¿Un hombre, un voto, una vez? El líder de Hamas, Ismail Haniyeh (izquierda), y el líder de Fatah, Mahmoud Abbas (también presidente de la Autoridad Palestina) fotografiados votando en las últimas elecciones para el Consejo Legislativo Palestino, que tuvo lugar en 2006.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
- Después de muchos años de estar amordazada, la joven guardia de Fatah está encontrando su voz. Pero mientras que los miembros de esta facción desean ver un «cambio de guardia en el palacio palestino», esto no quiere decir que han cambiado su actitud hacia Israel.
- La joven guardia de Fatah no está interesada ni autorizada para renunciar al «derecho de retorno» de los refugiados palestinos – o incluso tomar el paso básico de reconocer a Israel como estado judío. En resumen, los actores pueden cambiar, pero continuará el mismo programa.
- La comunidad internacional, mientras tanto, está ocupada enterrando su cabeza en la arena en el muy desordenado patio trasero de Abbas. Los participantes en la conferencia de paz de Medio Oriente, celebrada en París la semana pasada, pueden haberse perdido la última revuelta contra el presidente de la AP. Si hubieran prestado atención, en lugar de llamar a una solución de dos estados, podrían haber exigido que Abbas y su facción Fatah actuaran juntos, e incluyeran a Israel en el espectáculo. Tal vez también habrían mencionado que esto debería suceder antes de que Hamas se haga cargo de la Margen Occidental y crear otro régimen islamista también allí.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, se enfrenta una vez más a la insurrección – esta vez de la joven guardia en su gobernante facción Fatah.
Incluso la autocracia tiene sus límites, y después de muchos años de estar amordazada, la joven guardia de Fatah está encontrando su voz.
Esta renovada lucha por el poder entre los jóvenes y la vieja guardia es probablemente un signo positivo. Parece indicar que los palestinos quieren ver caras nuevas en el poder. Sin embargo, sólo porque los miembros de esta facción desean ver un «cambio de guardia en el palacio palestino», esto no significa que han cambiado su actitud hacia Israel.
Esta joven guardia, de hecho, no está interesada ni autorizada para renunciar al «derecho de retorno» para los refugiados palestinos – o incluso tomar el paso básico de reconocer a Israel como estado judío.
En resumen, los actores pueden cambiar, pero continuará el mismo programa.
Pero el cambio es a veces bueno. Inyectar sangre nueva en el viejo y corrupto sistema político conocido como la Autoridad Palestina podría ser un comienzo.
Entonces, ¿quién está detrás de este movimiento para introducir cambios en el liderazgo palestino y cuál es el objetivo de esa campaña? ¿Ese esfuerzo tendrá algún impacto en el conflicto palestino-israelí?
La última campaña está siendo librada por funcionarios de alto rango de Fatah pertenecientes al Consejo Revolucionario de Fatah – uno de los dos organismos de toma de decisiones importantes de la facción (el segundo es el Comité Central de Fatah). El Consejo Revolucionario, órgano legislativo de Fatah, tiene más de 80 miembros, la mayoría de los cuales son considerados como representantes de la joven guardia de la facción.
La semana pasada, más de la mitad de los miembros del Consejo Revolucionario de Fatah firmaron una petición llamando a una «revolución correccional» en su facción. Algunos palestinos consideran que la petición marca el comienzo de una «revolución dentro de la revolución». La petición, que exige importantes reformas en Fatah, está dirigida, primero y principal, contra Abbas y sus compañeros de la vieja guardia en el liderazgo palestino.
La petición lleva las firmas de varios funcionarios de Fatah que hasta hace poco eran considerados leales a Abbas. Por lo tanto Abbas está siendo desafiado incluso por aquellos que hasta ahora eran considerados entre sus incondicionales partidarios dentro de Fatah. Este desafío se une al de varios otros funcionarios de Fatah, que se han pronunciado públicamente contra el gobierno autocrático de Abbas.
La petición firmada por los «rebeldes» de Fatah pide la celebración de elecciones largamente esperadas para la facción, y acusa a Abbas de marginar a los líderes jóvenes y negarse a compartir poderes. Las divisiones y disputas internas en Fatah han paralizado efectivamente su capacidad para realizar nuevas elecciones o aprobar reformas y cambios. Esa es otra razón por la que Fatah no está interesada en la idea de elecciones. En las actuales circunstancias, las probabilidades de ganar de Hamas siguen siendo extremadamente altas.
Además, el desorden de Fatah ha creado un enorme cisma. Nunca, en sus cincuenta años de existencia, Fatah estuvo tan dividido. Algunos de sus altos mandos ya han desertado hacia Hamas y la Jihad Islámica. Algunos abandonan Fatah porque perdieron la esperanza en su capacidad para reformarse y deshacerse de los iconos de la corrupción en la facción. Otros fueron a Hamas y la Jihad Islámica porque apoyan la lucha armada contra Israel y no están preparados para ningún compromiso.
La guerra intestina de Fatah ha traspasado los límites de la facción, e incluso de los palestinos. Esta lucha debería atraer la atención de todos los involucrados en los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica del conflicto palestino-israelí. Después de todo, Fatah es la parte palestina que es considerada «socio para la paz» de Israel. Además, esta es la facción que afirma que quiere conducir a los palestinos hacia la condición de estado. La comunidad internacional está tratando con Fatah. Lo que ocurre dentro de las paredes de Fatah, por tanto, debería ser de gran preocupación internacional.
Khaled Abu Toameh es un galardonado periodista que vive en Jerusalén
http://www.gatestoneinstitute.org/8209/palestinians-fatah-mess
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