Judíos egipcios, coro del rabino Moshe Cohen en la sinagoga Samuel Menashe, Alejandría, foto de la Asociación Nebi Daniel a través de Wikipedia
Habiendo perseguido y purgado a sus judíos como castigo por el renacimiento de Israel, muchos árabes ahora se dan cuenta que se pegaron un tiro en el pie.
Un millón de Judios vivían en países árabes en el Siglo XX. Hoy, solo quedan unos pocos miles, principalmente en Marruecos y Túnez.
La purga de los judíos causó una crisis en casi todos los países árabes de donde vinieron. A pesar de su número relativamente limitado, el impacto de los judíos en la sociedad, la cultura, la economía y el comercio fue crucial para el desarrollo de esos países, y su pérdida se sintió. Después que los judíos fueron desalojados de Irak y Egipto, por ejemplo, esos países experimentaron crisis tras crisis.
Ahora hay un anhelo palpable en la mayoría de los estados árabes para que los judíos regresen. Muchos creen que solo con una presencia judía sus países florecerán y se desarrollarán como lo hicieron en el pasado.
La contribución judía a los estados árabes fue significativa. En Egipto, el mercado del oro floreció con una presencia judía y continúa haciéndolo hasta el día de hoy, a pesar que los judíos fueron expulsados y sus tiendas saqueadas. Símbolos judíos como el Magen David permanecen grabados en tiendas egipcias, en mercados y en edificios. La generación anterior todavía recuerda la prosperidad de la época en que los judíos estaban en posesión de sus tiendas.
No es casualidad que El Cairo haya decidido invertir decenas de millones de dólares en la restauración de sinagogas en todo Egipto. La más reciente es la renovación de la magnífica sinagoga Eliyahu Hanavi (Elijah the Prophet), en la que se invierten $ 6 millones.
No son solo los egipcios los que quieren recuperar la prosperidad que acompañó a la presencia judía. Hace unos meses, el nuevo ministro de religión sudanés, Nasser Aladin, llamó a los judíos sudaneses cuyas familias se vieron obligadas a emigrar a raíz del establecimiento del Estado de Israel para que regresen. En el Líbano, se invirtió más de un millón de dólares en la restauración de la sinagoga Magen Avraham en el barrio de Wadi Abu Jamil en West Beirut, cerca del parlamento libanés.
Quizás más que ningún otro, son los iraquíes quienes anhelan el regreso de sus hermanos judíos y los judíos iraquíes que anhelan su antigua patria. En los últimos años, se han abierto varias cuentas de Facebook en Israel para renovar la conexión entre los judíos iraquíes y los árabes junto a quienes sus antepasados vivieron en armonía durante más de mil años antes del advenimiento del Islam.
Los judíos iraquíes fueron arrancados de su antiguo hogar, pero su contribución al país se siente hasta el día de hoy. Al igual que las minorías judías en otros países, los judíos de Iraq se concentraron en el comercio, la artesanía, la industria ligera, los servicios gubernamentales y municipales y la banca. El impacto de los judíos en el comercio y la banca fue especialmente significativo. Los ocho bancos que operaban en Bagdad en la década de 1940 fueron fundados por familias judías, y la mayoría de los empleados de bancos judíos y extranjeros eran judíos. El primer ministro iraquí del Tesoro, Yehezkel Sasson, era judío. Él sentó las bases para los impuestos, la economía y el presupuesto estatal iraquí. En una de las protestas contra la corrupción en Irak hace unos años, el nombre de Sasson fue retenido en carteles que declaraban que no era corrupto como los políticos actuales.
Hoy, solo hay un ministro judío en todo el mundo árabe. Roni Trabbolsi se desempeña como Ministro de Turismo de Túnez, el tercer ministro judío en servir desde la fundación de Túnez.
Los países árabes de la antigüedad florecieron en gran parte debido a la contribución de sus judíos. Pero luego, en algunos países, hubo un intercambio de poblaciones: los judíos fueron expulsados y los refugiados árabes palestinos llegaron a su lugar. La población judía rica y educada fue reemplazada por una población débil y pobre, un choque cultural que afectó particularmente a Siria, Irak y Libia.
Con el aumento del rechazo árabe / musulmán xenófobo al Estado de Israel, los estados árabes que no podían vencer a Israel en el campo de batalla castigaron a sus judíos. Ahora, años después, hay una creciente comprensión de la contraproductividad de esa injusticia, y muchos están pidiendo que los judíos regresen. Algunos musulmanes incluso piden que se devuelva a los judíos un impuesto que se aplica a los no musulmanes en los países árabes.
A pesar de este sentimiento creciente, los líderes árabes continúan eligiendo en su mayor parte mirar hacia otro lado, no solo negándose a proteger a los judíos sino contribuyendo activamente a su persecución. Quizás no por coincidencia, los estados árabes sufren fracasos económicos seriales y guerras y disputas interminables. Algunos musulmanes creen que esto es un castigo de Alá por no proteger a los judíos, como se les ordenó.
Esta es una versión editada de un artículo que apareció en Israel Hayom el 1 de enero de 2020.
El Dr. Edy Cohen es investigador en el Centro BESA y autor del libro El Holocausto en los ojos de Mahmoud Abbas (en hebreo).
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
https://besacenter.org/perspectives-papers/arab-countries-miss-jews/
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.