La embajadora ante la ONU Nikki Haley en 2016. (Foto oficial de la Oficina del Gobernador por Camlin Moore)
Traducido para PorIsrael.org por Yetty Blum
Tras el retiro de la UNESCO de EE. UU., Haley pone en conocimiento del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
«Por la nación o el reino que no te sirve, tú perecerás; Tales naciones serán destruidas. «Isaías 60:12 (La Biblia de Israel ™)
Tras la retirada de Estados Unidos de un organismo de las Naciones Unidas el mes pasado, la embajadora de los EE. UU. ante la ONU, Nikki Haley, dijo que a menos que el Consejo de Derechos Humanos (UNHRC) modifique sus métodos anti israelíes, Estados Unidos también lo abandonará.
Entre las reformas demandadas por los Estados Unidos está la eliminación del Punto 7, un punto permanente del orden del día que requiere un debate sobre las acciones de Israel en Judea y Samaria en cada una de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de los Estados Unidos. El Punto 7 es esencialmente un foro integrado para criticar a Israel.
Estados Unidos también quiere restricciones contra los principales atacantes de los derechos humanos que están integrando el Consejo, dijo Haley, señalando la reciente incorporación de la República Democrática del Congo.
«El Consejo de Derechos Humanos adoptará estas reformas o Estados Unidos se irá», declaró Haley el sábado por la noche.
Hablando en la conferencia anual de Washington del Consejo Estadounidense Israelí, Haley fue recibida con entusiasmo por una comunidad que la ve cada vez más como la rehabilitadora de Israel en las Naciones Unidas.
Declaró que Estados Unidos nunca más repetiría la «traición» de la administración Obama, que durante sus últimos días en el poder abandonó a Israel en la ONU al permitir que se aprobara una resolución anti-asentamientos en el Consejo de Seguridad.
«‘Mientras yo sea embajadora de Estados Unidos, tal acto de traición nunca volverá a suceder'», recordó haber pensado antes que el gobierno de Trump confirmara su posición.
Condenando a la ONU por enfocarse injustamente en Israel, Haley calificó su obsesión como «ridícula».
«Parece que el tosco análisis de la ONU es la mitad del tiempo contra Israel y la mitad del tiempo para los otros 192 países».
Aunque Israel rápidamente siguió a USA cuando esta se retiró de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el mes pasado, el estado judío, muy vilipendiado por varios organismos dentro de la comunidad internacional, «sigue comprometido con lo que puede parecer una lucha muy solitaria» por influencia diplomática y respeto en la ONU, elogió Haley.
Agregó: «Estoy aquí para hacerle saber al mundo que Israel no está solo».
Sin embargo, continuó, ella es «cautelosamente optimista» de que EE. UU. esté «despojando a la cultura anti-Israel» que encontró en la ONU.
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