El nuevo presidente ultraconservador de Irán, Ebrahim Raisi, quien asumió la semana pasada en lugar de Hassan Rohani, asignó como ministro del Interior a uno de los presuntos participantes del atentado a la AMIA de 1994.
Se trata de Ahmad Vahidi, quien era el jefe de la Fuerza Quds, un poderoso brazo paramilitar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), la organización militar más grande de la República Islámica de Irán –considerada por Estados Unidos como un grupo terrorista- en el momento en el que fue el atentado a la sede de la comunidad judía en la Argentina, hace 27 años.
Desde 2007, Vahidi es buscado por Interpol por el ataque en Buenos Aires que dejó 85 muertos.
Vahidi también ocupó el puesto de ministro de Defensa entre 2009 y 2013, durante la presidencia de Mahmoud Ahmadinejad, el mandatario que firmó el memorándum de entendimiento con el gobierno de Cristina Kirchner, quien a partir de ese pacto está acusada de encubrir a los sospechosos del ataque a la AMIA.
En aquel momento, el nombramiento de Vahidi fue repudiado por el Parlasur. “Vahidi es acusado de haber participado en el atentado terrorista de 1994, en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), donde murieron 85 personas en Buenos Aires. La decisión adoptada por el presidente iraní constituye una afrenta innombrable a las víctimas de la masacre y sus familias, y por eso merece el repudio de toda la comunidad de naciones democráticas”, afirmó en aquel momento la asamblea parlamentaria del Mercosur, en un comunicado oficial.
Expulsión de Bolivia
Durante su mandato como ministro de Defensa, Vahidi fue expulsado de Bolivia en junio de 2011, tras participar de un acto encabezado por el entonces presidente Evo Morales para conmemorar el 59º Aniversario del Colegio Militar de Aviación (Colmilav) y en la inauguración de una escuela de defensa en Santa Cruz de la Sierra.
Por el viaje del iraní al país de América Latina, la Justicia argentina puso sobreaviso a la Interpol para detenerlo, y David Choquehuanca Céspedes -quien estaba a cargo del ministerio de Relaciones Exteriores y actualmente es el vicepresidente de Bolivia- envió una carta de disculpas a su par Héctor Timerman en la que calificó como un “grave incidente” la visita de Vahidi. Además, justificó que el arribo del acusado se debió al “desconocimiento en ciertos niveles de las circunstancias de la invitación cursada” y “bajo ningún aspecto” intentó constituir “un acto de agravio” que pudiera afectar el buen nivel de relaciones que mantenían ambos países.
“El gobierno de Bolivia ha tomado las previsiones correspondientes a fin de que el señor Ahmad Vahidi abandone de inmediato el territorio boliviano”, decretó, entonces, Choquehuanca, tras la interpelación del fallecido fiscal Alberto Nisman, quien era titular de la Unidad de Investigaciones por el ataque a la AMIA.
Orden de captura internacional
El nuevo ministro del Interior de Irán es considerado por la Justicia argentina uno de los responsables de planificar y financiar el atentado que voló la AMIA el 18 de julio de 1994. A raíz de esa acusación, pesa sobre él un pedido de captura de Interpol, reclamada por la Argentina desde 2007 y desconocida hasta la actualidad por Irán, tanto en palabras como en hechos.
El grupo de los acusados y reclamados por el Estado argentino ante la Justicia internacional lo completan el expresidente de Irán Alí Akbar Hahsemi Rafsanjani; los exministros Alí Fallahijan y Alí Akbar Veleyati; el excomandante Moshen Rezai; el exjefe de Seguridad Exterior Imad Fayez Moughnieh; el exconsejero cultural de la embajada Mohsen Rabbani, y el tercer secretario de la delegación diplomática en Buenos Aires, Reza Ashgari.
La elección de Vahidi para ocupar nuevamente un puesto en el gobierno de Irán ya comenzó a disparar reacciones entre el círculo político argentino. El exembajador ante Estados Unidos, Brasil, China y la Unión Europea, Diego Guelar, fue uno de los primeros en alertar la situación.
“El Gral. Ahmad Vahidi es el nuevo Ministro del Interior de Irán… con captura ordenada por la Justicia argentina y “alerta roja” internacional de Interpol, por el atentado contra la AMIA de 1994….”, publicó el exfuncionario argentino en su cuenta de Twitter.
Gabinete conservador
El presidente Raisi afianzó la línea dura de su gabinete con la elección del ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amirabdollahian, conocido por sus estrechos vínculos con la organización terrorista Hezbollah, en momentos que Washington y Teherán tratan de revivir el acuerdo nuclear con las potencias mundiales.
De 56 años, el nuevo funcionario ha trabajado más de una vez en el Ejecutivo iraní. Fue viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Árabes y Africanos bajo la presidencia populista de Ahmadinejad, tildado en Occidente por negar el Holocausto y por haber tenido una polémica reelección, en 2009.
La mayoría de los ministros electos pertenece al sector intransigente del régimen, lo que da un atisbo inicial sobre la posible orientación del nuevo gobierno para los próximos cuatro años. Javad Owji, de 54 años, con largos años de servicios en el sector vital del petróleo y el gas, fue postulado como ministro de Petróleo. Rostam Ghasemi, ministro de Petróleo bajo Ahmadinejad, fue postulado como ministro de Caminos y Urbanización. La lista también incluye al general Mohammad Reza Ashtiani, exsubjefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, como ministro de Defensa.
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