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| viernes abril 19, 2024

¿Tienen los Países Bajos un problema?


Según el Coordinador Nacional para la Seguridad y el Contraterrorismo de los Países Bajos, el terrorismo islámico ha crecido durante varios años. «Pese a que su crecimiento se ha estancado, las dimensiones del movimiento yihadista holandés es causa de preocupación», ha escrito. (Imagen: iStock).

«Los extremistas de derechas se están confiando cada vez más. Siguen centrándose en protestar contra la islamización percibida de los Países Bajos, la llegada de solicitantes de asilo y la pérdida percibida de la identidad holandesa…» [énfasis añadido], escribieron las autoridades holandesas en una evaluación de riesgos en septiembre.

La islamización de los Países Bajos, sin embargo, no es solamente una «percepción» de los «extremistas de derechas», sino una tendencia cada vez más establecida. La evaluación de riesgos realizada por la Coordinadora Nacional para la Seguridad y contra el Terrorismo, por ejemplo, muestra que el terrorismo islamista ha ido en alza varios años. «A pesar del estancamiento del crecimiento, la magnitud del movimiento yihadista holandés es motivo de preocupación», escribió.

Este grupo, que creció considerablemente entre 2013 y 2016, puede estar inclinado a adoptar un «discurso de venganza» que culpa a Occidente por el derrumbe del «califato» […]. Los yihadistas ya no tienen una razón convincente para viajar a esa parte del mundo, y ahora dirigen su atención a la da’wa, o a la difusión del mensaje yihadista. Esto podría provocar un aumento del número de yihadistas en los Países Bajos. Además de los adeptos del yihadismo, hay también varios miles de simpatizantes yihadistas, y simpatizantes del ISIS en particular, en los Países Bajos.

Los Países Bajos han sido escenario de varios intentos de atentados yihadistas en los últimos meses. A finales de septiembre, la policía detuvo a siete sospechosos de terrorismo yihadista que estaban planeando perpetrar un gran atentado allí, como atacar un evento multitudinario –la policía no dijo dónde– mediante rifles automáticos y un coche bomba. A principios de septiembre, un hombre afgano, con «motivaciones terroristas», según las autoridades holandesas, apuñaló a dos estadounidenses en una estación de tren en Ámsterdam. «Por sus declaraciones, es evidente que cree que, en los Países Bajos, se insulta constantemente al profeta Mahoma, al Corán, al islam y a Alá», dijeron los fiscales. En agosto, otro hombre fue disparado y arrestado en un supermercado en la localidad de Naaldwijk, donde estaba amenazando a la gente con un cuchillo y gritando «Alá Akbar».

El nivel de amenaza en los Países Bajos sigue siendo «sustancial» (nivel 4 en una escala del 1 al 5), lo que significa que el riesgo de un atentado islámico es muy real, aunque no necesariamente inminente.

Hay otros varios factores, además del terrorismo islámico, que muestran un aumento de la islamización de los Países Bajos:

Uno es el crecimiento de los partidos islámicos. En las últimas elecciones al Parlamento, Denk, un partido musulmán formado seis meses antes de las elecciones por dos turcos que habían sido miembros del Partido Socialista, obtuvieron un tercio del voto musulmán y tres escaños en el Parlamento. El partido no oculta su afinidad con Turquía: la crítica a Turquía es tabú, como su predecible negativa a llamar genocidio a la masacre masiva de armenios a manos de los turcos durante la Primera Guerra Mundial. El partido Denk se presentó con un programa contra la integración de los inmigrantes en la sociedad holandesa (defendiendo en su lugar la «aceptación mutua», un eufemismo de la creación de sociedades paralelas musulmanas); y el establecimiento de una «policía contra el racismo» que registrara a los «infractores» y los excluyera de los cargos públicos. En julio, un exactivista político de Denk, Husein Jamakovic, envió un correo electrónico al periódico Telegraaf, así como a otros tres medios. En su correo, decía: «Ojalá tengáis cáncer, sucios judíos de extrema derecha cancerígenos». El correo llegó después de que los medios publicaran que Jamakovic había expresado simpatías por el ISIS. En junio, empotraron deliberadamente una furgoneta contra la entrada del edificio del Telegraaf, donde se prendió fuego.

Otra faceta de la creciente islamización es la predicación de la yihad en las mezquitas. El Directorio de Asuntos Religiosos de la República de Turquía (Diyanet) distribuye sus sermones oficiales del viernes a las mezquitas turcas de todo el mundo; los principales medios de los Países Bajos han sacado a la luz al menos un caso de predicación de uno de estos sermones, en la mezquita de la localidad de Hoorn. Se desconoce en cuántas mezquitas se pronunció este sermón, pero se calcula que hay 140 mezquitas en los Países Bajos afiliadas a Diyanet. El sermón trataba sobre la yihad y el martirio:

Nuestros soldados muestran a todo el mundo que lo sacrificamos todo por proteger nuestra fe, nuestra bandera y nuestro país […]. Todos los hijos de nuestro país que, con el poder de su vida, bebe el dulce néctar del martirio, y nos lanza un grito. […] Al que muere en el camino a Alá, no lo llaméis muerto, llamadlo vivo.

Según el representante de Diyanet en La Haya, los imanes holandeses-turcos escriben sus propios sermones. Después dijo que el sermón de la guerra no se predicó en ninguna parte de los Países Bajos. Esto sencillamente no es creíble: ¿por qué Diyanet haría una excepción con los musulmanes turcos en los Países Bajos, de todos los lugares donde quiere influir?

La nueva alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, dijo en septiembre que cerraría las mezquitas si los imanes difundían mensajes de odio, pero «sólo como último recurso». Según DutchNews.nl, Halsema dijo que cerrar mezquitas es «[una medida] muy rigurosa, y algo que sólo haces como último recurso». Debes ser poder actuar si «un imán pronuncia sermones desagradables, como decir que las mujeres deberían ser subordinadas o que la homosexualidad es un delito». Según el reportaje, dijo también que, a diferencia de su predecesor, Jozias van Aartsen, no tenía previsto estrechar lazos con las organizaciones fundamentalistas salafistas. «No voy a invitar a personas que no son demócratas y que en su cargo no se toman en serio la igualdad entre hombres y mujeres», dijo.

Otro aspecto de la creciente islamización es que el vandalismo y la violencia contra los judíos ha aumentado radicalmente. Un informe publicado por la fiscalía holandesa en abril enumeraba 144 delitos penales en 2017 relacionados con delitos de odio, e incluía intimidaciones, vandalismo, asaltos e incitación al odio y la violencia. De estos casos, el 41% fueron «dirigidos contra los judíos», que representan sólo el 0,2% de la población holandesa.

Una encuesta realizada a 557 judíos holandeses, publicada en noviembre, reveló que casi la mitad de ellos temían identificarse a sí mismos como judíos; el 43% dijo que tomaban medidas activas para ocultar su identidad judía; y el 52% dijo que el se ha vuelto más común el antisemitismo en la calle. Además, el 34% dijo que habían sido objeto de comentarios antisemitas y el 11% había experimentado violencia antisemita contra ellos.

En diciembre de 2017, un solicitante de asilo sirio, Saleh Alí, destrozó la ventana de un restaurante kosher en Ámsterdam. Por ello, pasó sólo 52 días en prisión, a pesar de que le había dicho a un oficial que el ataque era «sólo el primer paso». Cuando le preguntaron por el siguiente paso, dijo: «Te lo diré más tarde, nadie tiene por qué saberlo».

En mayo, un solicitante de asilo sirio, Malek F, apuñaló a tres personas en La Haya, con el propósito de herir a «cristianos y kafires», según el informe del fiscal en el reciente juicio. Dijo que los «kafires» (no creyentes) eran similares a «animales o gente retrasada». Dos días antes, Malek F. fue con un cuchillo a una iglesia en La Haya, pero como nadie le abrió la puerta al llamar, se marchó.

Sin embargo, otra inquietante característica de la islamización es el cortejo y violación de niñas menores, como se ha visto durante más de una década en Reino Unido. Según recientes informaciones, «el número de víctimas holandesas de bandas de cortejadores se ha disparado en los últimos años». Se calcula que los acosadores obligan a unas 1.400 menores cada año a la esclavitud sexual. Conocidos en los Países Bajos como «loverboys», cortejan a las chicas con drogas, alcohol y regalos y después las chantajean para que sean esclavas sexuales. La investigación ha revelado que el 89% de los acosadores son de origen inmigrante y que el 60% son musulmanes. Algunas jóvenes tienen 20 «clientes» al día. «Se manda a las menores a trabajar a otro país [Bélgica] como método para impedir que huyan», según las informaciones. Estos hombres pueden ganar «hasta 800 euros al día con una chica».

¿Tienen los Países Bajos un problema?

 

Traducción del texto original: Does The Netherlands Have a Problem?
Traducido por El Medio

 
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