Dr. Fabián Daniel Wajner
Nuestro entrevistado, el Dr. Fabián Daniel Wajner, egresado de escuela y liceo en la Escuela Integral en Uruguay, realizó su primer título en Relaciones Internacionales en la Universidad ORT de Montevideo. Se radicó en Israel en el 2010 junto a su actual esposa Romi, realizó su Master y el Doctorado en la Universidad Hebrea de Jerusalem-donde hoy enseña- y también cursó un post doctorado en Berlín.
Conociendo su dominio de diversos temas de actualidad en el entorno de Israel y el mundo en general, pedimos su análisis sobre dos temas candentes de estos días. Por un lado, el acuerdo de frontera marítima entre Israel y Líbano, y por otro, la situación de la guerra en Ucrania y el ángulo israelí en la misma.
Acuerdo marítimo con Líbano
P: ¿Estás de acuerdo con el término que se ha estado usando toda la semana, “acuerdo histórico”?
R: Es pronto todavía para poder decir, uno, hasta qué punto es acuerdo, ya que hasta el último momento, hasta que no se firma, se puede dar marcha atrás. Además, si va a ser histórico o no creo que en buena medida dependerá de hasta qué punto las partes lo respeten.
P: Es verdad, a ver si se implementa, si se cumple en el terreno. Yo creo que sí es el histórico el hecho de que se haya logrado llegar a un entendimiento. Pero claro que no es un acuerdo de paz entre dos países que aún formalmente están en estado de guerra, aunque podría sí ser un acuerdo que aporte estabilidad. No es un documento que normaliza las relaciones entre ambas partes, Israel quisiera que lo fuera, pero Líbano es muy terminante al respecto que no. Pero al tratarse de un acuerdo entre dos partes, una de las cuales tiene su dinámica interna en gran medida dominada por una organización terrorista, que responde a la agenda foránea de Irán, es bueno que se pueda lograr ponerse de acuerdo en algo. Claro que habrá que ver qué hace Hizbala, qué problemas causa.
R: Esto puede tener elementos importantes, más allá de los económicos. En primer lugar, porque con este acuerdo hay una especie de reconocimiento tácito del Estado de Israel por parte del Estado de Líbano, aun si se mantiene el estado de beligerancia, y eso se suma también a un reconocimiento de límite fronterizo, por lo menos marítimo, y eso ya de por sí, en Medio Oriente y ni que hablar en estos barrios, que sabemos que muchas veces son complicados, todo ese tipo de pasos, de movimientos hacia adelante, hay que recibirlos con felicitaciones.
El segundo elemento, que no es menor, es el de la importancia de la importancia de la interdependencia económica. Dos partes que fortalecen su interdependencia económica, es decir, que se necesitan mutuamente, van a tender a tener una mayor estabilidad en sus relaciones. No solamente a nivel militar sino también eso puede llegar a derivar en avances a nivel político. Será la historia la que muestre si eventualmente esa interdependencia se va a mantener y fortalecer, y si va a haber un proceso a partir de eso , que este acuerdo conduzca a otro y luego a otro más.
P: Expliquemos por qué hablamos aquí de dimensión económica. Esto está ligado al punto central, el aprovechamiento de lo que al parecer es el gran yacimiento de gas natural llamado Sidón o de Qana, por parte de Líbano. Estaba en disputa la frontera de la zona económica exclusiva en el agua, y solucionado el diferendo, si se confirma que realmente allí hay mucho gas como estiman los expertos, es un elemento clave para la economía libanesa. Creo que Israel tiene que rezar para que lo que dicen los expertos realmente se concrete, que sea realmente un enorme yacimiento de gas natural que pueda dar importantes ingresos a Líbano, cuya economía está deteriorada de una forma terrible, lo cual influye por supuesto en todo el manejo del país, que se ha convertido prácticamente en un Estado fallido.
R: Así es. Y recordemos además que dentro de la frontera marítima israelí está el yacimiento de Karish, que eso sería completamente soberano para Israel. Por un lado, le permite cierta estabilidad a Israel, también en las inversiones que fueron desarrolladas ahí, pero también a Israel a nivel de la defensa de ese lugar, se lo puede ver a este paso como un paso más en ese mismo proceso de los Acuerdos de Abraham.
P: De tu boca a los oídos de Dios…que se pueda hablar en el futuro de Líbano como otra pieza en los muy exitosos Acuerdos de Abraham que ya han cumplido dos años y son un ejemplo de cooperación regional.
R: Ojalá.
Ucrania, Rusia e Israel
P: El segundo tema que te quería plantear, la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta semana se ha visto un recrudecimiento terrible en la violencia. Por un lado el ejército ucraniano continúa avanzando y recuperando territorios, por otro lado decenas de misiles balísticos rusos impactaron sobre diversas ciudades de Ucrania, en la propia capital, Kiev, destruyendo infraestructuras y matando civiles. Israel condena en forma terminante, de boca del propio primer ministro Yair Lapid la ofensiva rusa en este sentido, recibe críticas por ello directamente del presidente ruso, Vladimir Putin, y al mismo tiempo críticas duras de Ucrania, que una y otra vez dice que Israel no le está ayudando lo suficiente. Quiere ayuda militar, quiere por ejemplo el sistema anti cohetes Cúpula de Hierro para frustrar los disparos de misiles de Rusia, aunque en la práctica no es un sistema que sirve para lidiar con esos misiles. ¿Cómo evalúas tú este tema?
R: Ante todo, diría que uno puede entender la actitud ucraniana. Nos guste o no, solemos decir en hebreo que no se juzga a quien está en una situación de emergencia por sus acciones o sus reacciones. Israel tiene sus propios intereses nacionales y al mismo tiempo tiene sus valores, digamos que entre esos dos elementos se ha tenido que manejar la política exterior de Israel en relación a este tema así como en tantos otros.
Alguien podría decir que de hecho así es con la política exterior de la gran mayoría de los países del mundo, son pocos los países en el mundo que han tomado una posición determinada y coherente a lo largo de este conflicto. Ni que hablar Estados Unidos y algún otro país de Europa. Pero en buena parte del mundo han intentado buscar puntos de afirmación y al mismo tiempo el “sí, pero”.
En ese sentido yo creo que hay que entender la decisión israelí de al mismo tiempo mostrar solidaridad con el pueblo ucraniano, dejar en claro quién es el agresor, y por otro lado intentar no interferir en el conflicto que allí pasa, por supuesto no a nivel militar. Para eso hay que entender la situación por supuesto de Israel, los intereses de Israel en relación a Rusia en la situación en Siria, de Irán… hay una necesidad israelí de mantener las relaciones diplomáticas correctas con Rusia.
Asimismo, Lapid, y esto hay que tenerlo en cuenta, ha mostrado una línea más agresiva hacia Rusia y más clara en su apoyo a Ucrania. En ese sentido es que estamos viendo también estas críticas rusas de este último tiempo hacia Israel.
P: Israel expicó de entrada que debe tomar en cuenta por sus necesidades estratégicas la presencia de Rusia como poder que controla, en gran medida, muchos aspectos de lo que está ocurriendo en Siria, donde Israel combate la presencia iraní. ¿Ese elemento sigue siendo tan relevante ahora, que Rusia incluso ha sacado las baterías antiaéreas de territorio sirio para trasladarlas a la guerra en Ucrania?
R: Es una pregunta interesante. Te diría que dar por muerto al gigante ruso a raíz de esta situación en la que se embarró sería un error a nivel diplomático. Así y todo, creo que la política exterior israelí tiene que estar basada en valores y en líneas claras, y por supuesto no pasar líneas rojas. Pero también del otro lado, se dice en hebreo que no cuenta sólo tener razón sino actuar con inteligencia. Y en ese sentido la política exterior israelí tiene sus necesidades -y, vuelvo a repetir, como la gran mayoría de los Estados hoy en el mundo- en relación a Rusia. A pesar de lo que tú planteás, que es muy correcto, de que quizás esos intereses militares en Siria cayeron, no sabemos si no van a volver a mantenerlos en un futuro, y también, sigue teniendo Rusia una influencia en Siria muy importante, que le puede llegar a complicar la situación a Israel, ni que hablar en la posibilidad de un conflicto a futuro, o con Siria o con Líbano e Irán. En ese sentido, se puede entender la prudencia, un concepto central en relaciones internacionales, la prudencia de Israel en relación a este tema.
P: Para terminar, ¿Te parece que Israel con el tono de la condena del primer ministro Lapid, aunque evidentemente eso no satisface al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, se está arriesgando a algún peligro directo de que Rusia aseche contra el Estado judío?
R: No creo, creo que Rusia tiene capacidad en estas circunstancias de diferenciar entre declaraciones y acciones, sobre todo acciones militares. Israel ha tenido acciones muy claras de ayuda a nivel humanitario y de recibir a heridos ucranianos en la guerra. En ese sentido Israel ha tenido una política clara en relación humanitaria, y ahora se suma todavía una postura más enfática de condena de estos ataques últimamente de Rusia. Pero así y todo Israel no cambia su política en relación a lo que está dispuesto a dar a nivel de interferencia y contribución en términos militares al lado ucraniano. Creo que muchas veces es un discurso, digamos, es parte de un debate muy interno israelí, pero en la práctica creo que no es un tema central de hoy. Ucrania está recibiendo, y esto es importante transmitirlo, mucha ayuda de muchos países en Occidente, no solo a nivel humanitario como Israel, sino también militar y está logrando tener éxitos. Si en el pasado quizás era más trágica la posibilidad de un genocidio, como algunos preveían, o de una victoria total rusa sobre Ucrania, y eso llevó a que nos preguntamos cuál debería ser la postura a nivel moral israelí, hoy en día vemos un avance ucraniano, y en ese sentido creo que es aún más entendible la postura israelí.
P: Muchísimas gracias. Interesantísimo.
R: Gracias a vos Ana.
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