Gaza. La Verdadera Catástrofe

Al cumplirse diez años del gobierno de Hamas en la Franja de Gaza, el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas declaró este miércoles que «el golpe de Hamas, fue una segunda nakba».

«Nakba», que significa «catástrofe», es el término con el que los palestinos se refieren a la creación del Estado de Israel, asegurando que su nacimiento fue lo que creó la tragedia del pueblo palestino. En cuanto al «golpe», cabe recordar: Hamas había obtenido la mayoría en las elecciones legislativas palestinas del 2006, mientras la Presidencia seguía en manos de Al Fatah, concretamente de Abbas. La dinámica entre ambos grupos fue negativa desde un comienzo y Hamas, que acusaba a Al Fatah de no respetar su mayoría, resolvió simplemente echar de Gaza a sus representantes, tirando inclusive de los techos a sus adversarios. Por la fuerza pues, se apoderó del poder absoluto en Gaza, y el «golpe» quedó concretado en la práctica el 14 de junio del 2007.

Con su nueva declaración sobre la «nakba» de 1948 y la del 2007, Abbas transmite dos mensajes peligrosos. Primero, afianza la noción de que la existencia misma de Israel es una tragedia para los palestinos, lo cual es muy distinto de decir que critica tal o cual política del gobierno o que condena la ocupación de determinados territorios. En segundo término, sus palabras parecen abrir la puerta a un nuevo conflicto abierto con Hamas, al colocarlo al mismo nivel que Israel, lo cual desde un punto de vista palestino es declararlo abiertamente como enemigo.

Claro está que en estos diez últimos años, a pesar de ciertos intentos fallidos- quizás no reales- de reconciliación, la tensión se mantuvo todo el tiempo. Pero las nuevas palabras de Abbas nos parecen un paso más en la concientización de los palestinos sobre la imposibilidad de lograr una unión. Ello, dicho sea de paso, tiene derivaciones también sobre Israel, ya que ante la eventualidad de negociaciones reanudadas con la Autoridad Palestina, permanecerá de fondo la difícil pregunta sobre su representatividad, si Gaza es territorio enemigo que no acata las órdenes de Abbas.

Ineludiblemente, debemos detenernos en la «nakba». Lo catastrófico para los palestinos fue la actitud de «todo o nada» abrazada por los árabes, que prefirieron guerra contra el estado naciente para intentar impedir su creación, aunque ello significaba decir «no» también a la creación de un estado árabe que según la ONU, debía nacer junto al estado judío. Y de esta responsabilidad no están exentos los propios palestinos ya que si bien sus hermanos árabes no los llevaron por buen camino, su propio liderazgo fue nefasto, con el Mufti de Jerusalem Hajj Amin el-Husseini, aliado de Hitler, bregando por el asesinato de todos los judíos y azuzando a la guerra.

En lo que sí tiene razón el Presidente Abbas es en lo catastrófico que ha sido el golpe de Hamas hace diez años, para la Franja de Gaza. Y sigue siendo una luz roja de advertencia para la AP , consciente de que Hamas intenta fortalecer su presencia en Cisjordania, con miras a derribarle también allí.

Y esta tensión interna cobra un alto precio a la población palestina de la franja que lidia con numerosos desafíos, entre ellos serias limitaciones en el suministro de la electricidad, el tema candente de los últimos días.

Desde hace ya mucho tiempo que los palestinos de Gaza no tienen más de unas cuatro o cinco horas de electricidad por día. Y ello seguramente se agravará de inmediato, al pedir la ANP a Israel que reduzca su abastecimiento, a lo cual el gabinete de seguridad israelí accedió parcialmente. La decisión fue aprobar una reducción del 35%, con lo cual se intentó maniobrar entre la posición israelí contra Hamas como organización terrorista y por otro lado el riesgo de una crisis humanitaria que afecte a la población civil.

El Primer Ministro Benjamín Netanyahu aclaró que «esta es una discusión interna palestina, ya que Hamas exige que la Autoridad Palestina pague por la electricidad de Gaza, pero la AP rehusa hacerlo».

Eso no significa sin embargo que las eventuales derivaciones de esta situación de conflicto entre los propios palestinos, no las vaya a sentir directamente Israel, que es quien suministra en la práctica la electricidad. Esta semana, al aprobar el gabinete israelí la reducción, Hamas publicó un comunicado advirtiendo que «esto aumenta el riesgo de una explosión».

Hamas, toma a la población de Gaza de rehén. En su primer decenio en el poder, Hamas no ha logrado mejorar en nada la situación de la población palestina. Su control es absoluto y totalitario y la población no vive en libertad. El porcentaje de desempleo supera el 50% y gran parte de los recursos de Hamas son canalizados a su infraestructura armada y la construcción de túneles-incluyendo parte de la electricidad que recibe- y no a la población.

Eso sí que es una «nakba».

Y como ocurre tan a menudo, Israel está en el medio, con no pocos dilemas.

Debe considerar por un lado que no tiene por qué pagar la electricidad que Hamas usa en parte para sus túneles. Por otro, debe ser consciente de que pida lo que pida Abbas, no resulta muy probable que limitando la electricidad a Gaza, se esté alentando a la población palestina a levantarse contra el régimen totalitario de Hamas, sino sumiéndola en un nuevo problema.

Israel se fue de Gaza en setiembre del 2005. Impone las limitaciones necesarias para preservar su seguridad, pero permite la introducción diaria de numerosas mercaderías a Gaza. Recibe pacientes de Gaza en sus hospitales y aunque su frontera no está abierta sin limitaciones, lo está mucho más que la frontera entre Gaza y el vecino Egipto.

Tiene que maniobrar entre sus consideraciones de seguridad y su criterio humanitario.

Lo que cabe lamentar es que en el medio, está la población civil palestina, presa de un régimen oscuro. Esa es la «nakba» de Gaza.