Aunque Irán cambie la cúpula de su gobierno, el objetivo siempre es y será el mismo. Un perro con diferente collar pero un perro rabioso que al fin y al cabo nunca cambiará. Como para no extrañar los tiempos de Ahmadinejad en el poder, los actuales voceros políticos del gobierno siguen profiriendo amenazas, culpando al pueblo de Israel y a los judíos de todos los males del mundo. Si alguien piensa que alguna cosa les hará cambiar de opinión están equivocados. Viene con la matriz de los ayatolahs que siempre manejan el poder en Irán.
Dos pueblos que una vez fueron amigos
Eran otros tiempos, corrían los años 60 y 70 cuando Irán era mucho más parecido a los países de occidente. Un pueblo culto que estudiaba en Universidades mixtas, con modistos que marcaban el ritmo de la moda mundial. Los conjuntos interpretaban música de todos los ritmos en los grandes bailes. Se podían ver pequeñas mini faldas, shorts y prendas muy sensuales en bellas mujeres. La publicidad de los productos iraníes no tenía nada que envidiar a la que podía verse en otros países democráticos. Hasta que llegó la Revolución Islámica en 1979 que cambió la vida de los ciudadanos, sometiéndolos y llenándolos de prohibiciones absurdas. Muchas de ellas aún subsisten y otras fueron agregadas. Con el nuevo régimen tratando de amordazar cualquier manifestación opositora quedó prohibido leer cierta literatura occidental y a las mujeres se les impuso el código de vestimenta islámico. Las recetas de cocina extranjeras no se podían difundir como si el sabor de la comida pudiera ser subversivo contra el nuevo régimen. En aquellos años Israel e Irán se interrelacionaron en temas de la ciencia, en competencias del deportes, los ajedrecistas iraníes se medían con sus pares israelíes, personalidades iraníes e israelíes asistían sin problemas a conferencias sobre música, cultura u otros temas, incluso las realizadas en Israel. El derrocamiento del Sha y la llegada de los islamistas fanáticos dieron por tierra con toda esa relación. ¿Dónde están esos iraníes que conocieron otra forma vida? ¿Donde esas mujeres que vestían a la moda y estudiaban? ¿Dónde están sus hijos, esos que ya crecieron bajo el yugo y las amenazas del poder fanático? ¿Es que está todo perdido o el odio a los judíos es solo del gobierno y de una parte de la población? No hay posibilidad de saberlo ya que las libertades fueron cercenadas. La oposición no puede manifestarse sin real peligro de morir o ser castigada en forma cruel. La realidad de hoy nos dice que Irán es el mayor peligro para Occidente, comenzando por Israel.
Reunión Trump con Netanyahu
Hoy todo se juega en los medios, esos que Trump denosta pero también utiliza. Nadie puede ganar una elección sin ellos, incluso si están en contra. Si un político o gobernante no está allí nadie sabe que existe, nadie lo tomará en cuenta. Cualquier declaración política, cualquier acto público, y hasta muchas charlas en ámbitos privados, se convierten en un “mensaje directo” que en la práctica vale tanto como un comunicado oficial. Por ello los iraníes acusaron recibo de las palabras del Presidente de los Estados Unidos sobre que “no permitirá a Irán tener armas nucleares, ni ahora ni nunca”. Inmediatamente, la agencia estatal de noticias iraní difundió las palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores, Bahram Qasemi replicando que “el arsenal atómico del régimen sionista es la mayor amenaza para la paz y seguridad tanto regional como global”. Mientras tanto Trump manifestó que “uno de los peores acuerdos que he visto es el de Irán”. “Mi gobierno ya ha impuesto nuevas sanciones y haré mucho más para prevenir que Irán vuelva a desarrollar nunca más un arma nuclear”. Sin embargo está claro que Irán no necesitaba esas declaraciones ni otros incentivos para odiar a Israel y desear destruirlo. El odio y la obstinación contra lo que llaman la Entidad Sionista son cuestión de Estado, casi el leitmotiv que los guía y los impulsa.
¿Está Trump realmente decidido a los cambios?
Ya hemos visto a Trump cambiar sus objetivos al conocer las dificultades que ponerlos en práctica traería a su Administración. Lo vimos postergando el cambio de su Embajada a Jerusalén en forma indefinida o sacando el cuerpo a una definición en el tema de los asentamientos. ¿Cómo podemos estar seguros que no hará lo mismo en este tema que es aún mucho más complejo? Él ha declarado no estar de acuerdo en absoluto con el marco en que se manejaron las relaciones con el Medio Oriente hasta el momento. El va a producir cambios, pero, ¿clavará el cuchillo hasta el hueso? o ¿solo será un maquillaje para mantener las buenas relaciones con su amigo Netanyahu? En los próximos meses sabremos cual es la realidad. En todos los escenarios, Israel corre peligro y debe estar preparado para defenderse o quizás incluso para atacar. Cuando Trump habla de alcanzar la paz en negociaciones da la impresión de que no conoce a los palestinos, pero mucho menos a quienes los apoyan o promueven el terror dando dinero, armas y apoyo a las organizaciones terroristas que acunan en su seno. Si nada se ha logrado hasta ahora, ¿qué puede indicar que habrá otros resultados? ¿Quién cree que un interlocutor judío va a convencer a los palestinos? Y si así fuera, ¿cómo podemos pensar que Irán y todos los que promueven el terrorismo les permitirán aceptar las propuestas? Mientras Trump habla de un proceso apoyado por los árabes, y declara que “Estados Unidos impulsará un gran acuerdo de paz trabajando en ello de una forma muy diligente“ todo se parece cada vez más a un cuento, una utopía que nadie va a alcanzar.
Los palestinos construyen túneles y consiguen armas
Mientras Trump, Netanyahu, Irán y los medios siguen con su dialéctica hay una sola realidad en el terreno. Hamás continúa armándose hasta los dientes aprovechando una semi calma que les permite avanzar en sus planes. Invierte la mayoría del dinero que consigue para ayudas en ese objetivo o en la construcción y reparación de túneles. Muchos de esos túneles, se dice que por lo menos quince, llegan al mismo territorio de Israel. Si el Ejército israelí está preparándose para destruirlos no lo sabemos porque no hay noticias de ello pero esperemos que así sea antes que cueste la vida a ciudadanos y soldados. Desde los círculos de gobierno hay solamente silencio y como no es lógico creemos que debe haber un plan al respecto. En definitiva, los vecinos de Israel trabajan para cometer atentados o lanzar misiles cada vez con más peligro y en mayor cantidad. No hay un solo sector o una sola línea palestina trabajando para conseguir la paz o un acuerdo. Como el tango que se baila de a dos, no hay posibilidad alguna de concretar el baile de la paz en estas condiciones.
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