Según Aftonbladet, el gobierno sueco se está preparando para volver a emitir el folleto “Si llega la guerra” y enviarlo a los 4,7 millones de hogares en el país. El director de comunicación de las Autoridades de Defensa Svante Werger ha declarado que “estamos anticipando la posibilidad de un ataque armado por parte de una nación extranjera”. [1]
El folleto se publicó por primera vez en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, pero se retiró después del final de la Guerra Fría. Como tal, su reactivación marca un nivel de temor al conflicto que no se ha visto en tres décadas.
Se podría pensar a primera vista que la “nación extranjera” se refiera Rusia, sin embargo, puede que se esté refiriendo a una “nación extranjera” mucho más cercana e interna, puede que se refiera a la Ummah. [2]
Suecia ha recibido gran número de migrantes musulmanes que se han agrupado en guetos que rechazan la cultura y los valores suecos mientras recogen sus cheques de bienestar. Estos guetos se han convertido en zonas prohibidas en las que los suecos y la policía sueca no pueden entrar de forma segura.
Es en estos lugares, zonas No Go que grandes grupos de hombres jóvenes musulmanes, han estado acumulando armas de grado militar, lo que constituye de facto un ejército paramilitar. Migrantes musulmanes han lanzado granadas de mano contra población miembros de los cuerpos de seguridad y se ha observado que estas pandillas de migrantes musulmanes paramilitares vagan por las calles con Kalashnikovs. El Primer Ministro Stefan Löfven hizo la siguiente declaración sorprendente: “Si bien no es mi primera acción usar el servicio militar, estoy preparado para hacer lo que sea necesario para garantizar que el crimen organizado se vaya”.
La policía sueca no puede reconducir la situación. El Ministro de Justicia Morgan Johansson rechazó incluso la participación de los militares al afirmar que “los militares no pueden resolver este problema”.
Por ahora, el Premier sueco Stefan Löfven espera que la lucha contra los crímenes económicos de las pandillas itinerantes se traduzca en una reducción de la violencia en la calle al privar de sus capacidades financieras.
Pero no sólo Suecia teme una guerra civil entre suecos y migrantes musulmanes por lo que quiere preparar a los suecos a manejar las armas, también en Francia, Patrick Calvar, Jefe de la Dirección General de Seguridad Interior de Francia, declaró a miembros de la Comisión Parlamentaria de Francia, que su país, “está al borde de la guerra civil”. Calvar, dijo que la situación en Francia, “está tan al borde del precipicio, que sólo haría falta un nuevo ataque terrorista islámico para provocar una reacción en cadena que beneficie a la ultraderecha”. En declaraciones al diario francés Le Figaro [3] , Calvar, dijo que según su criterio, “esta confrontación civil va a ser casi inevitable y que tan solo uno o dos ataques terroristas más la podrían provocar”. Al respecto, advirtió sobre posibles ataques con coches bomba. Por lo tanto, según Calvar, deberán anticiparse y bloquear todos estos grupos, para impedir el presumible enfrentamiento, casi inevitable, entre la extrema derecha y los musulmanes si se producen nuevos ataques terroristas islamistas en Francia.
Según el Jefe de Seguridad Interior de Francia, esta posibilidad plantea una amenaza mayor que el propio terrorismo. Calvar también advirtió que, “Europa está en gran peligro y que el extremismo está creciendo en todas partes”.
Los comentarios del Jefe de la Dirección General de Seguridad Interior de Francia, coinciden en el tiempo con las advertencias del ex jefe del MI6, Sir Richard Dearlove [4] , quién también dijo que Europa se enfrentaba a un “levantamiento populista” si los gobiernos no toman el control de la crisis migratoria.
Los expertos en seguridad y el BND en Alemania también han advertido a la Canciller Angela Merkel, que la clase media alemana está cada vez más radicalizada debido a su política migratoria de fronteras abiertas.
El Jefe del Ejército suizo, André Blattmann, advirtió en un artículo de prensa suiza sobre los riesgos de disturbios sociales en Europa se han disparado. Recordando la experiencia vivida por Suiza en la Segunda Guerra Mundial: 1939/1945, Blattman teme que el aumento de la agresividad en el “discurso” público es una situación explosiva peligrosa, y aconsejó a los ciudadanos suizos que se armasen advirtiendo de que la base de la prosperidad suiza “está en entredicho».
Blattmann realizó estas declaraciones al periódico Deutsche Wirtschafts Nachrichten, siendo las primeras declaraciones públicas realizadas por el alto mando militar después de los atentados de noviembre 2015 en París. [5]
Hace un siglo en el mundo árabe y/o musulmán había entre un 20-25 por ciento de cristianos, ahora no llega a un 5 por ciento. Paralelamente Europa se islamiza progresivamente, a sus puertas se amontonan millones de musulmanes empujados por la guerra religiosa entre musulmanes sunnitas y chiítas. Los países árabes -que nadan en el mar de los petrodólares- sólo financian las madrassas y mezquitas y empujan a sus hermanos árabes y correligionarios musulmanes a migrar a Europa con el confeso interés de islamizar Europa.
Estos migrantes musulmanes, en general, no acceden plenamente al mercado de trabajo, muchos por su barrera idiomática y falta de preparación profesional, otros por indolencia, y otros por ideología pensando que los “cruzados” europeos están obligados mantenerlos y proporcionarles asistencia social y sanitaria lo que agrava el paro de los sectores poblacionales europeos menos favorecidos, en los que crece la extrema derecha, que se erige como defensora de los intereses de los trabajadores autóctonos.
El sentimiento judeofóbico y anticristiano de muchísimos de estos migrantes musulmanes y sus ataques está causando temor entre los judíos europeos, violencia en las calles, quema de coches, agresiones sexuales y violaciones colectivas de hombres musulmanes contra muchachas y mujeres
Los políticos y líderes de opinión buenistas intentan ocultar y justificar el silencio cómplice de la absoluta mayoría de los musulmanes en Europa ante los atentados yihadistas, intentando tapar el sol con las manos, lo que es aprovechado por la extrema derecha para justificar su xenofobia y odio a la alteridad.
De esta situación se benefician y se retroalimentan la extrema derecha y los salafistas y yihadistas, estos últimos que se erigen como defensores del colectivo musulmán.
Europa se va radicalizando y mientras tanto los políticos centristas no actúan con contundencia contra los salafistas y yihadistas y el terrorismo islámico, y sus aliados –la extrema izquierda- y contra la extrema derecha.
Creciendo tanto ambos extremos, el centro desaparecerá, lo que hace aumentar el riesgo de conflictos armados en Europa, temor que manifiestan jefes de Inteligencia de diversos países europeos, pero mientras tanto los políticos hacen la siesta y piensan que el dios Chronos, -del tiempo-, lo resolverá.
NOTAS
[1] https://www.libertynation.com/200-years-peace-sweden-prepares-war/
[2] Ummah: nación musulmana
[3] http://blog.lefigaro.fr/rioufol/2016/06/ceux-qui-veulent-provoquer-la-.html
http://www.atlantico.fr/pepites/sommes-au-bord-guerre-civile-estime-patron-dgsi-2742839.html
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