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| lunes mayo 6, 2024

La verdad acerca de Hezbollah

Sobre todo hay paz y tranquilidad en la frontera con el Líbano. Durante los últimos 10 años ni un solo ciudadano israelí fue arañado y sólo cuatro soldados israelíes murieron.


Partidarios de Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah de Líbano, agitan banderas de Hezbollah y libanesas en el sur del Líbano. (Crédito de la foto: REUTERS)

La buena noticia es que el público israelí está madurando poco a poco y cada vez menos contiene la respiración cuando el secretario general de Hezbollah pronuncia sus inflamatorios discursos.

En el pasado los medios de comunicación israelíes estaban preocupados por los discursos que pronunciaría Nasrallah.

Durante el fin de semana, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, pronunció otro discurso y obtuvo muy poca atención en Israel.

En otras palabras, Hezbollah y Nasrallah ya no son noticias de primera página. Esto también se debe a que, lenta pero seguramente, los medios de comunicación israelíes y el público en general han cambiado su percepción de la Segunda Guerra del Líbano, de la que ambas partes están conmemorando el 10º aniversario.

A diferencia de los primeros años después de la guerra, cuando era promovida por los medios como un fracaso colosal, hay un creciente reconocimiento de que a pesar de los fracasos tácticos, le dio a Israel importantes logros estratégicos.

Sobre todo hay paz y tranquilidad en la frontera con el Líbano. Durante los últimos 10 años ni un solo ciudadano israelí fue arañado y sólo cuatro soldados israelíes murieron.

Desde esa guerra fueron asesinados varios comandantes de alto rango de Hezbollah, incluyendo al «ministro de defensa» Imad Mughniyeh y a su sucesor y cuñado, Mustafa Badreddine, en operaciones atribuidas al Mossad. Esto muestra cómo la inteligencia israelí logró penetrar profundamente en el grupo chiíta libanés.

Hezbollah es una organización mucho más débil, mientras que Israel es mucho más fuerte. Esto se debe también a la sangrienta guerra civil en Siria en la que, al menos, 1.600 combatientes de Hezbollah murieron y otros 6.000 resultaron heridos. No es un asunto menor para un ejército – reclutas y reservistas sumados – de 45.000.

Además de todo esto, Hezbollah tiene problemas financieros, hasta el punto de que retrasa los pagos a sus miembros y las familias de las víctimas y, ciertamente, a sus proveedores. No es de extrañar que Hezbollah esté desanimado y todos sus representantes, incluido Nasrallah, dicen que no quieren ser arrastrados a una nueva ronda de guerra con Israel.

Es cierto que Hezbollah ha acumulado más de 100.000 misiles y cohetes, un millar de los cuales, por lo menos, son de largo alcance y lo suficientemente precisos para impactar en casi cualquier lugar estratégico y militar de Israel. Hezbollah también está mejor equipado y entrenado que hace 10 años. Cuenta con una mejor inteligencia y con aviones no tripulados.

En su discurso, Nasrallah, una vez más, se jactó de la fuerza de su organización y su determinación de seguir adelante con su lucha para «resistir» a Israel.

También se jactó de que Israel es un país débil desgarrado por sus divisiones sociales y económicas, una especie de repetición de su discurso después de la guerra de 2006 en el que comparó a Israel con una tela de araña.

Él es sensato. El líder de Hezbollah, conoce el verdadero equilibrio de poder entre las dos partes. En caso de que estalle una nueva guerra, la maquinaria militar israelí aplastará a Hezbollah, matara al mayor número de sus tropas que sea posible y destruirá sus arsenales y bases. Hezbollah no es rival para las FDI. El público israelí lo sabe y lo mismo ocurre con Nasrallah.

http://www.jpost.com/Arab-Israeli-Conflict/Analysis-The-truth-about-Hezbollah-464108

 
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