ISIS se aleja del sueño del Estado Islámico

El reforzamiento de los kurdos, la operación turca y la perdida de ciudades y poblados devuelven a la organización lentamente hacia los lugares desde donde comenzó… otra fuerza armada en el territorio sirio-irakí que no define la guerra pero que provoca muerte y daño.

La muerte esta semana de Abu Muhammad Al-Adnani, portavoz del Estado Islámico (DAESH o ISIS), quien era responsable de sus operaciones en Siria, no está destruyendo a la organización yihadista, pero disminuye en gran medida la calidad de sus altos mandos. Si tomamos los textos publicados por ISIS como una forma de medir su estado de ánimo, entonces el anuncio de la muerte de Al-Adnani por obra de un ataque aéreo estadounidense revela la frustración y tal vez la naturaleza de su próxima estrategia. “¿Cree usted, América, que su victoria llegará por matar a un oficial o a otro. Esta es una victoria falsa. Es que acaso América triunfó cuando fue asesinado Abu Musab (al-Zarqawi, líder de Al-Qaeda en Irak), Abu Hamza, u Osama (Ben Laden)?, ¿Acaso alcanzará la victoria después de muerto Omar Al-Shishani, o aquel fulano o tal mengano? ¿Es que acaso crees América que nuestra derrota traerá la pérdida de una ciudad o área? ¿Fuimos derrotados cuando perdimos territorios de Irak y nos quedamos en el desierto sin una ciudad o tierra? ¿Vamos a ser derrotados si nos conquistan las ciudades de Mosul o Al-Raka o todas las ciudades, volviendo a nuestro punto de partida? La derrota es la pérdida del deseo y la pasión por luchar”.

Se trata de un mensaje extraordinario, aparentemente destinado no sólo a elevar la moral sino también a preparar a la gente para las futuras “derrotas” que va a sufrir ISIS. Por otra parte, indica la disposición de la organización para cambiar la estrategia que la ha caracterizado desde el inicio de la campaña de conquistas tanto en Siria como en Irak desde junio de 2014. La novedad sustantiva introducida por ISIS fue su capacidad para apoderarse de grandes áreas en Irak y Siria, el establecimiento de un región continua de dominio, el auto calificarse como “Estado islámico”, que gestionaba las ciudades y zonas como si fuera realmente un estado, con la operación de fuentes de financiación no convencionales, tales como la venta de petróleo, la apropiación de productos agrícolas, la recaudación de impuestos y tasas, y la ejecución de un eficiente y profesional programa de propaganda que no se había visto antes nunca. Cuando ISIS se refiere al punto de partida se remonta a la época en la que era una organización asesina en Irak o quizás también al período en el cual era parte integral de Al Qaeda en Irak.

Esta declaración todavía no es una admisión de fracaso o una rendición pero después que los kurdos se apoderasen de la ciudad Siria de Manbijch , y a continuación, los turcos y el Ejército Libre de Siria tomasen casi sin lucha la ciudad Girabolos adquiriendo el control de una franja de tierra de 400 kilómetros cuadrados a lo largo de la frontera norte de Siria, y después que las ciudades iraquíes de Ramadi y Faluya fuesen liberadas… y a la vista que las preparaciones para el ataque y la liberación de Mosul y A-Raka avanzan a un ritmo veloz en comparación al pasado… ISIS se ve obligada a asumir algunas conclusiones.Quien busca señales suplementarias para explicar el cambio en la posición de la organización, puede encontrarlos en los enfrentamientos que tienen lugar entre sus seguidores y los que desertaron, sobre todo entre las milicias de Irak y las tribus sunitas en Irak para compartir el botín antes que caiga Mosul. Estos ya no son conflictos locales, tales como los ocurridos alrededores de la ciudad de Deir Al-Zor, en el noreste de Siria la semana pasada o en la ciudad Hawigia en Irak, o entre los yihadistas tunecinos y los combatientes que no provienen de países árabes a la luz una serie de cierre de cuentas internas, ahora también entre los líderes de ISIS no hay calma.

Uno de los conflictos más conocidos surgieron entre Al-Adnani (o su nombre completo: Taha Subahi Palaja) y Abu Lukman (Ali Musa al-Sabaji) sobre la conducción de la guerra en Siria. Al-Adnani, nacido en la provincia Adelib en el norte de Siria, fue encarcelado anteriormente durante varios años en Irak y fue interrogado por las fuerzas estadounidenses a causa de su pertenencia a Al Qaeda. Tras ser liberado de prisión en 2010 se reincorporó a las filas de Al Qaeda y desde allí pasó a ISIS y combatió bajo el mando de Abu Omar Al-Baghdadi. Fue enviado a Siria por el sucesor de Abu Omar, Abu Baker al-Baghdadi, el actual líder de ISIS. Con él llego a Siria, Abu Mohammed Al-Giuliani, que estableció la Organización Javat Al-Nusra que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los rivales de ISIS.

Mapa completo de las distintas fuerzas en Siria y Turquía

Verde muestra las fuerzas pro-Turcas, amarillo las fuerzas Kurdas, rojo el regimen de Assad con el apoyo de Iran y Hezbollah y en color gris ISIS.

Al-Adnani fue nombrado portavoz de todo ISIS y sobre sus hombros también cayó la tarea de gestionar las actividades de la organización fuera de los países árabes, incluyendo el diseño y la producción de los ataques terroristas en Europa. Cuando Al-Baghdadi fue herido en un ataque aéreo hace un año, se mencionó a Al-Adnani como candidato para reemplazarlo, pero no el principal candidato ya que no se considera que tiene la educación religiosa suficiente para ese cargo. Junto Al-Adnani, fue nombrado Abu Lukman como gobernador de A-Raka, la capital del estado islámico en Siria. Hace unos cuatro meses, después de feroces batallas entre los kurdos e ISIS al norte de A-Raka, Al-Baghdadi decidió trasladar a Abu Lukman hacia Irak y le entregó la responsabilidad a Al-Adnani para las actividades operacionales en toda Siria.

Según los informes de desertores de ISIS, se hicieron cambios de personal en Siria no sólo por el fracaso militar de Abu Lukman, sino también, y quizá por sobre todo, debido a los frecuentes conflictos entre Al-Adnani y los seguidores de Abu Lukman alrededor de la construcción de un centro de poder alternativo que pudiera poner en peligro la posición Al-Baghdadi. El líder de ISIS se ha quedado ahora con muy pocos oficiales superiores cuya lealtad puede contar sin dudarlo. Pero si las derrotas de ISIS continúan y se multiplican, sobre todo si se libera Mosul y A-Raka, se puede producir una terrible lucha interna en la cadena de mando quienes podrían ajustar cuentas con Al-Baghdadi y posiblemente destituirlo. Al mismo tiempo, no queda del todo claro la actitud que adoptarán los voluntarios procedentes del extranjero, principalmente de países como Chechenia y los del Cáucaso, si sienten que ISIS comienza a desmoronarse. Una gran parte de estos voluntarios llegaron asociados a organizaciones radicales que operan en el Cáucaso contra Rusia, por lo que no tienen a dónde ir. Por el contrario, los voluntarios sirios e iraquíes, que son la mayoría de los activistas de ISIS, tendrán que encontrar un refugio o bien en otros países árabes, como Libia o Yemen, u optando por la creación de una nueva organización terrorista que actúe contra la rehabilitación del régimen de Siria y contra el gobierno iraquí. Esto transformará a ISIS en otra organización en el plano sirio e iraquí que no tiene la capacidad de definir una guerra pero que si tiene la capacidad de causar daños y muerte.

Afortunadamente para ISIS no sólo ellos están inmersos en conflictos y enfrentamientos. También las milicias en Siria, los kurdos, los estadounidenses, los iraquíes, iraníes y turcos presos se encuentras en un capullo repleto de problemas complicados. Así vemos a Washington ocupando el papel de un policía de tráfico de pie en la rotonda y gesticulando hacia todas las direcciones. Hace apenas una semana, John Kerry, amenazó a los kurdos que no “se atrevan” a cruzar el río Eufrates y les ordenó retirarse inmediatamente de Mamnbijch. Las bendiciones que extendieron desde Estados Unidos hacia la operación turca en el norte de Siria, se vieron obligados a tragárselas poco después de que se hizo evidente para ella que el programa NO se llevaba a cabo de acuerdo con el procedimiento descrito por Ankara. Pero hay una diferencia entre poner freno a los avances de los kurdos que hacer lo mismo con el ejército turco, que sigue corriendo hacia el sur para construir una franja de separación entre ellos y los combates en Siria. Los EE.UU. quieren eliminar a ISIS mientras que Turquía quiere destruir a ISIS pero también a los kurdos. Estos dos deseos se enfrentan ya que para destruir a ISIS es necesario contar con los kurdos.

ISIS se retira pero ¿quién gobernará en esa esquina? ¿Los kurdos? Dios no lo quiera, ya que eso significaría la creación de un cantón independiente kurdo en el norte de Siria. ¿Quizás las milicias sirias? De ninguna manera… ya que eso significaría que Assad ha triunfado. En este vacío entran los turcos. Sin un esquema para poner fin a la crisis, y mucho menos la siguiente etapa, el siguiente paso puede ser similar a lo que ocurrió en Irak después de la retirada de las fuerzas estadounidenses en 2011 – “una guerra civil”. Pero no va a ser esa la preocupación de Washington o de Rusia. Al igual que Irak, la tierra ha dejado de importar hasta que ISIS conquistó trozos de la misma.

La experiencia en el Líbano, Afganistán, Yemen, Libia e Irak, muestra que una guerra civil no es un marco cerrado sino que es un agujero negro que atrae a fuerzas externas y se los traga. Tal desarrollo es aún más peligroso que la situación actual en Siria, donde todavía hay un cierto nivel de cooperación entre las grandes potencias y los países que participan en los combates. A esto hay que agregarle un sombrío signo de interrogación sobre la identidad del próximo presidente de los Estados Unidos: ¿Hillary Clinton decidirá recortar las pérdidas, retirarse de Siria y permitirá a Rusia gestionar la arena de forma exclusiva incluso soportando un golpe en la arena internacional?, o quizás el aislacionista Donald Trump es quien hará este trabajo para los Estados Unidos.