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| jueves marzo 28, 2024

Coexistencia desde el corazón: un bebé palestino recibió el corazón de un bebé israelí

La donación la realizó la desgarrada familia de un niño judío que murió como resultado de una enfermedad y contribuyó a salvar la vida de un bebé palestino de seis meses que estaba al borde de la muerte


Hospital Edmond Safra en Sheba

Un trasplante histórico tuvo lugar en el Centro Médico Sheba en Tel Hashomer, cuando un bebé palestino de Ramallah, hospitalizado en Israel, se debatía entre la vida y la muerte, hasta que vieron una esperanza de vida, cuando lamentablemente otra pequeña vida se escapó de las manos de los médicos que lo atendían. Los padres de un niño judío israelí fallecido aceptaron donarle su corazón. Dos mundos, dos tragedias y un rayo de luz rodeado de un mar de odio y hostilidad.

La donación la realizó la desgarrada familia de un niño judío que murió como resultado de una enfermedad y contribuyó a salvar la vida de un bebé palestino de seis meses que estaba al borde de la muerte. Los padres del bebé donaron también el resto de los órganos, pero a raíz de su corta edad no fue compatible con ningún otro receptor.

Musa Asakra nació en un hospital en Ramallah portador tumores benignos, que le causaron serios problemas en el corazón. Durante los primeros cuatro meses de su vida, fue trasladado varias veces al Centro Médico Sheba en Tel Hashomer en un intento por resolver el problema. Todos los tratamientos en Israel se realizaron en consulta con su cardiólogo en Ramallah.

Hace dos semanas y media, estando en Ramallah, su estado empeoró considerablemente y fue llevado al hospital de niños Edmond Safra en Sheba. El niño llegó en una situación grave y tuvo que ser sometido inmediatamente a una intervención urgente, los tumores le bloquearon el corazón y corría grave peligro de muerte, según informó el médico de Enfermedades Cardíacas Congénitas del Sheba, Dr. Mashali.

El profesional explica que «la cirugía fue muy difícil, y hubo que conectar al paciente a un dispositivo que reemplaza la actividad del corazón y los pulmones. El período de tiempo durante el cual el dispositivo puede dar resultados finalizaba y las complicaciones comenzaron». Los médicos tenían muy claro que únicamente un trasplante podía salvar la vida del enfermo.

Y como en todas las historias de trasplantes, la tragedia de una familia, lleva la esperanza a otra. Después de que quedó claro que el corazón de bebé israelí no era adecuado para ningún paciente en la lista de espera, los médicos preguntaron a los padres si estarían de acuerdo en donarlo a un niño palestino que se encontraba al borde de la muerte, los padres accedieron a la petición.

El trasplante se realizó de inmediato y fue muy complejo. El bebé palestino todavía está en peligro de vida y su familia y los médicos esperan que el milagro se cumpla.

El trasplante no es el único protagonista de esta historia, esta es la primera vez que el corazón de una persona judía fue trasplantado al cuerpo de una persona palestina. La familia del bebé palestino agradeció a los médicos y a la familia donante deseando en algún momento poder reunirse con ellos, como así también manifestaron la esperanza de que estas acciones acerquen a los dos pueblos

 
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