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| sábado abril 20, 2024

BESHALAJ 5782


B’H

Éxodo 13:17-17:16

Poco tiempo después que los Hijos de Israel salieron de Egipto, el Faraón los persigue para forzarlos a volver; los israelitas se encuentran atrapados entre el ejército del Faraón y el mar. Di-s le dice a Moshe que eleve su bastón por sobre el agua; el mar se abre para dejar pasar al pueblo judío, y luego se cierra sobre los egipcios. Moshé y los Hijos de Israel entonan una canción de alabanza y agradecimiento a Di-s.

En el desierto, la gente sufre sed y hambre y repetidamente se quejan ante Moshé y Aarón. Di-s endulza milagrosamente las amargas aguas de Mará, y luego hace que Moshé extraiga agua de una roca al golpearla con su bastón; hace descender maná del cielo antes del rocío cada mañana para desaparecer del campamento israelita por la noche.

Los Hijos de Israel reciben la orden de recolectar una doble porción de maná los viernes, porque éste no descenderá en Shabat, el día de descanso decretado por Di-s. Algunos desobedecen y salen a recolectar maná en el séptimo día, pero no encuentran nada. Aarón preserva una pequeña cantidad de maná en un jarro, como un testimonio para futuras generaciones.

En Refidím, el pueblo es atacado por Amalek, que es derrotado por las plegarias de Moshe y un ejército reunido por Iehoshua.

 

Silenciando las Dudas Internas

 

“Vino Amalek y peleó contra Israel en Refidím”. (Éxodo 17:8)

El ataque físico de la nación de Amalek fue la manifestación externa del ataque espiritual del Amalek interno del pueblo, su duda con respecto al cuidado e intervención de D-os en sus vidas.

Este Amalek interno continúa asediándonos hoy en día, intentando sembrar dudas y enfriar nuestro fervor religioso. Reconoce que D-os existe pero intenta convencernos que D-os es demasiado grande como para preocuparse por los detalles de nuestra observancia judía. Una duda lleva a la otra y eventualmente nuestro Amalek interno nos convence que D-os no está involucrado para nada en la vida humana. Esto, a su vez, causa que abandonemos nuestra búsqueda de Divinidad y espiritualidad.

De este modo, así como el Éxodo de Egipto ocurre nuevamente en cada generación y en cada día, también lo hace la guerra con Amalek. Todos los días, debemos silenciar la voz de duda que busca detener nuestro progreso espiritual. Una vez que dejamos nuestro Egipto interno exitosamente y nos sobreponemos a nuestro Amalek interno, estamos prontos para recibir la Torá nuevamente y entrar en nuestra Tierra Prometida. Implementar exitosamente este proceso de crecimiento espiritual a nivel individual acelerará su implementación colectiva, llevando al mundo a su Redención Mesiánica.

 

EL PRÓXIMO LUNES 17 DE ENERO ES TU BISHVAT, EL AÑO NUEVO DE LOS ÁRBOLES

Envoltorios

Por Yanki Tauber

“El hombre es un árbol del campo” (Deuteronomio 20:19) Tengo un amigo que no compra paltas: «El cincuenta por ciento del peso corresponde a la semilla,» explica… Le encanta comprar manzanas, uvas y bananas, pero paltas y mangos, nunca. Los duraznos y los dátiles están en el límite – los comprará en ocasiones, pero con profundas dudas…

Mi amigo opina que el negocio de la fruta es una patraña. Los árboles necesitan producir; por eso es que tienen semillas. Pero los árboles no son “muy móviles”, y tienen el problema de cómo conseguir que sus semillas se planten a una distancia razonable. Una forma sería golpear ligeramente el hombro de un pájaro, un animal o un ser humano que pasa y decirle: «discúlpeme señor, ¿puede usted tomar por favor estas semillas y dejarlas caer a cierta distancia de aquí, preferiblemente en cierto lugar con buen suelo, sol y un abundante abastecimiento de agua?» Pero probablemente como respuesta, mascullarían algo acerca de una cita con el médico o alguna otra obligación y se alejarían rápidamente… Entonces, el árbol empaquetaría sus semillas en una pulpa colorida, sabrosa y alimenticia, y las comercializaría como «fruta»

“El hombre es un árbol del campo» (Deuteronomio 20:19). Las personas nos parecemos al árbol de numerosas maneras, entre otras: en nuestro incesante esfuerzo «ascendente», en nuestra necesidad de «raíces», en la manera en que nuestras vidas se bifurcan y se «ramifican» en diversas direcciones…

La principal semejanza con el árbol, es la manera en la que todo lo que somos y lo que hacemos, se centra en la “generación de la semilla”. El hombre es un ser espiritual, eso significa que no solamente nos reproducimos físicamente – dando a luz niños – sino también espiritualmente: nos extendemos sembrando nuestras ideas, sensaciones y convicciones en las mentes y los corazones de otros. Y aquí, dice el Rebe de Lubavitch, encontramos un paralelo interesante entre la manera que el árbol frutal envía sus semillas y la manera que diseminamos nuestros pensamientos y experiencias. El vehículo del árbol frutal para la reproducción consiste de dos componentes básicos:

1) La semilla, en la cual el árbol se condensa a sí mismo – sus características, su naturaleza, su misma esencia de árbol;

2) El «envoltorio» que lo hace atractivo y sabroso para sus consumidores.

Ambos son necesarios. Sin el “envase”, la semilla no conseguiría ir muy lejos, o lo haría con gran dificultad. Por otra parte, si un árbol produjera la fruta más deliciosa y más atractiva pero olvidara incluir una semilla, nada sucedería. No habría escasez de consumidores, sino ninguna progenie. Cuando buscamos «reproducirnos» espiritualmente, comunicando nuestros pensamientos y sensaciones a otros… empaquetamos también nuestras semillas. Las envolvemos en la sofisticación intelectual, las empapamos en salsa emocional, las vestimos en palabras e imágenes coloridas. Si no lo hiciéramos, nuestro mensaje no podría llegar muy lejos. Pero lo más importante que debemos recordar es que adentro, debe haber una «semilla» ¿Si la fruta de nuestra mente no tiene adentro un pedazo de nuestra alma, cuál es el punto? (www.es.chabad.org)

 

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Comentarios

El ser humano es en esencia la súma de sus propósitos y de su voluntad en alcanzarlos …se trata no solo de un hecho de caracter «intelectual» sino tambien espiritual, pues con esa finalidad hemos sido Creados en origen por D- …determinar objetivos de vida y ejercitar una capacidad voluntária para vivir en armonia con ellos, equivale en buena medida, a realizarse como persona …las metas no siempre se consiguen, pero el esfuerzo sostenido llevado a cabo para lográrlas, justifica por si solo el empeño, y contribuye ademas a dotar la existencia de sentido própio y contenido …
Confiar en D- no equivale solo a «creer» en ÉL, sino a poner en práctica Su Voluntad, y a mantener con ÉL, un vínculo estrecho íntimo y permanente, por medio de la lectura de Su Palabra, la oracion de fé, y el compromiso fírme de «seguirle» en todo momento con fidelidad, mas allá de los avatáres de la vida, de los obstáculos y las circuntancias personales …

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