El puente visto desde el aire. Foto de Amit Geron.
De 210 m de largo, fue comisionado por la municipalidad y tres firmas contribuyeron a su espectacular diseño.
Conocido como “el puente de doble hélice” o “el puente del ADN”, debido a su original estilo, fue seleccionado por un panel de jueces y se impuso a estructuras de Canadá y Nueva Zelanda. Se inauguró en enero de 2016.
Construido a un costo de 25 millones de dólares, y de 210 m de largo y 36 secciones diferentes, fue comisionado por la municipalidad. La firma Bar Orian Architects lo diseñó y la ingeniería estructural estuvo a cargo Rokach Ashkenazi Engineers. La luminotecnia es obra de Orly Avron-Alkabes
En su veredicto, los jueces dijeron que la obra tiene un “diseño meticuloso, riguroso y bien resuelto, y un concepto imaginativo. Se enmarca bien en el entorno ferroviario y tiene un esquema estructural claro y con ritmo que crea un espacio donde los peatones se sienten protegidos al cruzar sobre las plataformas del tren”.
El galardón, patrocinado por la revista Bridge Design & Engineering, se otorga cada tres años y premia los mejores diseños, renovación e iluminación de puentes peatonales, ecuestres y para ciclistas completado en ese lapso.
La categoría de largo recorrido es para nuevos puentes de más de 75 m de longitud.
Bello