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| miércoles diciembre 25, 2024

Una iniciativa con mucha onda, que sale de París y Jerusalén


Ethel Barylka, fundadora y directora de «Mujer y Judaísmo»

¿Estás en aislamiento por Corona? ¿Te sentís perdido/a  porque no hay adónde ir, en tu comunidad cierran puertas por las dudas y la sinagoga ya no funciona por precaución? El escenario puede aún sonar exagerado en América Latina, pero ya llegará…y en Europa e Israel, es más que real. Por eso a Luciana Pattin, argentina residente desde hace poco en París-tras vivir muchos años en España- jazanit amateur, se le ocurrió organizar una movida online para cantar juntos desde distintas partes del mundo, canciones hebreas y de liturgia judía.

 

Luciana Pattin

Luciana Pattin

Se concretará este domingo 15 de marzo, a las 17.30 hora de París y Madrid, o sea 18.30 de Israel, 13.30 de Uruguay y Argentina entre otros…y ya cada uno calculará según su huso horario.

El único requisito es enviar un mail a info@mujeryjudaismo.com y de allí ya les enviarán un link para conectarse.

Se trata pues de una iniciativa independiente que se  lleva a cabo en cooperación con el programa “Mujer y Judaísmo” creado y dirigido por Ethel Barylka desde Jerusalem ( https://www.mujeryjudaismo.com ). Luciana y Ethel se conocieron años atrás en Madrid y desde entonces cooperan en varios emprendimientos del mencionado programa.  Desde París, el empuje es de Luciana junto con dos amigas francesas, Sandra Jerusalmi y Lior Toledano, ambas enamoradas al igual que ella de la vida comunitaria judía y convencidas de lo bueno de apoyarse mutuamente y disfrutar de la tradición.

Sandra Jerusalmi y Lior Toledano (Foto: Jeremy Joch)
Lior Toledano (izquierda) y Sandra Jerusalmi (Foto: Jeremy Joch)

 

“Esto es para gente con ganas de juntarse, de compartir, de intercambiar experiencias, porque todos vivimos momentos muy extraños con esto de la reclusión”, nos dice Luciana en conversación telefónica desde París. “No hay sinagogas, casi no se puede salir a la calle, es de locos”. Y retóricamente agrega: “¿Qué podemos hacer entonces? Juntarnos y cantar. Es poner un granito de arena y mucha buena onda, para ayudarnos. No tenemos que esperar a que las organizaciones o instituciones tengan la iniciativa. Cada uno puede aportar algo original y productivo”.

Luciana nos cuenta que para ella era lo más natural que se le ocurra algo así porque es muy musical y también le encanta realizar actividades que, tal cual ella lo describe, generen comunidad. Le fascina cantar, toca la guitarra, y ama las canciones hebreas y la tradición judía, con la que ella se conecta como parte de la corriente Masortí.  Pero de más está decir que la actividad es para todos aquellos que se quieran sumar.

La idea surgió de Luciana y la compartió enseguida con Ethel Barylka, creadora y directa del programa Mujer y Judaísmo en cuyo marco se dictan variadas conferencias y cursos mediante una plataforma muy amigable, que esta vez será puesta a disposición de la actividad musical. Por ahora, la plataforma-tal cual la usa Ethel para sus clases- permite que se conecten simultáneamente desde 100 puntos, en cada uno de los cuales puede haber por cierto varias personas.

 

Por eso, les invitamos a registrarse rápido porque la actividad promete ser muy original. De todos modos, Ethel ya asegura que si la respuesta excede en mucho la posibilidad técnica que tiene ahora de conectarse con 100 puntos al mismo tiempo, se encargará de ampliarla.

El banner anunciando la actividad lo recibimos de Ethel Barylka y enseguida nos pareció una iniciativa muy original. Pero, confesamos, nos sorprendimos un poco al ver Madrid en el anuncio. Nos preguntamos si acaso Ethel se habrá animado a viajar nuevamente a dar conferencias en España a pesar de la difícil situación que se está viviendo allí por el Corona. La llamamos de inmediato y todo quedó hermosamente aclarado. No sin antes contarnos Ethel que ella ya estuvo en aislamiento 14 días en su casa por haber vuelto de Roma, y que ahora les tocó a su esposo, el muy querido Rav Yerahmiel Barylka, y al hijo de ambos, porque en la sinagoga en la que ambos rezan uno de los fieles fue identificado con Corona y allí marcharon todos a cuarentena. “Me salvé que justo ese día yo no pude ir, porque aunque las mujeres rezan en el piso de arriba, fueron muy estrictos y por las dudas mandaron a todos a 14 días de aislamiento”.

 

Y volviendo a la actividad, Ethel comenta: “Es una forma de salir del aislamiento que ahora nos ha tocado, de ver que no estamos solos, que puede que estemos sí en cuarentena, pero igual podemos estar unidos en comunidad”.

De aquí una aclaración: las comunidades mismas pueden participar y convocar a su gente. Y escribiendo, se me ocurre la escena, que uno de los 100 cuadritos que aparecerán en pantalla cuando esté hecha la conexión, sea por ejemplo de una institución comunitaria en la que también pueden estar reunidas 200 personas. No todos tienen obligación de cantar. Se puede sí hacerlo o se puede solamente escuchar. Pero cada uno a su forma, sentirá que está.

“Como anda todo el mundo encerrado y estresado, esta es una forma de darnos buenos ánimos y vibras, porque podemos hacer cosas buenas, reforzar el espíritu”, explica Ethel.”Creo que esto es muy femenino, porque es creativo, tiene mucho que ver con la cualidad de buscar lo bueno dentro de lo malo y ver cómo salimos más resilientes de esta situación”. Y aclara de inmediato: “Pero no es sólo para mujeres. También los hombres están más que invitados”.

Técnicamente, imaginen que cada uno podrá desde su computadora ver a todos los que estén conectados, podrán saludarse y oírse unosa otros cantar. No es de descartar que haya un poco de efecto de “delay”…pero ¿qué es eso comparado con el Corona?

 
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