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| lunes diciembre 23, 2024

Ucrania y los judios


En Ucrania tuvieron lugar momentos claves de la historia judía

 

1. Los judíos vivieron en Ucrania desde la antigüedad.

Desde la antigüedad hubo judíos viviendo en lo que hoy en día es Ucrania. Los judíos vivían en la antigua ciudad griega de Chersonesos, hoy en día Sevastopol (ubicada en la península de Crimea, que previamente formaba parte de Ucrania y fue anexada por Rusia en el 2014). El profesor J. Andrew Overman del Colegio de Macalester, dirigió el Proyecto del Mar Negro en los años 90 y describió algunos de los muchos artefactos judíos que encontró su equipo:

 

«El equipo estaba enfocado en descubrir evidencia de una presencia judía en Chersonesos durante el período romano. Allí encontramos menorot, lámparas de aceite con grabados de Torá y grafitis en hebreo y griego. Un fragmento en hebreo incluso menciona a Jerusalem, la única instancia conocida de esto fuera de la antigua Israel. Además, una de las menorot parece datar del período helenístico, convirtiéndola en una de las más antiguas que se han encontrado», observó el prof. Overman en una carta de 1997 al The New York Times.

2. El reino de los jázaros se convirtió al judaísmo.

Al oriente de Ucrania estaba el reino de los jázaros, un reino de pueblos turcos que surgió al sureste de Rusia en el siglo VI EC y se extendió hacia el occidente hasta Kiev, la capital actual de Ucrania. En el siglo VIII, el rey jázaro se convirtió al judaísmo y ordenó que también sus súbditos lo hicieran. Muchos jázaros se convirtieron en judíos, adoptaron las festividades judías y el Shabat y cuidaron las leyes de kashrut.

La «moneda de Moshé» de los jázaros, encontrada en el «tesoro de derrames» con fecha aprox. del año 800. En ella está escrito: «Moshé es el profeta de Dios» en vez del texto musulmán habitual: «Mahoma es el profeta de Dios».

 

En ese momento, los jázaros estaban gobernados por un rey semidivino llamado Kagan, y jefes locales llamados «begs». La leyenda cuenta que el rey jázaro ordenó que acudieran a su palacio representantes de las tres religiones monoteístas y escuchó a cada uno hablar sobre su religión. Él se impresionó con la belleza y la lucidez del judaísmo.

En la Edad Media, el gran sabio judío español Iehudá Levi (1075-1141) escribió «El Cuzari», una bella obra filosófica que imagina la discusión entre el rey jázaro y el rabino que fue a su palacio. «El Cuzari» es una robusta defensa del judaísmo frente a las críticas de otras religiones.

3. Ucrania fue un refugio para los judíos en la Edad Media.

La Edad Media fue una época tumultuosa en Ucrania. Los relatos describen que la ciudad de Kiev contaba con una robusta comunidad judía en los siglos XI y XII. Había dos fuertes suburbios judíos en la ciudad, uno en la entrada de las murallas de la ciudad de Kiev, conocido como «La puerta judía». También hay referencias a un erudito judío de la época conocido como Moshé ben Iaakov de Kiev.

 

A comienzos de la Edad Media, el reino en gran parte judío de los jázaros fue azotado por las fuerzas invasoras rusas, que saquearon la ciudad alrededor del año 965 EC. El final del reino jázaro tuvo lugar en el año 1200, cuando las tribus mongolas invadieron gran parte de lo que hoy es Ucrania y Polonia, provocando terrible devastación y muchas víctimas. Para reconstruir su poder y riqueza, Polonia invitó a los nuevos residentes a mudarse a sus territorios desde el occidente, principalmente desde las tierras germánicas.

La Gran Sinagoga de Lutsk, renovada después de la Segunda Guerra Mundial. Lutsk, Ucrania, 1984. Beit Hatfutsot, Centro de documentación visual Oster. Cortesía de Anna Herz, Alemania.

 

La invitación de Polonia a los inmigrantes atrajo a los judíos que escapaban de las masacres en Europa central a causa de las Cruzadas y la Peste Negra. Los judíos se establecieron a lo largo de Polonia, incluyendo a los territorios que hoy en día forman Ucrania, más notablemente en la región de Volhynia, que se encuentra en la intersección de Polonia, Bielorrusia y Ucrania. Para el siglo XV, vivían en Ucrania más de 30.000 judíos en 60 comunidades diferentes, incluso en lo que hoy es la ciudad capital, Kiev.

 

4. Los ucranianos culparon a los judíos por la codicia de sus terratenientes.

La vida judía en lo que hoy en día es Ucrania se afianzó todavía más a partir de 1569, cuando gran parte de lo que hoy es Ucrania pasó a formar parte de una nueva alianza política, la Mancomunidad polaca-lituana.

 

Ucrania era una mezcla de muchos grupos étnicos diferentes. Gran parte de las tierras de cultivo y la industria en Ucrania pertenecías a los nobles polacos que eran católicos. Los campesinos de Ucrania eran una mezcla de ucranianos ortodoxos orientales y grupos conocidos como cosacos, que vivían principalmente en la parte sur de Ucrania. En el extremo sur, la península de Crimea era propiedad del imperio otomano, y estaba habitada en gran parte por musulmanes tártaros, que mantenían guerras constantes y de bajo nivel con los cosacos a lo largo de su frontera. Ambos grupos organizaban escaramuzas en los territorios del otro, apoderándose de propiedades y esclavos.

 

El cosaco Mamay y el Haidamaka cuelgan de los talones a un usurero judío. Arte popular ucraniano, siglo XIX.

 

 

Como muchas granjas y negocios pertenecían a nobles y terratenientes polacos que no estaban en el lugar, se desarrolló un sistema de explotación llamado «arenda», que permitía a los agentes administrar granjas y otras empresas en nombre de los terratenientes ausentes. A menudo, quienes eran contratados para dirigir esta economía de arenda eran judíos, quienes debían actuar como representantes de los nobles y de los terratenientes. Los judíos dirigían minas, granjas, molinos y posadas. También se convirtieron en recolectores de impuestos para los nobles polacos. Muchas arendas tenían relación con el comercio del alcohol: la elaboración de cerveza, la venta de alcohol y la gestión de posadas y tabernas se consideraban profesiones judías.

 

Trabajar para los odiados terratenientes colocaba a los judíos en una posición imposible: ellos necesitaban el sistema de arenda para poder sobrevivir económicamente, pero los campesinos locales culpaban a los judíos por las prácticas abusivas de sus empleadores. Cuando los nobles polacos incrementaban los impuestos sobre los inquilinos que ya sufrían, los agentes judíos eran culpados. Con el tiempo, un antisemitismo extremo se volvió parte de la cultura ucraniana.

 

5. Las masacres de Chmielnicki

En 1648 comenzaron una serie de incursiones cosacas con el objetivo de liberar a las comunidades cosacas del dominio de los terratenientes polacos. El líder de estos ataques fue Bohdan Chmielnicki, quien defendía un país ucraniano independiente. Reflejando la cultura cosaca, Chmielnicki culpó a los judíos por los problemas de su pueblo y alentó a sus seguidores a masacrar a los judíos.

 

Entre 1648 y 1651, los seguidores de Chmielnicki asesinaron a unos 20.000 judíos con una barbarie inimaginable. Aproximadamente la mitad de los judíos que vivían en Ucrania huyeron. La depravación de los cosacos era tal, que algunos judíos aterrorizados incluso huyeron hacia Crimea, donde enfrentaron la esclavitud en manos de los musulmanes tártaros.

 

Los registros oficiales de la comunidad judía en Kiev, registraron el comienzo de las masacres:

Inmediatamente después de la muerte del pío rey Vladislao (1648) decenas de miles de villanos, entre ellos cosacos… salieron y cometieron asesinatos en las sagradas comunidades de Niemirow, Tulczyn, Machnowka y otras comunidades que se congregaron para salvar sus vidas de la… espada… Desde la destrucción del Templo, no hubo otro asesinato tan cruel como este que santificara el nombre de Dios.

 

Otros testigos oculares describieron: «Masacraron a unas 6.000 almas en el pueblo… y ahogaron a varios cientos en el agua y con toda clase de crueles tormentos. En la sinagoga, ante el Arca Sagrada, asesinaron con cuchillos de carniceros… después destruyeron la sinagoga y se llevaron todos los libros de Torá… los rompieron… y los arrojaron afuera para que los hombres y las bestias los pisaran… también hicieron con ellos sandalias… y otras prendas». Los cosacos no tenían límites en su sadismo y crueldad, y atacaron y asesinaron a judíos, y también a algunos nobles polacos, con terrible barbarie.

 

Chmielnicki pidió ayuda militar a Rusia y en 1654 gran parte de la Ucrania controlada por los cosacos se convirtió en un estado dependiente de Rusia. A lo largo de los años continuaron teniendo lugar pogromos esporádicos, más notablemente en la ciudad de Uman en 1768.

6. Ucrania era un gran centro de la zona de asentamiento.

En las décadas de 1780 y 1790, Rusia ganó una enorme cantidad de territorio, y en muchos de ellos había grandes comunidades judías.

Con el estallido de la guerra ruso-turca en 1768, Rusia comenzó a invadir los reductos semiautónomos del imperio otomano en Crimea. Rusia anexó Crimea en 1783. (En la actualidad Crimea limita con Ucrania y fue parte de Ucrania hasta el 2014, cuando Rusia volvió a anexarla). Esta gran adquisición de tierras coincidió con una anexión todavía mayor de territorios para el imperio ruso. La emperatriz Catalina la Grande de Rusia supervisó tres particiones del Mancomunado polaco-lituano, en 1772, 1793 y 1795. En el transcurso de unos pocos años, Rusia se convirtió en hogar de la mayor población judía en el mundo.

Hacía mucho les habían prohibido a los judíos vivir en la mayor parte de Rusia, y seguían siendo huéspedes indeseables incluso cuando Polonia y Lituania entraron bajo control ruso. Catalina la Grande confinó a los judíos a los territorios recién adquiridos, con una notable excepción: los judíos fueron alentados a irse a Crimea para ayudar a habitar sus territorios desolados. El área donde se les permitió vivir a los judíos se dio a conocer como el Área de Asentamiento: en ruso Cherta Osedlosti («los límites del asentamiento») y en ídish Der tejum Hamoyshav («los límites de la residencia»).

 

Los límites exactos de esta área fluctuaron a lo largo de los años, pero incluían la parte que pertenecía a Rusia de Polonia, Lituania, Bielorrusia, Besarabia, Crimea y la mayor parte de Ucrania. Con el tiempo, la comunidad judía de Ucrania se convirtió en la más espiritual, vibrante e influyente del mundo.

 

7. El judaísmo jasídico comenzó en Ucrania

El fundador del judaísmo jasídico, el Baal Shem Tov (1700-1760) no vivió en Ucrania. Su hogar estaba a unos cuantos kilómetros fuera del límite de Ucrania, en Polonia. Pero el amigo y discípulo que difundió las ideas del judaísmo jasídico y las desarrolló como un movimiento religioso distintivo lo hizo dentro de Ucrania, desde la ciudad de Mezeritch.

 

Rabí Dov Ber, también conocido como el Maguid (el predicador) de Mezeritch (1704-1772), consultó por primera vez con el Baal Shem Tov cuando estaba enfermo. El Baal Shem Tov era famoso como un sanador y como un sabio religioso. Rabí Dov Ber se impresionó tanto que adoptó la perspectiva del mundo del Baal Shem Tov, que enfatizaba el servicio a Dios con alegría. Una generación más tarde, Ucrania contaba con algunos de los maestros jasídicos más importantes e influyentes, entre ellos Rabí Levi Itzjak de Berditchov y Menajem Najum (y su hijo Mordejai Twerski) de Chernobil. Las comunidades judías de Ucrania aceptaron el judaísmo jasídico, con su énfasis en rigurosas prácticas religiosas combinadas con la espiritualidad y un énfasis en infundir la observancia religiosa con alegría.

 

Quizás el más grande de los rabinos jasídicos de Ucrania fue Rabí Najman, del pueblo ucraniano de Breslov (1772-1811), un bisnieto del Baal Shem Tov y descendiente directo del Maharal, uno de los más grandes rabinos que vivió en Praga en el siglo XVI. Rabí Najman construyó una gran comunidad en el pueblo ucraniano de Zlapotol a comienzos del siglo XIX. Él enseñó a los judíos que debían esforzarse por sentirse cerca de Dios en todo momento, y que sentirse feliz es la mejor manera de valorar todas las bendiciones Divinas.

 

8. Cada año, miles de judíos visitan la tumba de Rabí Najman en Ucrania.

 

La tumba de Rabí Najman en Uman

 

 

El pueblo ucraniano de Uman, a unos 200 kilómetros al sur de Kiev, es donde vivió Rabí Najman de Breslov durante sus últimos años, y allí fue enterrado. Uman se convirtió en un gran centro de peregrinaje para miles de judíos año tras año. El momento más popular para viajar es en Rosh Hashaná, cuando decenas de miles de judíos visitan Uman para celebrar juntos la festividad en el lugar donde enseñó Rabí Najman.

 

9. El término «pogromo» fue inventado tras los ataques en Ucrania.

En 1881, el zar Alejandro II fue asesinado por un terrorista del ala izquierdista. Muy pronto, informaron (incorrectamente) por toda Rusia que el nuevo zar Alejandro III había ordenado a los súbditos rusos asesinar a los judíos. Los pogromos estallaron, la mayor parte de ellos en Ucrania. Estas no fueron las primeras masacres de los judíos en Ucrania o en otras partes de la Zona de asentamiento, pero la frecuencia y la intensidad de los ataques llevaron a que el fenómeno recibiera un nuevo nombre: pogromo, que en ruso significa violencia.

 

Los pogromos continuaron hasta finales del siglo XIX. Algunos de los pogromos más espantosos tuvieron lugar en 1905, luego de que el zar Nicolás II emitiera el Manifiesto de Octubre, garantizando a todos los súbditos rusos una base de derechos políticos. El Manifiesto tuvo lugar en un momento peligroso para la política rusa, cuando los rivales políticos estaban dispuestos a atacarse entre sí. Cuando estalló la violencia, las turbas se volvieron contra los judíos que se encontraban entre ellos. Algunos de los peores ataques antijudíos tuvieron lugar en la ciudad ucraniana de Odessa. El periódico judío Voskhod informó que más de 800 judíos fueron asesinados en pogromos en Odessa en los días posteriores al Manifiesto de Octubre, y varios miles resultaron heridos.

 

Entre los muchos pueblos que se vieron envueltos en pogromos en 1905 se encontró Kiev, la capital de Ucrania. Allí, la multitud atacó a los judíos durante tres días y tres noches. Uno de los judíos aterrorizados durante estos ataques fue el famoso escritor ídish conocido como Sholem Aleijem (su verdadero nombre era Salomón Naumovich Rabinovich). Durante tres días, él y su familia se ocultaron en un hotel, escuchando los gritos terribles de sus hermanos judíos que eran atacados, mutilados y asesinados afuera.

 

La hija de Sholem Aleijem posteriormente describió el momento en que entendieron que sus vidas estaban en peligro: «Corrimos de nuestras camas hacia las ventanas que daban a la calle y observamos abajo escenas de brutalidad y asesinato. Una banda de matones golpeaba a un pobre joven judío con palos pesados. La sangre corría por el rostro del joven, que gritaba en vano pidiendo ayuda. Un policía estaba parado cerca, observando sin inmutarse y sin mover ni un dedo».

 

El escritor Sholem Aleijem

 

Después del pogromo de Kiev, toda la familia de Sholem Aleijem huyó de Ucrania y eventualmente se asentaron en Nueva York.

La Revolución Rusa en 1917, la guerra polaco ucraniana de 1918-1919, la guerra de la independencia de Ucrania y la guerra soviético-polaca de 1919-1921 provocaron olas de cientos de pogromos por toda la región, en los que asesinaron aproximadamente a 100.000 judíos. (Ucrania fue independiente un breve período antes de ser dividida entre Polonia y Rusia). La violencia fue inexplicablemente intensa. En el pueblo ucraniano de Proskurov, por ejemplo, estalló un pogromo de tres días el 15 de febrero de 1919, en el cual asesinaron a 1.500 judíos. El pueblo de Pogrebinschi experimentó dos pogromos: en mayo de 1919, las tropas soviéticas atacaron de forma salvaje, asesinando a 400 judíos. Tres meses más tarde, los nacionalistas ucranianos llevaron a cabo un segundo pogromo y asesinaron a otros 350 judíos. Más de 1.300 pueblos se convirtieron en escenarios de espantosa violencia contra los judíos.

 

10. El sionismo moderno nació en Ucrania

Mientras Ucrania se veía sacudida por la ola de pogromos en 1881, un grupo de estudiantes judíos idealistas comprendió que la única forma en que los judíos podían vivir seguros era en su propia tierra, en la Tierra de Israel. En 1882 formaron la primera organización sionista moderna, BILU. El nombre es una sigla del versículo bíblico: «Beit Iaakov Leju Veneljá» – «Casa de Iaakov, venid y marchemos» (Isaías 2:5).

 

BILU logró recolectar dinero para enviar a 14 estudiantes universitarios al pueblo judío de Rishon leTzión, donde trabajaron como granjeros. Los judíos ucranianos la pasaron muy mal. Ellos carecían de habilidades para trabajar en el campo y enfrentaban continuamente la violencia de los merodeadores árabes. In embargo, su experimento de trabajar la tierra en Eretz Israel demostró a otros judíos de Europa que era posible lograrlo.

 

11. Un millón y medio de judíos ucranianos fueron asesinados en el Holocausto.

Antes del Holocausto, Ucrania contaba con la mayor población judía entre todos los países europeos. Durante el primer año de la Segunda Guerra Mundial, los judíos de Ucrania estuvieron relativamente protegidos por el pacto de no agresión que firmaron Hitler y Stalin, garantizando que las tropas nazis no invadirían los vastos territorios rusos. Todo cambió el 22 de junio de 1941, cuando Alemania lanzó la operación Barbarroja, e invadió la Unión Soviética. En los años siguientes, tropas nazis especiales llamadas Einsatzgruppen entraron a los pueblos de Ucrania y de Europa Oriental, acorralaron a los judíos, los obligaron a cavar grandes tumbas masivas y les dispararon.

 

La mayor masacre nazi en Ucrania, y una de las mayores masacres en todo el Holocausto, tuvo lugar cerca de Kiev, la capital de Ucrania, el 28 de setiembre de 1941, en Babi Yar. Esa mañana, les ordenaron a todos los judíos reunirse en el centro de la ciudad. Bajo guardia nazi, y ante los ojos de toda la población, los hicieron marchar hacia las afueras de la ciudad de Kiev, a un gran barranco natural llamado Babi Yar. La «razón» que dieron para esta masacre masiva de mujeres, niños y ancianos judíos (la mayoría de los hombres estaban luchando afuera), fue un ataque soviético contra el cuartel militar en Kiev.

 

La unidad nazi Einsatzgruppe C que efectuó la matanza, mantuvo un meticuloso registro del día:

 

La amarga hostilidad de la población ucraniana contra los judíos es enorme… Todos los judíos fueron arrastrados en represalia por el incendio provocado en Kiev, y en total fueron ejecutados 33.771 judíos el 29 y 30 de setiembre. El oro, los objetos de valor y la ropa fueron recolectados y… entregados a la administración de la ciudad para su distribución entre la población necesitada.

 

En dos días les dispararon a 33.771 judíos, y sus cuerpos fueron arrojados al barranco de Babi Yar. Durante los dos años siguientes, más de 60.000 personas fueron asesinadas en Babi Yar. Además de los judíos, también asesinaron a prisioneros de guerra soviéticos, gitanos y pacientes psiquiátricos de un hospital cercano. Se estima que de las aproximadamente 100.000 personas que fueron asesinadas en Babi Yar, 60.000 eran judíos.

 

Después del Holocausto, los judíos ucranianos que regresaron enfrentaron la hostilidad y la violencia de sus vecinos. Los crímenes del Holocausto fueron encubiertos. Babi Yar fue ignorado y sólo pusieron un monumento recordatorio en 1976. Allí no se especificó que los judíos fueron las principales víctimas que murieron en ese lugar.

12. El presidente de Ucrania es un comediante judío que representó a un presidente en TV.

Cuando el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, fue electo en el 2019, no era un político, aunque había representado a uno en la televisión.

Zelensky, quien tenía apenas 41 años cuando se convirtió en presidente de Ucrania, había saltado a la fama en Ucrania al aparecer en un famoso programa televisivo llamado «El siervo del pueblo», en donde representaba a un presidente honesto. Sus compatriotas estaban enfermos de la corrupción y eligieron al actor judío con un 73% de los votos a su favor.

 

El presidente Zelensky es judío (al igual que el ex primer ministro de Ucrania, Volodymyr Groysman). Al enfrentar a 100.000 soldados rusos en sus fronteras, el presidente Zelensky espera poder defenderse de una invasión rusa y ha apelado al ejemplo del estado judío, que se defiende con vigor de los enemigos externos. «Tanto los ucranianos como los judíos valoran la libertad y trabajan igualmente para que el futuro de nuestros estados sea de nuestro agrado, y no el futuro que otros quieren para nosotros. Israel a menudo es un ejemplo para Ucrania».

 
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