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| sábado noviembre 16, 2024

Cinco mil años de cultura asiria, en trance de devastación


Izquierda: un memorial francés conmemorativo del genocidio asirio perpetrado en Turquía en 1915. Derecha: un miembro del Estado Islámico destruye una lápida cristiana en Mosul, Irak, en abril de 2015.

Traducción del texto original: 5000-year-old Assyrian Culture Facing Devastation
Traducido por El Medio

Las recientes invasiones y matanzas perpetradas por los terroristas de Al Qaeda y del Estado Islámico (ISIS) en Irak y Siria han llamado la atención mundial sobre un pueblo muy perseguido pero muy olvidado: el asirio.

Los asirios, originarios de Mesopotamia, ya se han enfrentado antes a las matanzas; a lo largo de toda su historia, en realidad.

A causa de estas campañas de exterminio, el carácter demográfico de la región ha sufrido grandes cambios.

Antes de 1915, la población del territorio que ahora es Turquía era aproximadamente de 15 millones, de los cuales unos 4,5 (casi un tercio) eran cristianos. Hoy, apenas se puede hablar siquiera de minoría cristiana. La población aproximada de Turquía es de 80 millones, pero solo hay alrededor de 120.000 cristianos, menos del 1 por ciento de la población.

En 1915 tuvo lugar una matanza contra las minorías cuyo propósito aparente era turquificar e islamizar Anatolia y convertirla en una sola nación, con una sola lengua, una sola bandera y una sola religión. Para lograr este objetivo, se puso en el punto de mira a todas las comunidades que no eran turcas: armenios, asirios, griegos, judíos, yazidíes, kurdos y otros.

Pero había una diferencia entre los cristianos y los no cristianos. Las minorías no cristianas serían asimiladas; los cristianos iban a ser exterminados.

Según el fundador y presidente del Centro de Investigación del Genocidio Asirio (Seyfo Center)[1], Sabri Atman, hay vínculos entre la matanza de los asirios y las actuales matanzas de cristianos en Oriente Medio:

Como todos los asirios, oí hablar cuando era niño de lo que se había hecho en 1915. La gente pasaba por un trauma. Especialmente los ancianos, hablaban con miedo de lo que habían experimentado. Y ahora me dedico a hablar de las injusticias contra mi pueblo para intentar conseguirles apoyo. (…)

En el Imperio Otomano, en 1915, el Partido Otomano-Turco de Unión y Progreso masacró cristianos: armenios, asirios y griegos. La mayoría de los asirios fueron asesinados con espadas. Muchas tribus kurdas se unieron también a las matanzas, utilizando sus espadas –seyfos– contra sus vecinos, los asirios. (…)

Es difícil decir un número exacto de víctimas, pero perdieron la vida entre 300.000 y 500.000 asirios. La barbarie no consistió solo en asesinar. También se apoderaron de las tierras de los cristianos. Una de las consecuencias más importantes de 1915 para muchos turcos fue la riqueza que construyeron a partir de las propiedades de armenios, asirios y griegos. Hoy no hay ni un solo asirio en las provincias, donde antes había muchos. Así que, ¿qué ha pasado con sus tierras, sus bienes y sus propiedades? (…)

Pasó lo mismo con los armenios y los griegos. El Palacio de Cankaya, residencia de los antiguos presidentes de Turquía en Ankara, era originalmente propiedad de un armenio, Odian Efendi. Si uno va a las provincias de Turquía donde vivían antes los armenios, los griegos y los asirios, se enterará de que todos los antiguos y espléndidos edificios que allí se ven pertenecían antes a armenios, griegos o asirios. (…)

Parte de la élite rica que gobernaba Turquía se había enriquecido con las propiedades que les quitaron por la fuerza a los cristianos. Así que una de las razones por las que niegan lo que sucedió en 1915 es que temen que un día puedan perder la riqueza de la que se apropiaron con impunidad.

Hubo otras matanzas:

  • La perpetrada por Bader Jan Beg, emir kurdo, contra los cristianos asirios conocidos como nestorianos. Tuvo lugar entre 1843 y 1846 en la provincia de Hakari y a lo largo del Imperio Otomano.
  • Las de armenios y asirios por parte de la caballería Hamidiye en el Imperio Otomano entre 1894 y 1896.
  • La de Simele del 7 de agosto de 1933, a manos de las fuerzas armadas del reino de Irak. Fueron asesinados más de 3.000 asirios, y no solo en Simele. También se llevó a cabo en las 68 aldeas asirias de las provincias de Duhok y Nínive.

«Fue un abogado muy influido por la matanza de Simele quien acuñó el término genocidio«, continuó Atman. «Raphael Lemkin lo llamó genocidio. Utilizó la palabra por primera vez en 1944, y la aplicó a la matanza de los armenios, el Holocausto y la Matanza de Simele».

En 2015, el exterminio de los asirios continúa, y ellos y otras comunidades cristianas están siendo desplazados de los países de Oriente Medio. Según Atman:

Todos los datos disponibles muestran que lo de 1915 fue un proyecto para homegeneizar Turquía. La República de Turquía es un Estado asentado en gran parte sobre las matanzas de los cristianos. Pero las masacres contra los asirios no son muy conocidas, ni siquiera en Turquía. Han sido deliberadamente ocultadas. (…)

Tras el empuje bélico de Alemania el 14 de noviembre de 1914, hubo en todas las mezquitas del Imperio Otomano una llamada a la yihad. Su objetivo principal era que los musulmanes de las colonias británicas y francesas iniciaran una revuelta, lo que habría reforzado a Alemania y al Imperio Otomano. Pero las cosas no salieron como las habían planeado. (…)

Después de que las mezquitas llamaran a la yihad, muchos musulmanes empezaron a masacrar a los asirios y a otros cristianos. Después de todo, matar a los kafirs [no creyentes en el islam] era una «buena obra». Se les decía que «tenían asegurado su lugar en el paraíso». Igual que las bandas del ISIS, también les prometían –basándose en los versos del Corán y el hadiz– «72 vírgenes» y que se llevarían al paraíso a todos sus parientes del infierno.

Cuando el ISIS invadió Mosul en agosto de 2014, los terroristas dijeron a las familias cristianas que iban a morir si no pagaban un impuesto de protección (yizia) o se convertían al islam. Laadvertencia aparecía en las mezquitas y sonaba por los altavoces de la ciudad. «Ofrecemos [a los cristianos] tres opciones: el islam, el contrato de la dhimma, que supone pagar…, y si se niegan, solo les quedará la espada», decía el anuncio.

El 23 de septiembre, el ISIS ejecutó en Siria a tres asirios disparándoles en la nuca, informó la Agencia Internacional de Noticias Siria.

Eran parte del grupo de 253 asirios raptados por el ISIS el 23 de febrero, cuando invadieron 65 aldeas asirias en la provincia de Hasakah en Siria.

En el vídeo de la ejecución grabado por el ISIS, los terroristas dicen que si no se paga el rescate del resto de asirios, también serán ejecutados. El ISIS ha exigido 50.000 dólares por cada rehén, lo que supone un total de 10 millones de dólares.

El 25 de noviembre, el ISIS dejó libres a diez cristianos asirios rehenes en la provincia de Hasakah, pero 150 aún siguen cautivos y bajo amenaza de muerte.

«Hay un gran paralelismo entre 1915 y lo que está sucediendo hoy en Oriente Medio en lo que respecta a la destrucción de las civilizaciones no islámicas y la continuidad de la yihad», dijo Atman. Según él, el problema no reside en que haya gente que pertenezca a ciertos grupos étnicos, sino en la negación de las realidades del pasado.

Se hicieron similares llamadas a la yihad contra los asirios y los yazidíes hace cien años. Violaban a las niñas y a las mujeres; se utilizaba la seyfo (espada) para decapitar a la gente igual que ahora. (…)

Cuando las masacres y las violaciones de los derechos humanos no tuvieron una sentencia justa, se allanó el camino para nuevas matanzas. La manera más efectiva de evitar futuras masacres es condenar las pasadas. Pero el ansia de genocidio perdura en Oriente Medio, Turquía incluida. Turquía sigue gobernada por un presidente que dice que «los musulmanes no cometen genocidio».

«A todos se nos ha explicado ese relato histórico basado en mentiras», dijo Atman sobre las escuelas turcas. La historia oficial de Turquía es «propaganda turca para los turcos». Los enunciados del tipo: «El Estado turco luchó contra el imperialismo» son incorrectos. El Imperio Otomano participó en la I Guerra Mundial movido por deseos imperialistas y formó una alianza con Alemania. La guerra, presentada como «la guerra turca de liberación» fue en cierto modo una guerra para aniquilar a los cristianos, los alevíes, los yazidíes y otros grupos no musulmanes en Anatolia. Así que no sería incorrecto decir que la República turca se asentó sobre las masacres contra los cristianos y la negación de los kurdos.»Durante siglos, la yihad islámica no ha cambiado, pero, por desgracia, incluso en el siglo XXI se sigue enseñando a los niños turcos una versión distorsionada de la historia en las escuelas; en consecuencia, las nuevas generaciones crecen con una mentalidad supremacista turco-islámica.

Atman dijo que durante el tiempo que pasó en Turquía no vio a ningún niño no turco o no musulmán pasar por la asimilación forzosa en la escuela.

Nací en Turquía y fui a escuelas de primaria, secundaria e institutos. Antes de empezar las clases, nos llamaban la atención y nos hacían leer muy alto el Juramento del Estudiante Turco, que decía: «Soy turco» y «Mi existencia estará dedicada a la existencia turca». Los libros de texto decían que en la I Guerra Mundial los asirios y otros cristianos apuñalaron por la espalda a Turquía en contubernio con los Estados imperialistas, y que los asirios eran «traicioneros». Así les lavaban el cerebro a los alumnos turcos, y después los niños musulmanes miraban con recelo a los asirios. (…)

Cuando iba a secundaria, teníamos un profesor que, nada más entrar en clase, preguntaba: «¿Hay cristianos aquí? Cristianos, ¡levantad la mano!». Unos pocos niños levantaban tímidamente la mano. Sus miradas eran muy elocuentes. Pero la actitud de un profesor nunca es un criterio medir a una sociedad entera. El problema no es a qué grupo étnico pertenezca una persona, sino la ideología monista de Turquía [una lengua, una nación, un estado, una religión] y su negación o distorsión de la historia.

Turquificar Anatolia y negar las identidades de los demás es aún algo corriente, dijo Atman. «Las autoridades turcas siguen diciendo que ‘Turquía pertenece a los turcos’. Es una gran mentira. Antes de que los turcos vinieran a Anatolia ya vivíamos allí. Pero ‘Turquía pertenece a los turcos’ es el eslogan de cabecera de uno de los periódicos más vendidos de Turquía».

«En cualquier caso, los asirios son uno de los pueblos nativos más profundamente arraigados de Mesopotamia. Los asirios han vivido en esa tierra durante más de 5.000 años. Los turcos no llegaron a Anatolia hasta 1071. Al menos, eso es lo que dicen los libros de texto turcos. Después vinieron y nos echaron».

Los asirios siguen viviendo con las consecuencias de la campaña de exterminio que sufrieron hace 100 años. La destrucción continúa. Pero esa campaña de exterminio se sigue negando hoy. Negar un crimen así significa su continuación.

En Turquía sigue habiendo amenazas como «les erradicaremos», o «les exterminaremos». En buena parte lo han conseguido. Han asesinado a más de 300.000 asirios y obligado a la asimilación a otros 300.000 en muchos países de todo el mundo.[2]

Hoy, solo quedan en Turquía unos 15.000 asirios, y no están reconocidos oficialmente como pueblo.

Los asirios son reconocidos únicamente como congregación religiosa, así que las autoridades del Estado pueden aprovecharse de ellos. Dejan que estos pocos se queden para mostrarle a Europa y al mundo lo bondadosos y tolerantes que son Turquía y el islam. Hablan de la «gran tolerancia» de Turquía y el islam. Y dicen: «Los asirios viven muy felices gracias a esta gran tolerancia». (…)

Lo que algunas personas en Turquía dicen con orgullo es: «Elhamdulilah [gracias a Alá], el 99 por ciento de Turquía es musulmana». Se jactan de ello. En realidad debería avergonzarles: ya sabemos cómo lo consiguieron. (…)

Lo que se hizo a los asirios, los yazidíes y otros debería preocupar a todo el mundo; lo que se masacró fue la humanidad de todos. Si eso ocurre ahí, les puede pasar a ellos. Debemos pedir a las potencias del mundo, a todo el mundo, que escuche los gritos de nuestro pueblo y nos ayude.


[1] El Centro de Investigación del Genocidio Asirio (Seyfo Center), organización internacional con cuartel general en Suecia, se creó en 2005 y tiene sedes en Alemania, Holanda, Suiza y Estados Unidos. Sabri Atman, condecorado activista pro derechos humanos e investigador, es miembro de la Asociación Internacional de Investigadores del Genocidio (IAGS, por sus siglas en inglés). Ha recibido innumerables premios y ahora reside en Estados Unidos.

[2] Según Atman, se estima que hay asirios en Estados Unidos (300.000), Australia (35.000), Europa (300.000), Canadá (30.000), Irak (500.000), Siria y Líbano (50.000). Hay comunidades sirias en Irán, Jordania, Argentina, Brasil y otros países.

 
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