“Israel ajustará cuentas con los asesinos, con los que intentan asesinar y con los que les asistan. No solo revocaremos sus derechos, sino que les haremos pagar el precio exacto”, dijo el jefe del Gobierno, según una nota de su Oficina.
“Emplearemos todos los medios para traer la calma de vuelta a los ciudadanos de Israel”, añadió Netanyahu y aseguró que, tras reunirse con su gabinete de seguridad, adoptó hoy “una serie de medidas audaces para acabar con la incitación y el terrorismo” que serán aplicadas “cuanto antes”, aunque no las desveló.
“Estamos centrados en nuestra misión de combatir a los asesinos materiales e intelectuales y estoy seguro de que las acciones que tomemos harán llegar el mensaje a la otra parte de que con terrorismo no se gana”, adelantó.
Durante su intervención en la Cámara el primer ministro también se dirigió al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, al que solicitó “dejar de incitar y mentir” y le exigió “luchar contra los extremistas que hacen que personas inocentes paguen el precio”.
“No convierta a los asesinos en héroes”, solicitó en referencia al ensalzamiento de los muertos en ataques como “mártires” por la causa palestina y advirtió de que, en caso de un deterioro de la situación, “la instigación del movimiento islámico Hamás y de la Autoridad Palestina serán los responsables”.
“Para restaurar la paz y la estabilidad que ambos pueblos necesitan debe actuar como se le pide”, instó a Abás y aseguró que Israel, por su parte “hará lo que tenga que hacer”.
La región vive una oleada de ataques con arma blanca de palestinos a israelíes y disturbios y enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, que han causado la muerte de 30 palestinos y siete israelíes.
La nueva política de no detener a los terroristas, sino dispararles y matarlos es perfecta.
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