Gideon Sa´ar (52) es una de las figuras más destacadas del partido Likud, cuya popularidad se confirmó cuando tras cuatro años de estar fuera de la política- por razones familiares-salió electo a comienzos de febrero en las internas del partido en uno de los primeros lugres de la lista. Esto, a pesar de que el Primer Ministro Netanyahu había exhortado explícitamente a no votarlo. En octubre del 2018, Netanyahu dijo que Saar y el Presidente Rivlin habían planeado sacarlo del medio, confabulándose para que luego de las elecciones, si debía encargarse al Likud la formación de la coalición, Rivlin le encomendaría esa misión a Sa´ar y no a Netanyahu (por ley, no es obligación encargarlo al jefe del partido). Tanto Rivlin como Saar lo desmintieron tajantemente y Saar dijo que “aquí ocurrió algo muy grave, se ha cruzado una línea roja”, con esa acusación.
El trasfondo probablemente esté en el hecho que en el 2017 Sa’ar dijo que se ve como futuro candidato al liderazgo del Likud, pero aclaró que eso sería solamente después de Netanyahu.
Sa´ar nació en Tel Aviv y vivió de niño varios años en kibutzim. Fue periodista y es abogado. Trabajó como tal tanto en el sector público como privado. General. Fue Secretario del gabinete en el último medio año del primer gobierno de Netanyahu (1996 a 1999) y luego también en el gobierno de Ariel Sharon. Dimitió porque discrepaba con el plan de desconexión de Gaza pero volvió a pedido del Primer Ministro.
En el 2003 fue electo por primera vez a la Kneset . Fue jefe de la coalición, Ministro del Interior y Ministro de Educación, hasta que en el 2014 decidió retirarse temporariamente de la política. Con su regreso, ha quedado reconfirmado como una de las figuras principales del Likud.
ENTRE LO PERSONAL Y LO NACIONAL
P: Quisiera comenzar con una pregunta que combina lo personal con lo nacional. ¿Cómo se siente al recomendar a la ciudadanía votar por el Likud encabezado por Netanyahu, aunque el Primer Ministro lo atacó a usted con acusaciones que usted afirmó eran infundadas y que consideró muy graves?
R: Yo soy del Likud, toda mi vida fui del Likud. Creo en el camino del Likud, que considero es el correcto.En mi opinión los temas personales son menos importantes . Las figuras púbicas que están abocadas al servicio a un camino determinado, deben saber mirar más allá de esas cosas en beneficio de esa causa en la que creen, y no colocar en el centro temas de ofensas personales. Eso es lo que yo intento hacer.
P: Pero no se trata de una pelea entre amigos en el barrio. El Primer Ministro lo acusó de cosas muy graves. Usted trató mucho tiempo de contenerse y reaccionó con mucha altura hasta que en determinado momento no pudo dejar de decir con firmeza que Netanyahu, por decirlo delicadamente, no estaba diciendo la verdad. Y esto es algo relacionado a la persona que quiere volver a tener las riendas del Estado. No es cuestión de una mera mezcla de algo personal con el liderazgo nacional.
R: Cuando el Primer Ministro dijo lo que dijo, yo reaccioné de modo claro y tajante. Y el veredicto al respecto lo dieron los miembros del Likud que me eligieron y me devolvieron al liderazgo del movimiento. Esa fue la decisión de los votantes en las elecciones internas.
P: ¿Pero se puede marchar juntos después de lo que pasó?
R: Lo que más me ocupa son los desafíos con los que Israel tiene que lidiar y las oportunidades que tiene Israel. Eso es lo principal. En la vida política hay a menudo discrepancias .Pero en gran medida concordamos con el Primer Ministro y en términos generales vamos por el mismo camino, que es el camino del Likud. Esto es lo más importante, la consideración principal.
“NO” A UN ESTADO PALESTINO
P: Hablando de desafíos y oportunidades…En el próximo gobierno, suponiendo que el Likud sea quien lo forme o encabece ¿Cuáles son a su criterio los desafíos principales? ¿Más de lo mismo o hay que buscar alguna nueva fórmula? Es que aunque está claro que puede haber cambios regionales también sin haberse resuelto el tema palestino o sin la creación de un Estado palestino, me pregunto si acaso no hay que buscar la forma de solucionar ese tema.
R: Nosotros jamás aceptaremos el establecimiento de otro Estado árabe-que algunos llaman Estado palestino-en el corazón de nuestra tierra. Es una mentira hablar de Estado “palestino”. Palestina era el nombre que el Emperador Adriano dio a la Tierra de Israel para hacer olvidar al pueblo judío su vínculo con su tierra. Fue precisamente por eso que también dio a Jerusalem el nombre Aelia Capitolina, la nueva ciudad que construyó sobre sus ruinas.
Nunca aceptaremos crear otro Estado árabe en la Tierra de Israel, que sería una bomba de tiempo que destruiría la obra sionista y al Estado de Israel, que constituiría un problema de seguridad y demográfico sumamente serio para el Estado de Israel. Por lo tanto, la respuesta es sí, más de lo mismo. Hitiashvut, asentarse en la tierra de Israel y aspirar a fortalecer nuestra presencia en todas las partes de la tierra de Israel que quedaron en nuestras manos.
P: ¿Eso significa anexar Judea y Samaria?
R: Eso significa imponer la soberanía israelí en las zonas en las que hay poblados judíos en Judea y Samaria. Sí, yo sin duda apoyo esta idea. Esa es también la decisión que tomó la central del Likud hace un año y medio.
P: ¿Pero y los palestinos?
R: Evidentemente no tenemos ninguna intención de anexar los territorios de la Autoridad Palestina ni la Franja de Gaza. Donde hay población palestina, hay gobierno palestino, sea del Hamas en la Franja de Gaza o de la Autoridad Palestina sobre los árabes de Judea y Samaria. Yo hablo de las zonas en las que hay población israelí en Judea y Samaria, que ya asciende a medio millón de personas. En esas zonas, indudablemente, tiene que regir la legislación israelí, así como la aplicamos en los Altos del Golan en su momento, lo cual es reconocido ahora también por Estados Unidos. Es lo mismo que aspiramos a hacer en Judea y Samaria.
P: ¿Está hablando más o menos de los territorios que se hallan en las zonas C? O sea, recordemos, los que están ahora bajo control de Israel, según los acuerdos de Oslo.
R: Estoy hablando de los territorios en los que hay hitiashvut, poblados israelíes. Claro que esto se refiere a todos los territorios C ante todo pero yo me refiero concretamente a todas las tierras en las que hay poblados israelíes, quizás también los territorios por los cuales se puede acceder a ellos. La aspiración es crear una situación en la que cualquier israelí que vive en Ariel, Alfei Menashe o Shilo vive bajo la misma ley que rige la vida de un israelí que vive en Jerusalem o Tel Aviv .
P: ¿Pero no se está refiriendo a la fórmula conocida como “los bloques de asentamientos”?
R: No…quien habla de los bloques de asentamientos es la izquierda, son Lapid y Gantz que están dispuestos a arrancar a unos 100 mil judíos de la mayor parte de los poblados que están fuera de los bloques. Nosotros apoyamos la hitiashvut en toda la tierra de de Israel que quedó en nuestras manos, o ses que no transferimos a control foráneo. Y para nosotros no hay diferencia entre Kiriat Arba y Alfei Menase o Gush Etzon.
¿Y EL PROCESO DE PAZ?
P: ¿Esto no significa que entonces no hay ningún tema que pueda ser puesto sobre la mesa para ser tratado en algún momento en las negociaciones cuando los palestinos acepten volver a hablar con Israel? ¿No pone fin a la posibilidad de volver a negociar?
R: Está clarísimo que tenemos nuestras ideas acerca de cómo debería verse un acuerdo futuro, pero lo seguro es que no incluyen la formación de un nuevo Estado árabe en el corazón de Israel, a pocos kilómetros de distancia de nuestros centros de población, un Estado que no podría funcionar económicamente y ninguna posibilidad de mantenerse de modo independiente sino que sería una bomba de tiempo en el pario trasero del Estado de Israel, y eso no lo aceptaremos.
P: ¿Cree que estas ideas, si realmente se implementan en el terreno cuando sea electo el próximo gobierno, encajarán bien con el “plan del siglo” anunciado y aún no presentado por Trump?
R: No conozco los detalles de ese plan. En los medios de comunicación ha habido diferentes publicaciones, algunas contradictorias entre sí, y por lo tanto me es muy difícil comentar. Lo que puedo decir es que en conversaciones que he tenido con figuras de la administración norteamericana di mi opinión, que sería un error incluir en el nuevo plan, como parte de la solución, la creación de otro Estado árabe en el corazón de la tierra de Israel. Es que eso, ante todo, no puede ser parte de la solución sino que solamente puede crear un nuevo problema, a mi criterio mayor aún que todo lo que hemos conocido.
P: ¿No teme por el carácter judío y democrático de Israel si se concretan sus ideas, las que me ha planteado aquí?
R: ¿Por qué hay que temer? Recordemos que nos separamos cuando renunciamos a territorios habitados por población palestina, en dos partes. La primera fue en los acuerdos interinos llamados Acuerdos de Oslo. Y la segunda en la desconexión unilateral de la Franja de Gaza .Hoy en día, el 97% ó 98% de la población palestina de Judea y Samaria vive bajo control palestino. Dicho sea de paso, ese era el argumento por el cual debíamos retirarnos de Gaza y demás. O sea que hoy en día, los que quieren crear un Estado palestino no es que tengan problema con el control palestino sino que quiere arrancar a judíos de la tierra de Israel . Eso es lo que los mueve. Quieren crear un Estado árabe que permita la entrada de millones de árabes y de los islamistas más extremistas de la región a la zona de Judea y Samaria. Es que si se crea ese Estado, claro que controlará sus fronteras y eso revertirá todos los logros del proyecto sionista y conducirá a una gran mayoría islamista en la tierra de Israel. Eso es peligroso, eso es lo que pone en peligro la existencia del Estado de Israel como Estado judío y democrático.
GAZA
P: Hablando de peligros…Acaba de comenzar, aunque no fue proclamada oficialmente, la “calma” o tregua –ni los términos están claros- con Hamas, aunque Hamas ya aclaró que no es realmente un alto el fuego sino que son “entendimientos”.Y sinceramente, me estaba preguntando qué diría el Likud si estuviera en la oposición y un gobierno de centro izquierda pactara esos entendimientos. ¿Cómo se siente usted con esto? Algo me dice –no sé si lo percibo correctamente-que usted no está feliz con esta fórmula.
R: Ante todo no estoy seguro que realmente estemos entrando en un período de tranquilidad. No confío en Hamas y en mi opinión, lo que tenemos que hacer es definir cuál es nuestra meta. Es una meta muy ambiciosa, nada sencilla por cierto porque su implementación cobrará precios. Estoy hablando del objetivo del desarme de la Franja de Gaza, especialmente de los cohetes y misiles. Creo que ese es nuestro compromiso para con los habitantes del sur.
Además, sugiero que todos miremos el calendario. Estamos a unos días de las elecciones y sabeos que en Israel hace ya más de 35 años no se sale lo que se conoce como “guerras optativas” sino únicamente a guerras ineludibles. Es indudable que esto también refleja el enfoque del Primer Ministro .Y difícilmente podamos decir que existe hoy un amplio consenso público que nos permita llevar a cabo acciones de largo alcance en la Franja de Gaza para llegar a esa meta de la que hablo. En mi opinión, al final, no tendremos más remedio y deberemos ir por ese camino. Y no es de descartar que eso ocurra en el próximo período de gobierno.
DESCONFIANZA
P: A pesar de las críticas a Abu Mazen ( Presidente de la Autoridad Palestina), por el discurso incitador que ha tenido en los últimos años ¿Usted ve diferencias entre él y Hamas?
R: Hay diferencias. Abu Mazen y Hamas, ambos, están comprometidos con la destrucción de Israel, pero cada uno de otra forma. Hamas está comprometido a hacerlo a través del terrorismo lo que ellos llaman “resistencia” y Abu Mazen intenta hacerlo por medios como el intento de aislar a Israel en la arena internacional, de presentarlo como ilegítimo, de empujarlo a un rincón. Su problema es que esta estrategia quedó bloqueada por la elección de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos. No debemos equivocarnos: Abu Mazen es un gran enemigo del Estado de Israel que en el momento de la verdad, no estuvo dispuesto a aceptar propuestas de acuerdo, tampoco cuando Ehud Olmert le hizo una oferta muy generosa que no hay ninguna chance que ningún otro Primer Ministro le proponga en el futuro. Abu Mazen la rechazó. O sea que Abu Mazen no está dispuesto a poner fin al conflicto con el Estado de Israel.
CAMPAÑA ELECTORAL
P: ¿Hay aspectos en esta campaña electoral que le han chocado?
R: Yo ya he expresado en dos ocasiones de modo muy claro mi opinión al respecto. Primero, en aquella propaganda electoral en el cementerio militar y la segunda cuando se imitó al periodista Amnon Abramovich.
(N. de Ana J: Expliquemos, para quien no sabe de qué se trata. El caso del cementerio fue una de las propagandas electorales del Likud, en la cual tras se acusaba repetidamente a “la izquierda” de haber tenido una política que trajo peligros a Israel, afirmándose que Beni Gantz, el principal adversario de Netanyahu, jefe del partido “Kajol Lavan”, aunque supuestamente “lo esconde”, es izquierda. La frase final de esa publicidad era “Izquierda es un peligro” y de fondo la imagen que apareció fue la de un cementerio militar lo cual desató una gran tormenta. Y la otra fue una publicidad del Likud en la que apareció un actor presentado como el periodista Amnon Abramovich, uno de los grandes críticos de Netanyahu en el canal 12 de la televisión. El actor que lo representa pregunta a quien supuestamente lo entrevista «¿Cómo me veo?» y una voz le responde, en una especie de lunfardo en hebreo «Te ves como un misil», en un juego de palabras que puede parecer»te ves muy bien», pero que cayó muy negativamente porque Abramovich, como joven soldado en la guerra de Iom Kipur en 1973, sufrió serias quemaduras en la cara al lanzarse a un tanque en llamas para salvar a sus compañeros.
Volvemos a la respuesta de Gideon Saar:
R: En ambos casos dije en términos clarísimos que eso fue un error, que no es digno y que contradice nuestros valores, los valores del Likud. Cuando ocurren situaciones así, hay que decir la verdad y eso es lo que hice.
P: Y tratar de “pegarle” a Gantz problemas emocionales tampoco es muy respetuoso ¿No?
R: Debo decir que no veo la misma sensibilidad cuando del otro lado llaman a Netanyahu un traidor. Eso pasa con facilidad. En ese caso no se habla de campaña de bajo nivel o de campaña incitadora. Pasa así nomás porque lo dijo la izquierda. A mí no me gustan los estándares dobles. Mi opinión es que la campaña del otro lado, por decirlo delicadamente, no es limpia. Pero siento que los periodistas que los entrevistan no les exigen la misma introspección que nos exigen a nosotros.
Cuando yo siento que se algo que está mal en nombre de mi partido, no preciso que nadie me apure a dar mi opinión contraria. Y en casos en los que no lo hice, se ve que no me había sentido estremecido.
SABRA HIJO DE ARGENTINO
P: Tendría mil preguntas más para hacerle, también sobre las respuestas que ya ha dado, pero sé que tengo sólo unos pocos minutos más. Y no quisiera dejar de preguntarle sobre el hecho que su papá llegó a Israel de Argentina. Usted ya nació en Israel. Dado que esto llegará a mucha gente que lee español quisiera preguntarle qué presencia ha tenido en su hogar, en su vida, esa raíz sudamericana, aunque creo que su mamá no vino de Argentina ¿Verdad?
R: Así es, mi mamá nació en Israel. Pero en casa se hablaba español porque mi padre se lo enseñó a mi madre .Y aún tenemos familia en Argentina, mi tía –hermana de papá- y su familia. También en España, donde vive mi tío con su familia. y en España. Indudablemente puedo decir que tengo cierto vínculo con la cultura latina, con el idioma español. No exageraría al respecto ya que en definitiva yo nací en Israel y crecí absolutamente como un niño de aquí, pero sin duda la presencia del origen de mi padre se ha hecho notar.
P: ¿En qué?
R: En música que escuchábamos en casa, en ciertas comidas. Y la verdad es que a mí personalmente me gusta muchísimo España y suelo visitar allí a menudo. En Argentina estuve solamente una vez, hace 20 años.
FUTURO POLÍTICO PERSONAL
P: Volvamos, para terminar, a las elecciones. ¿Qué cargo quisiera tener si ustedes forman el nuevo gobierno?
R: No quiero ahora en absoluto referirme a mis propias aspiraciones personales. Creo ante todo que no es algo bueno para el público ya que las elecciones aún no han sido ganadas. Son difíciles, están parejas y debemos trabajar duro aún. Y eso es precisamente lo que yo hago personalmente para ganar las elecciones. En este momento, pensar en qué cargo cada uno querría tener, daría a entender que creo que ya ganamos y estamos repartiendo puestos. Y no es así. Cada uno tiene que guardarse sus aspiraciones personales por lo menos hasta el 10 de abril, un día después de las elecciones.
http://www.semanariohebreojai.com/articulo/626
Difusion: Porisrael.org
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