Niños palestinos llenan contenedores con agua potable durante el Ramadán en el centro de Gaza. MOHAMMED SABEREFE
-
La reducción eléctrica -motivada por la decisión de la Autoridad Nacional Palestina, enfrentada con Hamas- de disminuir su financiación deja a Gaza con unas tres horas de electricidad al día
La compañía eléctrica nacional de Israel ha iniciado este lunes la reducción del suministro a la Franja de Gaza a raíz de la decisión del Gobierno de Benjamin Netanyahu tomada la semana pasada a petición del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen.
La decisión del líder de Al Fatah de reducir en un 40% el pago del suministro de electricidad israelí en el marco de su dura pugna con el grupo islamista Hamas que controla ese territorio con mano de hierro desde hace 10 años y la reducción de Israel tienen un primer efecto: los habitantes de la paupérrima Franja sólo podrán disponer de alrededor de tres horas diarias de electricidad. Con todo lo que ello supone. Como efectos a medio plazo, una mayor crisis en Gaza y un aumento de las posibilidades de un enfrentamiento armado.
«El suministro se reducirá en dos de cada 10 líneas cada día hasta que esta disminución se aplique al conjunto de las 10 líneas», comunicó la compañía israelí condicionando la medida al pago de la factura estimada en más de 11 millones de euros al mes.
Según indicó Mohammed Thabet, en nombre de la compañía gazatí de distribución de electricidad, Israel ha pasado de 120 megavatios que suministraba a 112.
«La decisión de la ocupación puede provocar una explosión de violencia. No promoveremos una guerra ni estamos interesados pero la continuación del bloqueo de Gaza es ilegal pero también muy peligroso», avisó Hamas hace unos días.
En Israel aseguran que es un tema interno palestino pero son conscientes de que el deterioro de la situación en Gaza puede llevar a Hamas -que por un lado teme protestas internas de los habitantes alentadas por Al Fatah y por otro ser víctima colateral del aislamiento regional que padece su principal patrocinador Qatar– a promover un nuevo enfrentamiento armado. De ahí que la decisión de Netanyahu de seguir el guión de Abu Mazen haya sido criticado por algunos analistas locales que advierten que puede desembocar este verano en un violento escenario.
De momento, la reducción del suministro de electricidad no se ejecutó este lunes en las dimensiones anunciadas hace una semana en lo que se interpreta como una forma de presionar a Hamas para que acepte las propuestas presentadas estos días por Egipto y por algún país europeo para resolver un problema que afecta de forma muy negativa a los dos millones de habitantes de Gaza.
Como nos dice por teléfono un habitante del barrio de Rimal «en Gaza no hay escasez de alimentos o productos básicos pero si no tienes generador y con sólo dos o tres horas días de electricidad la vida puede ser terrible».
Al margen de los 120 megavatios en 10 líneas que proporcionaba Israel hasta este lunes, la electricidad de Gaza procede de Egipto y de la única central eléctrica local que sin embargo está inactiva desde abril por falta de combustible. Se estima que la Franja necesita entre 450 y 500 megavatios.
Abu Mazen presiona a Hamas
No hay duda de que Abu Mazen, harto del poder absoluto de Hamas en la Franja al que acusa de no pensar en los habitantes sino en su brazo armado, enseña músculo. Y presión económica. A cambio de volver a financiar completamente la electricidad y los salarios de los funcionarios en Gaza, Abu Mazen exige a Hamas que devuelva a la ANP el control de esa zona y de sus pasos fronterizos.
Al Fatah, que gobierna en Ramala (Cisjordania), acusa al grupo integrista de «continuar el golpe militar» en alusión al mes de junio del 2007 cuando expulsó por la fuerza a los leales de Al Fatah. Hamas, por su parte, denuncia que Abu Mazen no tiene autoridad como rais ya que la última vez que resultó elegido fue en 2005. Desde el 2007, Abu Mazen no puede pisar Gaza y las acusaciones mutuas alimentan la escisión palestina pese a los diversos intentos de reconciliación con frustrados pactos de Gobierno de unidad.
Israel, que se retiró de Gaza en el 2005 evacuando a unos 8.000 colonos, declaró esa zona «entidad enemiga» tras la toma de control de Hamas en el 2007. El ejército israelí controla los pasos fronterizos de Gaza mientras mantiene un férreo bloqueo marítimo y aéreo. El único acceso que no está bajo dominio israelí es Rafah, a cargo de las autoridades egipcias que, por otro lado, mantienen malas relaciones con Hamas al que ven como un brazo de los «Hermanos Musulmanes«.
«Hamas exige a la Autoridad Palestina que pague la electricidad de Gaza y ésta no acepta. Se trata de una discusión interna palestina pero quiero enfatizar que Israel no desea una escalada», declaró Netanyahu hace unos días mientras el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, añadió: «Si pagan, no tenemos problema en seguir proporcionando electricidad. Hamas prefiere dedicar los impuestos que recauda a sus armas y túneles y no a los habitantes. Ahora pretende desviar la atención de su fracaso y el enfado de los habitantes de Gaza a Israel».
La ONU y varias ONG advierten a los dos principales grupos palestinos enfrentados y a Israel que, sin un acuerdo, Gaza puede sufrir una crisis humanitaria sin precedentes sobre todo en el campo sanitario y del agua potable.
Aunque afirman que no desean protagonizar su cuarto gran enfrentamiento a gran escala desde el 2008, Israel y Hamas saben que el empeoramiento de las condiciones en Gaza puede provocar el gran apagón que encienda la guerra
http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/19/594809ede2704e34678b46e1.html
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.