Giora Eiland (Foto: Kai Mork, Wikimedia Commons)
La dinámica de los últimos meses-y muy especialmente las últimas semanas- en el Golfo Pérsico, puede dejar al observador común la sensación que está por estallar un conflicto de gran envergadura y ramificaciones impensables entre Irán y Estados Unidos.
Para evaluarlo en su debida forma nos dirigimos a uno de los grandes analistas de Israel, Giora Eiland, quien entre el 2004 y 2006 fue Asesor de Seguridad Nacional, nombrado para el cargo por el entonces Primer Ministro Ariel Sharon. Antes, sirvió durante décadas en las Fuerzas de Defensa de Israel fue Jefe de la Brigada de Infantería y Paracaidistas y con el rango de General se desempeñó como Jefe de la División de Operaciones de Tzahal y luego Jefe de la División de Planificación.
En la vida civil, se incorporó al Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional (INSS en su sigla inglesa) de Tel Aviv, considerado el principal centro de análisis e investigación de Israel en temas de estrategia y seguridad.
Este es un resumen del diálogo mantenido este viernes con Giora Eiland.,
P: ¿Cómo evalúa la actual situación en el Golfo Pérsico? ¿Se encamina hacia una gran conflagración o es una simple crisis que no pasará a mayores?
R: Yo estimo que no conducirá a una conflagración, por una razón muy simple: ninguna de las partes involucradas la desea. Está claro por qué Irán no tiene interés en ello. Y si Estados Unidos tuviera interés, habría atacado, pero no lo hizo y dio otra oportunidad a que sea hallada una solución. Esta es mi apuesta, si cabe el término, en lineamientos muy generales.
P: Y más en detalle….¿cómo se ha llegado a este punto?
R: Recordemos ante todo que Estados Unidos se retiró hace algo más de un año del acuerdo nuclear con Irán y decidió reimponer las sanciones sobre Irán. Al principio Irán no lo tomó muy en serio. Pensaron que seguirían adelante con Rusia, con Europa, que no sería terrible para ellos la medida norteamericana. No apreciaron debidamente la dimensión y peso de la posición de Estados Unidos, lo grave que llegaría a ser.
P: Por su influencia sobre otros países…
R: Así es. Más y más compañías europeas entendieron que sufrirían sanciones norteamericanas si comercian con Irán y cuando tuvieron que elegir, está claro que optaron por seguir comerciando con Estados Unidos .
P: Por la simple razón que la dimensión del comercio con Washington supera inconmensurablemente el ingreso que podrían tener de comerciar con Irán.
R: Precisamente. Así que optaron por Estados Unidos, aunque sus gobiernos, por ejemplo en el caso de España, Italia y Francia, seguían comprometidos con el acuerdo. Las compañías entendieron que perderían miles de millones del comercio con Estados Unidos y por ende su opción fue clara.
P: Pero la presión sobre Irán no terminó ahí.
R: Exacto. Estados Unidos dijo también que aplicaría sanciones a quienes compren petróleo de Irán, lo cual ya es un tema muy serio. Nadie quiere sanciones de Estados Unidos, así que esto influyó muchísimo en la producción de crudo iraní. La economía iraní, que ya se hallaba en mala situación, empeoró más todavía.
P: ¿Esa fuerte presión fue la antesala del cambio en el comportamiento de Irán?
R: Lo que ocurrió fue que los iraníes decidieron que no pueden seguir así, temiendo evidentemente que el aumento de la presión económica conduzca a un golpe contra el régimen. Y comenzaron a hacer todo tipo de acciones que a mi criterio fueron correctas desde su punto de vista: por un lado no aceptaron las sanciones peor por otro procuraron evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
P: Pero no es que no hicieron nada contra los intereses norteamericanos.
R: Por supuesto. Tienen suficientes “proxies” que trabajen para ellos en Líbano, Siria, Irak y Yemen y comenzaron, a través de ellos a atacar intereses norteamericanos en la región. Mientras actuaban sus enviados, sin que ellos se hagan responsables de nada, es una cosa, y es difícil reaccionar contra ellos. Pero luego dieron dos pasos muy graves en mi opinión: el ataque a los barcos petroleros y el derribamiento del avión norteamericano no piloteado, aunque no está totalmente claro si se hallaba en zona internacional de vuelo o , como ellos alegan, en el espacio aéreo iraní. Yo creo que esos pasos fueron demasiado lejos.
P: Y la gran pregunta es por qué Estados Unidos no reaccionó. Es que la guerra de palabras es fuerte, pero en el terreno sucede otra cosa.
R: Estados Unidos había considerado reaccionar y a último momento decidió no hacerlo. Yo personalmente considero que hizo lo correcto.
P: ¿Por qué?
R: Porque si Estados Unidos reaccionaba, Irán podría también hacerlo después…P : Y ahí se dan las situaciones en las que se pierde control aún sin que esa haya sido la intención original.
P : Y ahí se dan las situaciones en las que se pierde control aún sin que esa haya sido la intención original.
R: Yo creo que hoy el mundo todo puede felicitar a Estados Unidos por haber logrado tragar saliva.
P: Por haberse contenido…
R: Exacto. Y ahora está claro que si hay otra provocación de Irán, la reacción será muy fuerte y también será vista ampliamente como legítima. O sea que ahora la pelota vuelve a la cancha de Irán. Será Irán quien deba decidir si continúa con pequeñas provocaciones pensando que con ello podrá cambiar la política norteamericana de sanciones, o si temerá una nueva reacción.
P: ¿No existe acá el riesgo que lo que usted, así entiendo, ve como señal de responsabilidad por parte de Estados Unidos (aunque no usó esta palabra), sea interpretado por Irán como muestra de debilidad por parte de Estados Unidos? Y si es así, ello podría conducir a provocaciones mayores aún
R:No, yo personalmente no creo en absoluto que lo van a ver como debilidad. Si Estados Unidos dijo que va a atacar y a último momento decidió que no, creo que Irán entendió perfectamente que la próxima no se le dará otra oportunidad.
P: Esta situación comenzó a desarrollarse gradualmente a raíz de la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear. Pero su política fue clara desde un comienzo: buscar un nuevo acuerdo, mejor. O sea, la política norteamericana se dividió en dos partes. Por un lado, se dijo que el acuerdo nuclear que había sido firmado era malo y no hacía posible que Estados Unidos lo siga apoyando, pero que se puede hablar, no necesariamente hay que hacer estallar todo, sino que se puede tratar de llegar a un acuerdo mejor y si Irán está dispuesto, pues bien, encontrémonos.
P: Y por otro lado, la presión.
R: Por otro lado, Estados Unidos dijo que mientras el acuerdo está vigente y mientras Irán apoya el terrorismo en Irak, Siria, Líbano y Yemen, hay que presionarlos económicamente ya que en ese plano son influenciables.
P: La imagen del Presidente Trump, más que nada cuando sale a hablar por televisión, es a veces la de un cowboy desenfrenado, pero en la práctica, entiendo que su comportamiento es otro totalmente.
R: Actúa absolutamente con criterio.Y es coherente.
P: Se ve que a pesar de lo que se suele decir de él, sí sabe escuchar a asesores. Giora, un último punto, Israel. Se está hablando estos días del temor israelí que a raíz de la crisis actual, Irán quiera intentar involucrar a Israel para presionar a Trump, su aliado, lo cual evidentemente podría hacerse a través de sus agentes en la región.
R: En efecto, el temor israelí no es a un ataque directo de Irán sino a que en cierto momento Irán pueda usar a Hizbala en Líbano contra nosotros por ser aliados de Estados Unidos .Claro que Hizbala buscaría una excusa para presentar su eventual ataque motivado supuestamente por intereses libaneses, no iraníes.
Otro frente, recordemos, es el Jihad Islámico en Gaza, una organización mantenida y financiada absolutamente por Irán.
P: Pero el peligro desde el norte, con Hizbala, es mucho mayor me supongo, porque su poderío militar es incomparablemente mayor que el del Jihad Islámico.
R: Eso es indudable.
P: Muchísimas gracias Giora.
R: A ti
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