El acercamiento que ha tenido el gobierno israelí con América Latina no ha sido accidental. En poco menos de dos años el Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha estado en la región dos veces, la primera en una gira que incluyó Argentina, Colombia y México, y en esta oportunidad Brasil para el ascenso presidencial de Jair Bolsonaro.
La región latinoamericana se ha transformado en un espacio alterno para varios países que buscan ampliar sus zonas de participación comercial y económica. En algunos casos, tener socios en esta zona tiene como objetivo un acercamiento ya sea estratégico militarmente hablando o comercial con los Estados Unidos, un juego que practican tanto Rusia como China desde hace varios años ya.
De igual manera hay otros países del Oriente Próximo se han acercado a América Latina para crear puentes de comunicación, como el caso los Emiratos Árabes Unidos quienes por medio de la denominada “Agenda 2030” buscan otros mercados de inversión procurando de esta manera disminuir la dependencia estratégica a los hidrocarburos, contemplando a su vez la escasez que se podría avecinar en las próximas dos décadas, lo cual recortaría sus flujos de capital y modificaría sus agendas basadas en el control de dichos productos.
Otro país de Oriente Próximo con años generando amistades latinoamericanas es la República Islámica de Irán, creando lazos y nexos con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y los Estados del bloque ALBA; Nicaragua y Bolivia principalmente, causando fuertes dudas sobre las intenciones iraníes en la región, dejando al descubierto vínculos y presencia dentro de algunos de estos países de elementos del grupo chiita libanés Hezbollah patrocinado desde Teherán y quienes estarían interesados en realizar golpes contra objetivos israelíes y en este sector del planeta, como lo hicieron en los 90’s.
Se señala que la alianza ALBA fue la que le abrió las puertas Irán en el Foro de Sao Paulo, por lo que la amistad entre los gobiernos de la “izquierda progresista latinoamericana” y el gobierno iraní se explica que lo consideran un baluarte contra el “imperialismo” representado por los Estados Unidos y el Estado de Israel (en el caso del Oriente Próximo).
Es por esto que, regresando al caso de Israel, se explica el porqué de los países con los que el gobierno de Netanyahu está tejiendo mejores relaciones. Dejando de lado el pasional tema de la capitalidad de Jerusalén en manos israelíes con las que se han acercado los gobiernos de Honduras, Guatemala y el propio Brasil, hay temas más determinantes evidentemente que dan clave a que se estrechen los lazos entre los gobiernos.
Colombia, por ejemplo, prima un vínculo de seguridad internacional relacionado con la presencia iraní mencionada anteriormente en el territorio venezolano. De hecho que medios de propaganda pro iraní le llaman a Colombia el “Israel de América Latina”, evidentemente por la capacidad militar y cercanía entre los gobiernos de Bogotá y Washington en esa zona de América Latina.
En Brasil después del gane de Jair Bolsonaro, se ha considerado esto una victoria determinante contra el Foro de Sao Paulo; sumado a la llegada de Piñera en Chile y Mauricio Macri en la Argentina quienes son considerados presidentes contrarios a las políticas de izquierda de sus antecesores miembros de ese foro regional; Lula Da Silva, Michelle Bachelet y Cristina Fernández respectivamente.
La relación entre Brasil e Israel es muy seria. Los brasileños por su entorno socio político es considerado un Estado Eje de la región latinoamericana, por lo cual estrechar relaciones podría asegurar movimientos importantes hacia el resto de la zona. De ahí el interés de proponer cooperación tecnológica, agrícola en materia de seguridad y manejo de agua; un tema delicado en Brasil por la alta contaminación en muchos de sus principales afluentes acuíferos. Mientras que si se involucran en temas de seguridad, podría contrarrestarse la presencia de Hezbollah en la Triple Frontera, compensando además este vínculo militar con el logrado con la República de Colombia.
Estos son algunos elementos a considerar en las renovadas relaciones entre Israel y gobiernos latinoamericanos, algunos tan recientes que se necesitará más tiempo para digerirlas y ver los alcances reales que al final puedan tener y el tiempo que se extiendan.
La fuerte implantacion de las iglesias evangélicas en todos esos paises, cuya influencia es nótoria en sus respectivos gobiernos, no es ajena a la buena disposicion que cada uno de ellos, manifiesta hacia Israel, mas allá de los aspectos meramente económicos y comerciales …