Quien rechaza la problemática iniciativa de paz francesa debe comprender que para sacar a Israel del barro político y de su seguridad es necesaria una iniciativa israelí: límites, con un acuerdo o sin él, alrededor de una mayoría judía, y democrática.
La realidad política, que va empeorando durante las últimas semanas, junto a una crisis en temas de seguridad, no nos anuncia buenas noticias.
La distancia que se va agrandando entre Israel y el mundo… y la realidad, un espacio que fue provocado por la falta de acción, se va llenando con iniciativas malas. Nuestro fin es que nos impongan una solución obligada, que no tome en cuenta los intereses nacionales de Israel ni tampoco sus necesidades en temas de seguridad.
Así, por ejemplo, la conocida iniciativa francesa (“o Conferencia Internacional de Paz o una imposición de un estado palestino”) reúne una serie de problemas, de acuerdo al documento en nuestras manos: 1) El artículo alrededor del tema de los refugiados incluye alternativas para su regreso y reasentamiento, algo que Israel no puede aceptar de ninguna manera. 2) No hay ninguna diferenciación enre decisiones unilaterales que perjudican y medidas independientes y constructivas que nos lleven a una realidad de dos estados. Ambas son negativas y no las podemos permitir. 3) A pesar que la declaración 242 de la ONU es nombrada, y ella como sabemos habla de un retiro de territorios (no de todos los territorios), y aunque incluso se habla de intercambio de territorios, la iniciativa habla en su introducción claramente acerca de un estado palestino que se conformará en los territorios ocupados desde 1967. 4) La iniciativa francesa condena duramente los asentamientos, indica que no tienen una base legal, e incluso evita condenar el terrorismo o la incitación al odio de los palestinos, 5) Sin tener relación con lo que sucede en el terreno, se escribe que Gaza, que está gobernada por el Hamás, será un parte inseparable del estado palestino.
En la presente situación, una iniciativa israelí es preferible a cualquier inciativa internacional posible. En vez de preocuparse de forma pro-activa por nuestro futuro, y conducir hacia una realidad de dos estados, que es un interes israelí claro, el gobierno de Israel continúa hundiendo en el barro a la carreta sionista. Es el momento de una inciativa política balanceada, a través de la cual aseguremos el futuro de Israel como el estado nacional, democrático y seguro del pueblo judío. Es necesario dirigirse hacia una separación de los palestinos. Es necesario una división territorial del espacio ubicado entre el río Jordan y el Mar Mediterráneo en dos estados nacionales. Hay que adoptar iniciativas políticas para fijar los límites de forma que expresen las bases de nuestra presencia, de acuerdo a lo expresado en la declaración de la independencia: Un estado democrático con una mayoría judía.
Ante las dificultades para avanzar en las negociaciones regionales y bilaterales, hay que proceder a crear una realidad de dos estados estableciendo un límite entre ellos de forma indepediente, hasta que se logren las condiciones para alcanzar un acuerdo con un límite permanente. Decidir el tema de los asentamientos que están fuera de los bloques territoriales será algo inevitable, y será necesaria una preparación de la opinión pública y una participacion popular para tomar una decisión, en pos de un estado judío y democrático. Esto, preservando las capacidades militares de Israel en los territorios de Judea y Samaria hasta el Río Jordán, hasta que se logre una alternativa diferente.
Ese es el camino, siendo que a la derecha de esto vemos una extremización nacionalista, que nos traera un estado Apartheid con una minoría judía y a la izquierda vemos impotencia, la fantasia de una paz verdadera, la que no se puede alcanzar en estos momentos.
Por lo tanto, el que se opone a la iniciativa francesa debe comprender que para sacar a Israel del pozo político y securitario es necesaria una inciativa: límites, con un acuerdo o son él, alrededor de una mayoría judía, y democrática. Una iniciativa israelí, para beneficio de Israel y por su seguridad. En contra del Primer Ministro, el líder de la oposición Hertzog ha leído correctamente el mapa, y presentó su plan político actualizado. A pesar de las críticas que recibio al presentar Hertzog su plan, tanto desde la izquierda como de la derecha, se trata de un plan realista, sin fantasias, para conservar la visión del plan sionista, para crear una realidad de dos estados, a traves de pasos que nos lleven a una separación en dos estados nacionales.
Está bueno eso. Los demás países reconocen el estado palestino, e Israel fija las fronteras y demás detalles.