde tiempos inmemoriales, y convierta a ésta en indestructible, ya que si asi lo hiciera, convendrian en la inutilidad que supone enfrentarse a ella, y el fracaso que invariablemente aguardaba a cuantos en el pasado lo intentaron de una u otra forma … Israel figura en el «proyecto» de Di-s, como parte esencial del mismo, como piedra angular sobre la que se asienta éste, y lo universaliza sin por ello pierda un ápice de su singularidad … Israel fue es y será, algo que los voceros de hamas y demas camarilla no logran entender y nadie parece en disposicion de explicarles, el tiempo al igual que en el pasado, volverá a dictar sentencia, dejando en evidencia las miserias de todos ellos y sus vanos afanes , asi como la inmutabilidad del proposito que llevó a Di-s a elegir como heredad Suya a los hijos de Israel …