Profesor Uzi Rabi
El atentado terrorista islamista de mediados de octubre en las afueras de París en el que el checheno Abdullah Azorov decapitó al profesor Samuel Paty porque había mostrado en sus clases caricaturas de Mahoma, no debe ser visto como un incidente aislado ni como un despertar repentino del extremismo islámico, que algunos podían pensar que estaba temporariamente dormido. La reacción del Presidente de Francia Emanuel Macron y la hoguera que intenta encender desde Turquía el Presidente Recep Tayip Erdogan, dejan en claro que aquí hay algo mucho más de fondo, parte de un proceso en el que Europa deberá tomar medidas para defenderse. Y que esté claro: no sólo del Islam extremista fundamentalista, sino también de la ultraderecha xenófoba que al reaccionar a los ataques del primero, puede violar exactamente los mismos valores que son rechazados por los fanáticos islamistas.
Para analizar este tema, recurrimos al Profesor Uzi Rabi, experto en Islam y Medio Oriente y Director del Centro Moshe Dayan para el Estudio del Medio Oriente y Africa en la Universidad de Tel Aviv.
Samuel Paty decapitado en Francia
P: Profesor Rabi ¿Usted se sorprendió cuando se enteró de la decapitación del profesor en Francia? Me refiero a nivel del incidente puntual mismo, ya que está claro de fondo que no es que la jihad mundial desapareció.
R: En lo puntual de este atentado claro que no me sorprendí porque hace ya 20 años que conocemos el fenómeno de los así llamados lobos solitarios. Esto está muy relacionado a las redes sociales que incitan y agitan, por lo cual en cualquier momento alguien escucha o lee algo que le altera el pensamiento, toma un cuchillo de la cocina de su casa y sale a matar. Con las redes tan accesibles por internet el fenómeno de la propagación del odio es tan grande, que esto es factible en cualquier momento.
Sin duda el mayor desafío de las organizaciones de Inteligencia en el mundo es tratar de frustrar de antemano este tipo de ataques, pero para lograrlo hay que llegar a alguien que puede estar siguiendo las redes radicales solo en su casa, sin dar señales de nada hacia afuera. Es muy complejo.
P: ¿Y más allá del ataque puntual, en lo que se refiere a la situación general en Europa?
R: Yo no me sorprendí porque tengo clarísimo que el problema en Europa occidental no está solucionada. Es muy fuerte más que nada en Francia pero también en Italia y España, en cierta forma también en Gran Bretaña, y es muy notorio también en Escandinavia. Son todos países que se definen como liberales occidentales, pero ninguno logró llegar a una especie de contrato social que determine cómo un país liberal occidental arreglarse con minorías culturales que viven en su seno, con valores y trasfondo muy distintos de los suyos. Se pensó que el tiempo haría lo suyo, que se llegaría a ciertos entendimientos, pero vemos que sucede todo lo contrario.
A medida que pasa el tiempo, quedan más claras las diferencias, y yo hasta diría que la pandemia del Coronavirus también influye en esto, ya que agudiza las tensiones dentro de la sociedad, sean étnicas, sociales o económicas. Y se llega pues a puntos muy problemáticos.
P: Las tensiones no son nuevas. Pero entiendo que usted ve en las reacciones al atentado, la señal de que se llegó a un punto de hervor.
R: Así es. Está claro que hay aquí una lucha a fondo. El Presidente Macron ha formulado declaraciones que revelan que llegó a la conclusión que esto no se puede esconder más. Dijo verdades muy auténticas, con mucha firmeza, y eso chocó con los intereses de Erdogan desde Turquía que tiene por supuesto objetivos opuestos a los de Macron.
À tous les enseignants de France. pic.twitter.com/YLlIVILTaN
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 16 de octubre de 2020
P: ¿Cómo plantear esos objetivos?
R: Erdogan es el gran líder del Islam político sunita que intenta islamizar a Europa no mediante la Jihad y los degollamientos sino por la ideología de Ahwanat el-Islam, las Hermandades Musulmanas. Quiere que esa visión sea la aceptada por los musulmanes en Europa .Se lo ve especialmente en Alemania, pero claro que hay cada vez más escenarios de ese tipo.
P: Erdogan aprovechó el atentado en las afueras de París y la reacción del Presidente Macron para encender las llamas.
R: Por supuesto. El asesino en este atentado no fue un enviado de Erdogan. Fue un individuo al que la propaganda salafista le lavó el cerebro. Pero Erdogan aprovechó la reacción de Macron contra el extremismo islámico, para promover su política global acusando al Presidente francés de no estar en sus cabales al atacar al Islam. Pero el tema es que Macron entendió que lo que está en juego es la lucha por el alma y la forma de vivir de un país liberal de Occidente.
Acá el tema es lo que representó Charlie Hebdo, el pluralismo europeo, el hecho que si se dibuja o muestra una caricatura del profeta Mahoma, hay que gente que sale a matar a quienes la hicieron. Por más que se hable de pluralismo y solidaridad, está claro que el problema no se ha solucionado. Es preocupante. Y yo diría que lo que está pasando ahora entre Macron y Erdogan, no es un choque aislado. Es el comienzo de la lucha por el alma del Estado liberal.
Y en este sentido, el peligro no viene sólo del aumento del Islam radical en el cuerpo de Francia. Angela Merkel en Alemania lo entiende bien. El tema es también que del otro lado aumenta la derecha nacionalista. Y en el medio caen las agendas liberales occidentales . Entienden que si no se soluciona, Europa tendrá que cambiar su forma de actuar ya que desaparecerán los que apoyan al centro liberal occidental.
Nous continuerons, professeur.
Nous continuerons ce combat pour la liberté, ce combat pour défendre la République dont vous êtes devenu le visage. pic.twitter.com/0gRe9WIVjJ— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 21 de octubre de 2020
R: Dos montañas que no se tocan, que chocan: la islamofobia y el Islam radical, a veces enviado por Al Qaeda, otras por ISIS y otras por los Hermanos Musulmanes que tienden su infraestructura para controlar Europa supuestamente en forma democrática. Es cierto que a veces Macron pierde el control de lo que dice muy rápidamente, pero lo que cuenta es lo que hay de fondo: llegó a la conclusión de que hay que hacer algo, aunque no dice qué, para preservar el Occidente liberal.
P: Recordemos qué dijo Macron después del atentado.
R: Dijo ante todo que se debe defender la libertad de expresión, con lo cual daba a entender implícitamente que lo que se hizo con las caricaturas de Mahoma era legítimo, parte de la libertad de expresión. Es por eso que Erdogan empezó a lanzar sus ataques y también boicot a mercaderías francesas. Dice que Macron considera que la libertad de expresión justifica ofender al Islam en Europa. Claro que la forma en que Macron reaccionó sirvió a los intereses de Erdogan. No estoy criticándolo sino describiendo lo que pasó. Lo central es que Macron entiende que todos los valores de la revolución francesa, el alma del Estado liberal, están en peligro. Y el perdedor es el sistema de la democracia liberal occidental.
P: Erdogan está interesado en azuzar los ánimos lo más que pueda. ¿Cuáles son sus límites?
R: Erdogan no tiene límites. El propio Israel puede decir de primera fuente qué ocurre cuando alguien cae en su boca. Pero Erdogan no les habla a los franceses, ni a los israelíes ni a los norteamericanos. Les habla a los musulmanes. No le importa qué piensan de él en otro lado. Sólo le importa su electorado en Turquía y la calle musulmana que lo ven como un héroe histórico.
Avances hacia la paz entre Israel y el Golfo
P: ¿Ve alguna relación entre esta situación de fondo y el avance hacia la paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Israel y Bahrein?
R: Por supuesto. Cuando los Emiratos observan lo que ha estado pasando en la región en los últimos 5-6 años, cuando ven la amenaza chiita de Irán pero también la de Erdogan y los Hermanos Musulmanes, quieren afianzar su modelo de otro Islam, para demostrar que es posible. Entienden que si el único Islam es el de Erdogan, Irán o ISIS, ellos, estos países del Golfo, no tienen futuro. Por eso tenían que elaborar una ecuación que convierta a la religión en algo que pueda unir, no separar.
P: Lo hacen hace tiempo dentro de su propio territorio. Y de esa concepción llegan los Acuerdos de Abraham…
R: Que destacan una raíz común. El patriarca común. No tengo ninguna duda de que eso tuvo también mucho que ver. Claro que se agregan otros elementos, los aviones F-35, las energías del mañana…sí, todo eso es importante. Pero yo considero que la motivación principal es la comprensión que si permiten que los dominantes sean los extremistas de Irán y Turquía y en el medio está también ISIS, el margen de maniobra con el que ellos pueden vivir se torna mucho más estrecho.
Y así piensan también Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Omán…por eso todos están en el mismo bloque. Todos ven a Israel como parte de su lado de la ecuación. Eso es lo más grande de lo que está ocurriendo. Esto está pasando en Medio Oriente, donde hoy las decisiones de estos países pasan más por la razón que por las emociones. O sea, hay conexiones por intereses, lo cual promete mejor sustento que decisiones por ideologías.
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