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| jueves abril 18, 2024

El Corona, la macroeconomía y la economía israelí, no sólo en números

El analista Adrián Filut: “No vemos gente sangrado en las calles pero esto es una catástrofe sin precedentes en nuestra era”


Adrián Filut, nacido en Montevideo y radicado en Israel en el 2000, es economista y periodista, columnista en Calcalist, el diario económico de mayor tiraje en Israel. Estos días de crisis Corona, dado que él se dedica tanto al tema de economía israelí como de macroeconomía y a  economía de la salud, no es de los que pueden quedarse en casa. Afortunadamente, su esposa Estela-con un cargo de responsabilidad en la Agencia Judía-también tiene preparación como educadora, lo cual ayuda a lidiar exitosamente con los tres niños de ambos, de 7,8 y 10 años, que están por supuesto sin escuela.

Esta entrevista es extensa y a nuestro criterio, apasionante. No se la pierdan.

 

P: Adrián, es difícil saber por dónde empezar a preguntarte, con una crisis de esta envergadura, porque por mejor analista que seas, aquí estamos ante algo sin precedentes.

R: Exacto. Es un fenómeno que no tiene parangón. Nosotros, o sea el género humano que vive hoy, no vivimos nunca una situación así. Lo más parecido que hubo fue la gripe española en 1918 pero obviamente no se puede comparar el sistema político económico mundial de hoy con el de aquel entonces.

P: En un mundo globalizado totalmente, interconectado a cada instante.

R: Exacto. Así que estamos en un territorio totalmente virgen, nunca nadie vivo hoy estuvo antes en una situación así.

Analizando la macroeconomía mundial

P: Una epidemia mundial, que tiene ya y tendrá más aún, un efecto fortísimo sobre la economía del planeta.

R: Absolutamente. Las recesiones y crisis económicas sí son comunes, sabemos que la economía es cíclica, tiene altibajos. La economía tiene sus propios mecanismos de autocorrección. Pero esto es otra cosa porque esta recesión no tiene nada que ver con la economía, o sea no se origina en un problema económico sino en un fenómeno muy distinto. Esto es un fenómeno que neutraliza la demanda pero también la oferta. No es sólo que el panadero no tiene quién le compre pan…

P: Sino que él mismo no puede producir el pan…

R: Exacto. Están pasando cosas que no están escritas en ningún libro.

P: ¿Y cómo se resuelve esto? O sea…claro que no se puede en unas líneas resumir, pero lo central, a tu criterio.

R: La única forma de resolver esto es con intervención gubernamental masiva y no convencional.

P: Para ayudar a los ciudadanos, a la economía…algo que va mucho más allá de cualquier programa común de ayuda en crisis ¿verdad?

R: Por supuesto. Lo más peligroso cuando te enfrentás a una situación no ortodoxa es tratar de resolverla con herramientas convencionales. Es como tratar de tomar una sopa con un cuchillo. No sirve. Vas a tener que inventar una cuchara. Todo el mundo tendrá que hacerlo.

P: Parte de la cuchara de Trump, por ejemplo, son los 2.2 trillones de dólares que anunció el viernes que vuelca en la economía.

R: Así es. Eso es el 10% del Producto Bruto Interno (PBI) .

P: ¿Cómo explicar esa suma de enorme envergadura para que el ciudadano de a pie pueda captar de qué se trata?

R: Es un programa mucho más grande que el de Obama y Bush juntos ante la crisis financiera del 2008. Es más grande que el tan recordado “New deal” de Roosevelt.

P: Recordemos, fue de hecho una serie de iniciativas y programas de largo alcance, de trabajos públicos y todo tipo de reformas financieras que impuso el entonces Presidente Roosevelt entre 1933 y 1939 para permitir la recuperación después de la Gran Depresión económica.

R: Exacto. Es el programa de salvataje económico más grande de la historia. Y una particularidad es que incluye pasos como mandarle directamente cheques a la gente por correo, o sea dar una ayuda directa. Es algo que no se hizo jamás. Tiene que llegar directo al ciudadano. Imaginate una jeringa que tiene que entrar no sólo a la epidermis y la dermis sino llegar a la carne, bajar al final, para que la persona no pase hambre.

P: Ahora….estos programas especiales de ayuda, dependen de las reservas que tenga cada país ¿no?

R: Sí, pero también es cuestión de decisión política, de liderazgo. Es cuestión de manejo del riesgo, lo que se llama en inglés “risk management”. O sea, puedo meterme en una deuda más grande, para salvar al país. No tengo ninguna duda que la crisis del Coronavirus será el case study clásico en el análisis de manejo de riesgos.

Serios dilemas, entre salud y economía

P: En esta situación, un tema clave es el péndulo entre la salud pública y la economía…Se habla mucho desde el comienzo del hecho que más cierre para salvar vidas reduciendo el riesgo de contagio, equivale a más paralización de la economía, lo cual de por sí puede conducir luego a grandes desgracias. Y, por decirlo en términos medio toscos, a gente que se tire por el balcón.

R: Sin duda alguna. Justamente es oportuno citar algo muy importante que dijo el Profesor Ricardo Hausmann, una eminencia de Harvard, venezolano: que hay que entender que en este caso, la economía y la salud van por caminos opuestos. Es lo que se suele llamar en inglés “trade-off” entre economía y salud. O sea: si querés menos muertos, vas a tener más recesión y más desempleados. Y si querés salvar la economía, vas a tener que pagar con muertos. Claro que podés tratar de achicar el trade-off entre ambas cosas con políticas macroeconómicas, intentando salvar lo más posible minimizando la cantidad de desempleados, pero es muy difícil.

P: O sea que para reducir el precio por un lado, vas a aumentarlo indefectiblemente por el otro. Para mantener la economía en funcionamiento, la gente tiene que salir y por ende hay riesgo de contagio. Ese es el riesgo. Y me imagino que hay países que lo sufrirán más.

R: Sin duda alguna. Países que de por sí están en situaciones económicas delicadas y que tienen un gran déficit fiscal, no hay mucho margen de maniobra con este tema del “trade-off”. Y ni que hablar de países en los que el sistema de salud pública es delicado. Se paga un precio.

P: En esta situación, hay acá dilemas muy profundos.  Es que también a raíz de la respuesta a esta crisis, el cierre, puede después morir gente.

R: Teniendo mucho cuidado con el uso del término, yo diría que acá surgen dilemas de la Shoa. Es que además, en Israel al menos, todavía no vimos nada. No hemos llegado todavía al momento más alto de la crisis. No me gusta ser alarmista, pero estimo que también en Israel va a haber dilemas sumamente  complicados. Ya ha habido ejemplos en Italia, donde el equipo médico tuvo que decidir a quién darle respirador porque no había suficientes y el que no. Es una situación sumamente complicada.

La decisión del gobierno uruguayo

P: Te cuento que en Uruguay el gobierno del Presidente Luis Lacalle decidió crear el Fondo Coronavirus para cubrir todas las necesidades creadas a raíz de la crisis actual, y  anunció que el dinero con el que funcionará vendrá más que nada del corte de salarios de todos los funcionarios públicos que ganan más de 80.000 pesos por mes, empezando por supuesto por el propio Presidente de la República, sus ministros, legisladores….y los únicos exceptuados de la medida, por razones obvios, serán los trabajadores de la salud. La Ministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche dijo que esa medida alcanzará a 15.000 funcionarios y generará para el Fondo Coronavirus 12 millones de dólares en dos meses. Como economista ¿qué te parece?

R: Es brillante por tres razones. Primero, porque está generando ingresos que no existen y además es sumamente justo porque si tenés en cuenta que los que más se van a dañar en estas situaciones son los empleados no públicos sino del sector privado, es una forma de distribuir en forma más justa el dolor. Está muy bien lo que están haciendo, sin duda. Es también una forma de efectivizar, de hacer reformas estructurales necesarias que en días normales no tienen apoyo de sindicatos y partidos políticos.

R: Pero no me parece que esto último que mencionás sea la intención del gobierno. Es una medida muy clara para responder a la crisis. Por ahora, por dos meses. Claro que no es de descartar que se prolongue.

R: Sí, entendí. Como dije, me parece una muy buena medida.

 

La salida

P: Hay que ir pensando en el día después ¿No?

R: Sin duda. Esta crisis va a ser muy dura, un golpe muy fuerte e intenso, con consecuencias económicas severas. Pero no fue provocada por un problema económico sino por un desastre natural, lo que denominamos una variable exógena.

P: ¿Acaso importa, es relevante, cuál es la razón? O sea, al que se queda sin trabajo o tiene que cerrar el pequeño o gran negocio que tenía ¿le cambia algo si la razón es un virus o un mal funcionamiento de la economía de su país?

R:Sí, es muy relevante. Cuando termine todo esto y la humanidad y la tecnología triunfen-así creo que ocurrirá-, descubriendo una cura para el Corona o al menos una especie de solución, todo el aparato productor, económico, tecnológico, va a volver a funcionar. Va a ser algo parecido a lo que nos pasa cuando tenemos que hacer reset a la computadora. Empezamos de nuevo. No es que hubo un problema económico de fondo, un mal funcionamiento, a diferencia de una crisis clásica que tiene que ver con un problema estructural económico-financiero que requiere que se resuelva ese problema puntual.

P: Entiendo…pero a diferencia de la computadora a la que hacés reset, acá, lo que pase después, dependerá mucho del comportamiento del mundo, digamos, en términos generales.

R: Claro. Hay que tener en cuenta que si las respuestas de los países, de los organismos internacionales y de la población no es buena, si no hay buenas políticas, colaboración internacional, y si esto demora mucho tiempo o más de lo pensado y por ende los daños son más grandes todavía que lo que se piensa ahora, cuando se empiece de nuevo muchas funciones que antes estaban bien, no van a estar funcionando.

P: Traduzcámoslo a lenguaje de la vida común.

R: Cuando tenés un corte luz y volvés a levantar el fusible que se cayó, puede ser que al recuperar la electricidad veas que algún aparato se te quemó. Aquí va a haber mucho daño económico, veremos quiebras, sectores enteros afectados.

 

La situación en Israel

Entrevistando al Ministro de Economía Eli Cohen
Entrevistando al Ministro de Economía Eli Cohen

 

P:¿Cuáles son los pronósticos para la economía israelí? ¿Podés darme los números principales?

R: Si ves los pronósticos del Banco Central de Israel, basados también en las apreciaciones del Fondo Monetario Internacional y de la OCDE, hablan claramente de una recesión, una contracción del Producto Bruto interno para este año, de entre el 1.5% y el 3%.

P: O sea, contracción es lo opuesto de crecimiento…bajo cero.

R: Exacto. Entre -1.5% y – 3%. Y la deuda externa, que hoy es el 61% del PBI, va a subir al 74%. Además, desde comienzos de marzo, hay más de 920.000 nuevos desocupados, de ellos el 90% ciudadanos que fueron enviados a licencia sin goce de sueldo. Esto asciende al 22% de desempleo a nivel nacional. Los otros, despedidos directamente.  Esto, claro, actualizado a domingo 29 de marzo de mañana .Y el déficil fiscal podría llegar al 10% del PBI, algo que nunca ocurrió.  Es algo así como 130 billones de shekel (más de 36.000 millones de dólares), algo sin precedentes.

P:  ¿Pero se aventuran a vaticinar qué pasará después?

R: Sí, y esta es la buena noticia. Para el 2021, pronostican un crecimiento del 7.1%, que es altísimo. Las suposiciones de todos los modelos en Israel dicen que este año va a ser durísimo pero el próximo veremos una recuperación muy fuerte. Claro que esto tiene mucho que ver con cuánto esto demore y cómo reaccionen los gobiernos y cuánto ayuden.

P: ¿Podés enumerar las principales medidas tomadas por Israel desde el punto de vista económico? Recordemos que la economía está funcionando en el 30% de su capacidad, y se habla de reducir esto más todavía, al 20% o menos aún.

R: Así es. El programa económico aprobado hasta el momento para lidiar con esta situación asciende a 80.000 millones de shekel (algo menos de 22.500 millones de dólares). Por ahora al menos. De eso, la mitad sale del presupuesto nacional directamente. La otra mitad no es dinero que se saca realmente en forma efectiva sino que se trata de garantías del Estado, descuentos, exenciones de pagos. O sea podríamos decir que la mitad es dinero que o que se promete al ciudadano o que no se las cobras, no las ponés en forma activa sacándola del presupuesto del Estado.

Te diré que lo primero que entendieron es que hay que fortalecer los fondos de préstamos, con garantías del Estado.

También se decidió que todos aquellos ciudadanos que salieron a lo que en hebreo se llama “jalát”, una sigla que significa “vacaciones sin goce de sueldo”, pero que no fue evidentemente decisión de ellos sino imposición de sus empleadores, recibirán seguro de paro por mucho más tiempo. O sea, no cambiaron los montos sino las reglas. Se computa desde el día que sacaron a la persona a “jalat”. En general el pago es del seguro de paro es entre el 60 y 70% del sueldo.

Además, darán ayuda a jubilados as los que no les alcanza la jubilación y por eso continúan trabajando. Será un monto de entre 3 mil y 4 mil shekel, por una vez (más o menos entre 830 y 1100 dólares). No están todos los detalles todavía. Pero claro que si la persona no se vio perjudicada, puede que reciba menos.

En cuanto a los independientes, o sea no asalariados, van a recibir ayuda, pero no todos. Si el daño en sus ingresos es menos del 50%, seguramente no van a recibir nada.

Van a mandar a muchos independientes 2 cheques de hasta 12 mil shekel (unos 3350 dólares) dependiendo del tipo de profesión que tienen. Pero claro que tendrán un tope, no será nunca lo máximo que ganás.

P: ¿Estos números de ayuda son reales para ayudar a la población?

R: Seguro no será suficiente. Seguro tendrán que ayudar más, teniendo en cuenta que la crisis que se avecina y lo compleja que será la situación.

O sea, creo que al gobierno le cayó la ficha, pero no lo suficiente. Y más que nada tomando en cuenta que está por imponerse un cierre total por 3 semanas.

P: ¿A qué te referís que no les cayó la ficha? A los directivos de la salud les cayó hace rato.

R: Claro. Me refiero a los de Finanzas. Creo que recién hace pocos días comenzaron a captar el daño económico que se sufrirá y que no va a haber más remedio que meter la mano en el bolsillo.

P: Pero al Ministerio de Salud Pública sí le cayó la ficha antes acerca de la necesidad de tomar medidas muy serias para frenar la propagación del virus.

R: Eso está claro. Israel fue el primer país en tomar medidas muy serias.

P: El primero por ejemplo en prohibir la entrada de gente de China y otros países de la región.

R: El tiempo es una variable crítica en todo esto. Mientras en Londres Boris Johnson estaba diciendo que mejor que todos se contagien, Israel ya había cerrado las universidades, las escuelas y el cierre parcial de todo el país estaba ya en camino. Pero son dos cosas totalmente distintas. Hasta hace pocos días, la gente del Ministerio de Finanzas seguía discutiendo con el Ministerio de Salud Pública que no hay que cerrar tanto. Se metieron a tratar de incidir en decisiones de salud pública en vez de ver cómo se ayuda a la gente, teniendo en cuenta que el tema del cierre y la cuarentena es un dato, no una variable.

P: Volvemos al tema mencionado antes, de las medidas no convencionales que hay que tomar.

R: Así es. Al principio empezaron a intentar solucionar de forma ortodoxa, luego entendieron que eso no ayudará lo suficiente y empezaron a pensar cómo ayudar a los independientes, que hace 20 años quieren tener seguro de paro y no tienen.

P: Todo un tema que es para tratar aparte por cierto.

R : Por supuesto.Pero ahora se toman medidas coyunturales, no de cambio estructural. Pero yo creo que las medidas o más que nada las sumas, son insuficientes.  De todos modos, no tengo dudas que en algún momento, van a pasar la boleta. Van a tener que cobrar lo que dan ahora, por ejemplo aumentando impuestos.

P: Pero si no esperan un tiempo largo, no hicieron nada…tienen que dar a la gente tiempo para recuperarse.

R: Claro. Si no, ahogás la economía. Si lo hacés muy rápido, podés matar al paciente. Es como una persona que sale de una operación al corazón, no la sacás enseguida a correr porque la matás.

 

El sistema de Salud Pública israelí

P: Adrián, en el último año te has dedicado también a la cobertura del tema de la economía de la salud. Daría para una entrevista entera aparte por cierto…¿Cómo analizarías el sistema israelí? Tiene varias contradicciones. De altísimo nivel y por otro lado faltan médicos, por dar solo un ejemplo.

R: Así es. El sistema es sin duda sumamente efectivo. Pero recordemos, en economía efectividad se mide analizando los resultados en base a la inversión. Con una inversión relativamente baja, los resultados en Israel son excelentes. Los fondos dedicados a la salud son el 7.5% del PBI, pero de ello, sólo el 60% aproximadamente es lo que viene del Estado. Es muy bajo. En los países de la OECD, el promedio es de un 9% del PBI y lo que viene de Estado supera el 70%.

P: O sea que es bueno que sea efectivo, pero estos números también muestran un problema.

R: Por supuesto. No se invierte lo suficiente en Salud Pública.

P: ¿Cuáles son las ventajas?

R: La gran ventaja es que el sistema de salud pública israelí es muy centralista. El Ministreio de Salud tiene casi todo el control y entonces es más fácil tomar decisiones porque el poder está concentrado en menos manos y en esta situación que hay que decidir, reaccionear e implementar rápido, esto es especialmente importante.

Además, hay algo que puede parecer un contrasentido. Como la tasa de camas ocupadas es muy alta, los equipos médicos israelíes están muy acostumbrados a trabajar horarios de locura en términos de emergencia…En Israel esa tasa es del 94%, el segundo después de Irlanda. Es algo similar a lo que pasa en situaciones extremas, como una guerra. Israel está acostumbrado a lidiar con eso y entonces, cuando ocurre, reacciona mejor.

Y otra ventaja, que tiene más que ver con el país que con el sistema, es que el país es chico. Imaginate imponer cierre en un país con más de 100 millones de habitantes. Cuando tenés poca población en un territorio chico, es más fácil controlar la implementación de las medidas que tomás.

A modo de resumen

P: Al analizar todo esto, hay economía pura, instrucciones de salud pública y creo yo mucho casi de filosofía, sicología…es muy complicado.

R: Sumamente. Y realmente hay aquí una cuestión sicológica. El que no veamos niños muertos, ríos de sangre por las calles, edificios destruidos, es algo que confunde un poco, que no nos permite ver la profundidad de la crisis y del evento histórico que estamos viviendo. Si se viera gente sangrando en la calle, sicológicamente se podría entender más la envergadura de lo que está pasando, del peligro inherente y de los daños que generará.

P: O sea, uno no siente la muerte realmente, a menos que se pierda a un ser querido, cercano. Y en ese caso, ni siquiera se puede estar con él al morir.

R: Exacto. Es que la ciudadanía, a la que se pide colaborar a para frenar al virus ¿Qué hace? Estamos todos en casa, tomando mate y sol…Al aire puro.En silencio. Así es difícil captar plenamente la dimensión de la crisis, la situación de emergencia. Sicológicamente me refiero. Cuando uno ve una amenaza enfrente suyo, el cerebro mismo reacciona ante ella de acuerdo a nuestros paradigmas. Pero esto es muy raro. No vemos peligro ante nuestros ojos y entonces no entendemos.

P:  Y lo que vemos son las limitaciones que nos imponen, que nos causan otros problemas.

R: Y hay que tener mucho cuidado porque la gente puede llegar a situaciones límites. Por eso es muy importante que en medio de la incertidumbre de esta situación, el gobierno, todos los gobiernos, den a sus respectivos ciudadanos la información más clara posible. Deben comunicar cómo van a ayudar, lo antes posible. Es una cuestión sicológica muy importante. Es que si le decís a una persona que se quede en su casa un mes, le decís que no puede salir, que no va a ganar nada y va a pagar impuestos como si nada, la persona puede verse seriamente abrumada y reaccionar muy mal. Hay que tener mucho cuidado.

Para terminar, te daría otro dato que creo que es interesante. Recordemos que en la rutina sin Corona, mueren en Israel 40.000 personas por año por todo tipo de enfermedades. O sea, más o menos 109 por día. A ello se agregaría los que fallezcan por Corona, que ojalá sea mucho menos que en otros países.

P:  Que así sea Adrián. Cuán cierto es ahora eso de “lo principal es la salud”. Física y mental. Que la tengamos todos. Mil gracias por esta apasionante entrevista.

R: A vos Ana.

 

http://www.semanariohebreojai.com/articulo/2494

 
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