José Ignacio Echaniz del Partido Popular
La primera parada en el congreso de los parlamentarios extranjeros que visitaron esta semana Israel en el marco de la coalición “Aliados de Israel”, fue la zona industrial Barkan en Samaria. Miles de palestinos de Cisjordania (Judea y Samaria) trabajan en diferentes compañías que funcionan en el lugar. Mientras ellos continúan llegando diariamente al trabajo, la Unión Europea decidió marcar los productos fabricados en los asentamientos israelíes.
Conversamos en la fábrica Twitoplast en Barkan con varios trabajadores palestinos. Algunos prefirieron no identificarse públicamente, pero dos de ellos no tuvieron ningún problema y hasta sonaron felices de hacerlo.
Sufian Dager (46), de una aldea no lejos de Ramallah, nos cuenta que hace 21 años que trabaja en la fábrica. “Estoy muy satisfecho, se respetan todos los derechos, nos pagan como se debe, y acá además gano el doble de lo que ganaría si trabajara del lado palestino”, comenta. La mejor prueba de su satisfacción es que ha traído a sus dos hijos varones a trabajar en el mismo lugar. “Es importante que podemos sustentarnos con dignidad, eso es lo principal”, recalca, afirmando que “cualquier medida de afuera contra el trabajo aquí, nos perjudica seriamente”. Cuenta con una amplia sonrisa que tiene también dos hijas y hasta un nietito.
Con el mismo espíritu habla Saed Liunes de la aldea Salfit. “Yo quiero trabajar, eso es lo importante. Aquí lo hago desde hace muchísimos años, sin ningún problema. Todos nos llevamos bien, trabajamos juntos. Vengo todos los días y me respetan. Gano lo que necesito para mantener a mi familia y no quiero que nada altere mi trabajo”.
Durante la visita, entrevistamos al parlamentario español José Ignacio Echaniz del Partido Popular, miembro de la coalición pro israelí, quien está convencido que “las organizaciones que en este momento están intentando cambiar la realidad y no siempre dicen la verdad, necesitan venir aquí y, in situ, estudiar la situación real de esta zona para opinar y para poder tomar decisiones que afectan a la vida de las personas”.
Agrega: “Uno de los motivos de esta visita de trabajo es precisamente conocer la idiosincrasia de empresas que están trabajando en Samaria y que dan empleo a población palestina. Es curioso saber que le están produciendo en algunos países occidentales boicots a productos que se fabrican en estas industrias y que genera realmente un prejuicio a la población trabajadora, a personas humildes, palestinos e israelíes que trabajan en forma conjunta para poder producir estos productos que después permiten de dar de comer a sus familias”. Considera que quienes tratan de imponer boicots, cometen un craso error: “Es curioso que hayan instituciones y organizaciones que quieran boicotear el bienestar y la prosperidad de muchas personas.Y tengo que decir, porque lo he visto con mis propios ojos, que en estas industrias trabajan palestinos de la mano de población también judía y comparten su labor, su trabajo diario y, por lo tanto, pueden verse desfavorecidas en sus ingresos familiares”.
http://www.semanariohebreojai.com/articulo/1913
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