Agosto fue diplomáticamente difícil para Israel, la Autoridad Palestina y Jordania. Pero a pesar de lo que dijeron los titulares, la cooperación entre israelíes, jordanos y palestinos ha prosperado en el Instituto de Administración Internacional de Galilea (GIMI, en inglés) en Nahalal, una ciudad al norte de Israel.

En julio solamente, GIMI dio un curso de formación a productores de aceite de oliva jordanos, palestinos e israelíes, enseñó a agricultores de los territorios de la Autoridad Palestina a cultivar aguacate, o palta, para la exportación y comenzó a planear un curso a distancia para ingenieros informáticos de Gaza con miras a prepararles para empleo en compañías israelíes.

“Esto no es nada nuevo para nosotros”, dijo el presidente de GIMI, Joseph “Yossie” Shevel. “Hemos estado cooperando con los palestinos durante 30 años”.

Establecido en 1987, GIMI desarrolla y ofrece cursos avanzados de formación para profesionales de todo el mundo de más de 170 países en varios idiomas. Pero las necesidades locales y regionales nunca están lejos de las metas de GIMI.

El curso de cultivo de aguacate se organizó porque GIMI está consciente de que la fruta, que es apreciada por sus propiedades alimenticias, está en gran demanda en Europa. Así pues, pensó que israelíes y palestinos podrían trabajar en equipo para ofrecer un producto de calidad para ese mercado, que se conoce informalmente como “oro verde”.

“Nos pareció que debíamos apoyar a los palestinos para que cultiven aguacates teniendo en cuenta la excelente experiencia que han tenido los israelíes. Sabemos que existe un problema de exportación de productos agrícolas de Cisjordania a Europa y esperamos encontrar la forma de hacerlo”, dijo Shevel a ISRAEL21c.

El curso ha atraído a varias mujeres. Cortesía.

Las exportaciones de aguacate de Israel a Europa han llegado aproximadamente a 100.000 toneladas en los últimos años, lo que representa aproximadamente un tercio del mercado de la fruta durante el inverno en los países de la Unión Europea.

“Tenemos muchos ex alumnos en Cisjordania, así que cuando anunciamos el programa nos ayudaron a difundirlo y 28 personas se inscribieron”, dijo Shevel. Casi la mitad fueron mujeres, algunas de los cuales ya cultivaban aguacates para exportar a países árabes.

El curso, de dos semanas de duración, comenzó con clases en línea dadas principalmente por docentes árabes israelíes y terminó a finales de julio con dos clases en persona y visitas a cultivos al norte del país.

Visitar un cultivo es parte del curso. Cortesía.

Desafortunadamente, durante los dos últimos días del curso los problemas políticos se interpusieron porque la Autoridad Palestina decidió suspender la cooperación con el gobierno israelí debido a los problemas de seguridad surgidos a raíz de los incidentes en el Monte del Templo y los 20 participantes no pudieron continuar.

“Tenían permisos y todo estaba listo”, dijo Shevel. “Esperamos encontrar financiación para que puedan completar el curso más adelante. Normalmente, conseguimos sobreponernos a la política”.

Los ocho agrónomos e ingenieros agrícolas que sí lograron asistir venían de Hebrón, Kalkilia, Tubas y Yenín y “fueron recibidos muy bien por los agricultores israelíes”, dijo Shevel.

El curso no termina con las sesiones formales, agregó. “Ahora vamos a continuar, les ayudaremos a sembrar aguacates y seguiremos trabajando con ellos, especialmente cuando los cultivos estén listos para exportar a Europa”.

Programa innovador

Shevel también espera con optimismo el comienzo de un programa que considera “innovador” y cuyo objetivo es aliviar el desempleo en la franja de Gaza, un territorio al sur de Israel gobernado por Hamas. Muy pocos pueden cruzar la frontera entre los dos en cualquier dirección.

Está previsto que empiece este mes y capacitará en línea a ingenieros informáticos de Gaza para trabajos en Israel a distancia.

“Con la globalización se puede contratar a un ingeniero en cualquier lugar, así que ¿por qué no en Gaza, para mejorar sus vidas?”, dijo Shevel. “Al final del programa buscaremos qué empresas israelíes de alta tecnología les pueden dar empleo. Una empresa grande ya se ha comprometido y tenemos dos fuentes de financiación para el programa”.

GIMI organizó también un curso de formación para ingenieros agrícolas palestinos que estuvo financiado por el Ministerio Israelí de Relaciones Exteriores y la Unión Europea, por medio de la Fundación de Cooperación Económica, un centro de estudios sin fines de lucro en Tel Aviv creado en 1990 para desarrollar, mantener y apoyar la cooperación entre israelíes y palestinos.