OMN – En base a su experiencia de vida, ¿Que le gustaría compartir con nuestros lectores?
Rabino Elie Abadie: Gracias por invitarme. Yo nací en Líbano pero soy de padres sirios de una ancestría española que después de la inquisición tuvieron que realizar sus trayectos desde el sur de Europa hasta Alepo, Siria. En 1948 con la creación del estado de Israel la comunidad judía que vivía en distintos países árabes en parte logró llegar al nuevo país pero otra parte se tuvo que escapar a otros destinos como consecuencia de los pogromos que comenzó a vivir nuestra comunidad. La sociedad árabe en ese momento llegaron a quemar sinagogas como también matar judíos, esto no fue diferente en Alepo donde mis padres vivían en ese momento. Para salvarnos, mi madre con mis hermanos se escapó al Líbano, un año después de este suceso mi padre logró escaparse de Alepo también y unirse a su familia.
El Líbano tenía una influencia más europea en comparación con el resto de los países árabes, imaginemos que Beirut era como el París del Medio Oriente, ahí vivimos más tranquilidad, más tolerancia pero igual siempre concientes que estábamos entre enemigos.
Así fue más o menos hasta principio de los años 70’s, con el surgimiento del «septiembre negro» se creó el conflicto entre el Rey de Jordania y Arafat cuando el Reino Hachemita expulsó a los palestinos relacionados al FATAH siendo el Líbano el único país que los aceptó. Recuerdo en parte a esos hombres con sus uniformes color kaki y sus Kaláshnikov realizando protestas todas las semanas, es ahí cuando entendimos que ya el Líbano nos quedaba chico y nos vimos forzados a abandonar el país como el resto de las familias. Para que tengan una idea, mi padre era rabino del Beit Din y una vez notamos que su foto junto a las de otros dos rabinos más se publicaron por toda la ciudad culpándolos de ser agentes sionistas, sentimos así el peligro muy cerca.
En ese momento, mi mamá se comunicó con mi tío que ya vivía en México y le explicó la situación en la cual ya no veía ningún futuro para su familia en el Líbano, en sí muchas familias de la comunidad se empezaron a escapar antes, cada semana una familia abandonaba Beirut. Gracias a mi tío logramos escaparnos a México donde recibimos asilo durante 6 meses hasta que nos dieron la ciudadanía, ahí me crié. Crecí en México, aprendí rápido español, ya que tenía una base del ladino gracias a mi padre, también fuimos bien recibidos por la comunidad judía mexicana y en sí México era un país muy tranquilo en esa época. A los 18 años me mudé a Nueva York para seguir la carrera de medicina ya que solo en los Estados Unidos podía combinar mis estudios médicos con mi carrera de rabino, por lo cual fui aceptado en Yeshiva University de Nueva York, en parte fue también seguir la tradición de mi familia, mi padre era rabino pero también contador, como muchos de los judíos que venimos de Sefarad sabemos combinar entre las dos cosas. Con el tiempo conocí a la que hoy es mi mujer y desarrollé una vida ahí.
OMN – ¿Cómo fue el trayecto hasta llegar al puesto de Rabino de la comunidad de Dubai y el Golfo?
EA – Al concretar mis estudios fui rabino de muchas congregaciones, una chiquita de principio la cual fue creciendo con el tiempo, y terminé siendo el rabino de una de las comunidades más importantes de Manhattan de la Sinagoga Edmond Safra. Dentro de ese puesto realicé delegaciones a España donde di charlas sobre la comunidad sefardita y su historia pasando por sus líderes pero en especial sobre la vida de las tres religiones abrahámicas de la era de oro de España, donde la tolerancia entre las tres comunidades se reflejaba en el intercambio cultural de la época.
A uno de los participantes le pareció fascinante la historia y me comentó de su labor como empresario en los Emiratos Árabes y en el Golfo con una trayectoria de más de 20 años, y que existe un interés de poder volver a esa época, por lo cual me invitó a conocer a su gente para que les otorgue una charla sobre el tema, me explicó que cada tanto empresarios y líderes de la zona del Golfo llegan a Nueva York y sería una buena oportunidad conocerlos y escuchar una conferencia mía sobre la tolerancia entre las tres religiones.
Durante los años nos seguimos reuniendo con esa gente a los cuales les hablaba de la tradición judía sefardita y le mostraba libros de la religión escritos en árabe por el Rabino Haim Yosef o Maimónides, esta persona que fue mi contacto con los países del Golfo me ofreció la idea de otorgar un Sefer Torá a la comunidad judía de los Emiratos Árabes en memoria del Jeque Zayed fundador de los Emiratos, fallecido en el 2004. La idea fue realizar un evento honorífico con la comunidad en presencia del hijo del Jeque y heredero al trono Mohamed bin Zayed la cual se confirmó para febrero de 2019, listo todo para el evento nos llamaron para cancelar por un viaje de emergencia que el príncipe tuvo que hacer a Australia. En cuestión de meses por noviembre de 2019 nos invitaron de nuevo para concretar el evento, el Príncipe nos aceptó en su palacio donde tuve la oportunidad de hablar privadamente con él y en árabe, fue muy emocionante porque hablamos del Líbano donde pasaba gran parte de su niñez con sus padres en los veranos por la zona de Hamdun la misma ciudad donde mi papá era Rabino por lo cual teníamos muchas cosas en común para dialogar.
Con mi vuelta a los Estados Unidos ya sentía que un posible acuerdo con Israel se estaba por cerrar, pero no sabía cuando. Llegado el acuerdo el mismo gobierno de los Emiratos pidió a su pequeña comunidad judía que era de bajo perfil, la posibilidad que se registren de manera oficial, pero para ser considerada una comunidad de fe debe de tener un líder religioso y es ahí cuando mi nombre se escuchó, en parte por los miembros de la comunidad como los del gobierno que ya me conocían, al ser propuesto el cargo no lo pensé mucho y acepté. Para mí es como cerrar un círculo, pensar que a mi familia nos expulsaron de los países árabes y ahora volvimos.
OMN – ¿Cómo es la vida económica en Dubai, tanto dentro de la comunidad judía como en general?
EA – Bueno, existe una gran diferencia dentro de la comunidad judía en ese aspecto, antes de los Acuerdos de Abraham como después. La primera inmigración de judíos que llegó en la época antes de los acuerdos eran pertenecientes a empresas multinacionales que comenzaron a mover sucursales hacia Dubai, muchos de estos judíos no eran religiosos y llevaban una vida bastante laica y con muy pocos conocimientos sobre el judaísmo.
Después de los acuerdos comenzó a llegar una comunidad más religiosa, más tradicional porque los Acuerdos de Abraham dieron la posibilidad por ejemplo de introducir la cocina kosher y la edificación de sinagogas. También la cooperación dentro de la comunidad está creciendo porque muchos de estos inmigrantes son innovadores y emprendedores que llegan para desarrollar sus propios proyectos y no son pertenecientes a empresas, eso es posible por el gran potencial de crecimiento económico que existe ahí, estamos frente a un mundo de nuevas oportunidades donde proyectos tecnológicos o laboratorios se crean, lo que podemos entender es que en el futuro Dubai será el centro de cualquier tipo de industria como médica o tecnológica, no hay impuestos personales tampoco impuestos para compañías de momento, por lo cual es un lugar muy fértil para inversiones lo que llama la atención de muchos empresarios para iniciar sus emprendimientos.
OMN – ¿Podría detallar el potencial que tienen los Acuerdos de Abraham para el futuro de Israel y el Medio Oriente?
EA – Los Emiratos abren en general una gran puerta a muchos países del mundo interesados en crecer, en los Acuerdos de Abraham podemos ver también a Bahréin, Marruecos, Sudán y creo que más adelante se sumarán otros aprovechando esta oportunidad que trajo éxito y prosperidad al país o a los países que están en el mismo tratado, creo que dará un impulso a otros países en pensar ¿por qué no llevarse bien con Israel? ¿Por qué entrar en conflicto cuando todos podemos ganar? Estamos frente a una oportunidad de paz no solo económica, y Dubai siento que se encuentra en el principio de su camino a ser una potencia internacional.
Entrevistaron: Jorge Iacobsohn / Gastón Saidman
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