[La respuesta de las FDI al lanzamiento de cohetes desde Gaza, miércoles (Foto: Reuters)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
La pequeña organización salafista Ahfad al-Sahaba Aknaf Bayt al-Maqdis, que el miércoles lanzó un cohete contra la ciudad sureña israelí de Sderot, se ve a sí misma como una de las ramas de ISIS en Gaza, y por lo tanto incluyó un pequeño símbolo de ISIS en el comunicado que emitió para reclamar responsabilidad por el lanzamiento del cohete.
A esta organización le gustaría tomar el lugar de Hamas en Gaza, pero dado que su poder militar es limitado, está tratando de lograr que Israel vapulee a Hamas y haga su trabajo para ellos. Hamas es consciente de ello y está deteniendo a los miembros de la organización e impidiéndoles lanzar cohetes para tratar de encender otra guerra en Gaza.
Las recientes declaraciones del establishment de defensa, de que la próxima vez las FDI destruirán a Hamas, están estimulando la motivación de la organización salafista. Esa es también la razón por la cual sus miembros están disparando sus cohetes a plena luz del día, hacia una zona densamente poblada en Israel, intentando, explícitamente, producir muertes.
En el pasado, estas organizaciones solían disparar sobre áreas abiertas, ya sea debido a incompetencia o porque tenían miedo de ser blanco de Israel. Ahora, sin embargo, están intensificando su provocación, con la esperanza de finalmente tener éxito – en caso de muertes, y sobre todo si son niños los lastimados – en provocar una ronda de guerra en la que Israel derribe al gobierno de Hamas en Gaza.
La Dirección de Inteligencia de las FDI está familiarizada con este fenómeno y sabe muy bien que Hamas no está interesado en otra ronda de combates en este momento. El liderazgo del ala militar de la organización cree que no está suficientemente preparada para la próxima guerra: Se enfrenta a problemas para renovar su arsenal de cohetes debido a los intentos de contrabando frustrados por Israel, debido al asedio egipcio y, según informes, debido a los daños al sistema de túneles.
[Lugar donde explotó el cohete en Sderot, miércoles (Foto: Barel Ephraim)]
Este estado de cosas le crea un serio dilema a Israel. Por un lado, el gobierno y el establishment de defensa no pueden permitir una situación en la que un cohete, de vez en cuando, sea disparado desde Gaza, que por suerte no causa ningún daño. Por otro lado, si las FDI lanzan otra importante operación en Gaza, podría terminar en muchas muertes y, más importante, crear una dinámica de escalada que se desarrollaría en otros frentes, como en el norte o en Sinaí.
Este no es un dilema nuevo, y la receta utilizada para tratarlo ha sido un estándar durante más de un año. En primer lugar, inmediatamente después del lanzamiento de cohetes, las FDI contraatacan con tanques y misiles a la línea fortificada y de observación de Hamas. Esta línea de fortificación se encuentra justo en la frontera, para permitirle a Hamas frenar la infiltración israelí y lanzar rápidamente una ofensiva en territorio israelí. Golpear esa línea perjudica a Hamas.
En la segunda etapa, aviones de la Fuerza Aérea atacan objetivos de la infraestructura ofensiva de Hamas en lo profundo de la Franja de Gaza, ya sean campos de entrenamiento, almacenes de municiones o el puerto desde el que Hamas planea enviar su fuerza de comando naval, si se desarrolla otra ronda de combates.
Los ataques desde tierra y desde el aire tienen por objeto aumentar la motivación de Hamas para actuar en contra de la organización rebelde y frustrar su fuego de cohetes – por ejemplo, a través de detenciones preventivas de sus activistas. También están dirigidos a reducir gradualmente la fuerza de Hamas, en sus puntos débiles más dolorosos, afectando negativamente su capacidad de combate en la próxima ronda.
pues entonces lo que Israel tiene que hacer es simplemente que se mantenga en actividad el avispero ahi adentro