Leímos la traducción de gran parte del discurso pronunciado por el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas en Ramallah el domingo 14 de enero, ante los miembros del Comité Central de la OLP, y el de ayer en la universidad Al Azhar de El Cairo. Habría mucho para analizar respecto a lo que depara el futuro en base a las posturas que expresó, sin olvidar por cierto que Abbas es uno de los jugadores en la cancha, pero que no está solo, y otro es el lado israelí.
Es imperioso prestar atención a sus declaraciones.
En el primer discurso pidió explícita y formalmente que el Comité Central “reexamine los acuerdos entre la OLP y el gobierno israelí”, señalando que “Oslo ya no existe”, a pesar de que la propia Autoridad Palestina es un producto de Oslo. Y en el de Egipto recalcó que “Jerusalem será una puerta a la paz, únicamente si es capital de Palestina, pero será antesala de guerra, inseguridad e inestabilidad, si no lo es”, agregando que “Trump debe elegir”.
Otro punto problemático fue la contradicción -¿doble discurso intencional?- en relación al tema de la violencia como alternativa al diálogo.
Por un lado dijo: “Siempre y para siempre adherimos a las negociaciones como la senda por la cual hay que llegar a un acuerdo político con Israel. No deseamos guerra. Y no llamaremos a una guerra militar contra Israel”. Pero un segundo después, agregó: “Quien tiene armas, que vaya adelante y lo haga. Lo digo abiertamente. Si tienen armas, adelante. Yo estoy con ustedes, y los ayudaré. Todo aquel que tenga armas, puede avanzar. Yo no tengo armas.Yo quiero la senda pacífica política para lograr un acuerdo.Veo que aquí hay sólo unos pocos que apoyan la paz. Todo el resto están por la guerra”.
¿Sólo yo me pregunto si acaso esta última parte no neutraliza totalmente su proclamación anterior?
Parte de la aclaración vino unos segundos después: “Los norteamericanos siempre nos dicen que debemos dejar de pagar salarios a las familias de los mártires y los prisioneros. Nosotros rechazamos categóricamente esta exigencia. Bajo ninguna circunstancia permitiremos perjudicar a las familias de los mártires, los heridos y los prisioneros. Son nuestros hijos, nuestras familias. Estamos orgullosos de ellos y les pagaremos a ellos antes de pagarles a los vivos”.
Esto requiere una aclaración semántica: los “mártires y los prisioneros”, son los terroristas que murieron cometiendo atentados contra Israel, y los que fueron detenidos por su participación en ellos o planificación de ataques. Y el problema central aquí es que esto no se interpreta en el terreno como un deseo de no dejar a una familia desamparada, sino como un premio a la violencia, un incentivo a los terroristas y un elogio de su rol en la sociedad palestina.
Pero más allá del duro significado de todo esto, un aspecto que nos resultó no menos preocupante, fue la flagrante tergiversación de la historia. ¿Cómo puede un gobernante plantarse ante una instancia importante de la organización que él mismo encabeza, que se considera representante del pueblo palestino, y mentir descaradamente, decir barbaridades y falsedades históricas? No sabemos qué es peor, que crea lo que dijo o que mienta a sabiendas, pensando que está bien decirlo públicamente, porque es en esas mentiras que está educando a su pueblo. Otro problema, claro, es que las mentiras van acompañadas de una interpretación por parte de Abbas, que explica a nuestro criterio en gran medida, por qué hasta ahora no se ha logrado un acuerdo.
- “Esta ha sido nuestra tierra desde los tiempos de los Canaanitas, nuestros antepasados. Desde los días de los Canaanitas hasta ahora, nuestros antepasados no han abandonado esta tierra. Estaban aquí antes de nuestro patriarca Ibrahim (Abraham). Nosotros estábamos aquí antes de nuestro patriarca Ibrahim”. Es realmente para pensar que uno está leyendo o escuchando mal.
- “Hemos tratado de poner sobre la mesa el tema del centenario de la Declaración Balfour. Algunas personas nos criticaron por ello preguntando si lo volvemos a elevar después de 100 años. Sí, después de 100 años, y lo seguimos haciendo. Continuaremos hablando de esto hasta que Gran Bretaña se disculpe, pague compensaciones y reconozca al Estado de Palestina”.
- “Pero el tema se remonta mucho más atrás. El fallecido intelectual egipcio Abdel-Wahab El-Messiri era una de las figuras más importantes que hablaba del movimiento sionista y el judaísmo. Sus enciclopedias son bien conocidas en el mundo árabe. El describe así esa entidad: ´La naturaleza funcional de Israel significa que fue evocada por el colonialismo, para llevar a cabo una función específica y por ende constituye un emprendimiento colonialista que no tiene nada que ver con el Judaísmo´”.
Estimamos que fue pensando especialmente en este párrafo de Abbas, que el Presidente de Israel Reuven Rivlin, que vive buscando puentes de diálogo y entendimiento, dijo que el discurso del presidente palestino había sido “terrible”. “Abbas volvió a las ideas que había expresado hace décadas. Se olvidó de varias cosas y dijo exactamente cosas que habían llevado a que se le acusara años atrás de antisemitismo y negación del Holocausto”.
Nos queda mucho en el tintero para un próximo análisis. Esta parte la cerramos con otra nueva prueba que despierta incredulidad.
“Cuando se declaró la resolución de Partición, el Estado de Israel fue creado pero nuestro Estado no. No me pregunten por qué. No lo sé”.
¿No lo sabe? Seguramente lo recuerda bien, porque era un jovencito cuando el mundo árabe dijo un rotundo “no” a aquella resolución y se lanzó a la guerra contra Israel, echando por la borda la posibilidad de crear un Estado árabe junto al Estado judío que trató de matar apenas nacía.
Tres días después, en El Cairo, volvía a la alucinante versión histórica de los palestinos como canaanitas previos a Abraham.
Sinceramente, más allá del significado negativo de todo esto en términos de posibilidad de recuperar la mutua confianza tan perdida entre Israel y los palestinos, sentimos vergüenza ajena por los discursos de Abbas.0
La esperanza es que mientras el Comité Central de la OLP en Ramallah lo aplaudía, alguno de los presentes haya pensado en su fuero íntimo, y quizás también ciudadanos palestinos que lo miraban por televisión, que si quieren realmente llegar a un Estado independiente que les garantice soberanía y dignidad, ese no es el camino.
Israel tiene su Angel guardian qu acabaria con 85 mil hombre en una noche asi qu no es preocupante que un gusano asesino amenace a Israel Jerusalem capital de Israel