A esta altura, tendríamos que estar curados de espanto…pero admitimos que seguimos sorprendiéndonos.
Por un lado, surgen asiduamente en Europa llamados a boicotear a Israel , al que condenan y critican duramente extremistas que alegan bregar por la paz mientras no dicen nada no sólo contra el terrorismo contra Israel sino tampoco contra horrorosos crímenes cometidos en diversos países árabes .
Por otro, una destacada delegación de periodistas de grandes medios de comunicación de varios países de Europa, visitan Israel y recorren, entre otros sitios, el Hospital Hadassah Ein Kerem de Jerusalem , donde se interiorizan en los métodos y tecnologías especiales utilizados en el Departamento de Trauma y Medicina de Urgencia. Allí, el Profesor Avi Rivkind que lo encabeza, da sendas explicaciones y también cuenta sobre la atención médica prestada, en iguales condiciones, a judíos y árabes. No solamente a ciudadanos israelíes de distintas comunidades, sino también a palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Y nada mejor que la fuerza del ejemplo, para dejar en claro las cosas. Nada mejor que la naturalidad con que se presenta a los periodistas no solamente a Rivkind sino también al Dr. Muhammad Faruja, uno de los destacados cirujanos de Hadassah. Arabe, por si alguien no captó el nombre.
Y hay otras situaciones incomprensibles.
Por un lado, atentados todos los días contra blancos israelíes , presentados por algunos como actos de ”desesperación”, y por otro, la admisión por primera vez por parte del Presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas, de que ya en el 2008 Israel le ofreció crear un Estado palestino independiente en cerca del 95% de Cisjordania, y él lo rechazó.
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