Legisladores israelíes indignados por la supuesta intromisión de la Unión Europea en Judea y Samaria

Un documento confidencial, redactado por la misión de la Unión Europea en Jerusalén oriental, sostiene que el principio de “conectar personas, conectar tierras” debe aplicarse a “todas las intervenciones en el Área C con el objetivo general de integrar el Área C con las zonas A y B”.

Cuarenta miembros de la Knesset enviaron una carta abierta a los líderes de la Unión Europea, este martes, en protesta por el documento de la UE recientemente expuesto que describe una estrategia para expandir la presencia palestina en el territorio controlado por Israel en Judea y Samaria. “Nos enteramos de un documento de política oficial de la Unión Europea, un documento cuya gravedad no se puede exagerar, que no deja lugar a dudas sobre la unilateralidad y animosidad de la UE hacia el Estado de Israel y el pueblo judío”, escribieron los miembros de la Knesset.

Su carta estaba dirigida a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.

“El documento ignora por completo la afinidad histórica de nuestro pueblo con nuestra patria, ignora por completo los acuerdos políticos y el estado del Estado de Israel en el Área C y busca establecer las fronteras de 1949 como las fronteras permanentes de estado final de Israel, en total desprecio de los judíos y las comunidades de la zona”, prosigue la carta.

El documento confidencial elaborado por la misión de la Unión Europea en el este de Jerusalén y obtenido por JNS muestra que Bruselas está trabajando activamente con y en nombre de la Autoridad Palestina para hacerse cargo del Área C de Judea y Samaria, con el objetivo general de integrar la región con Áreas A y B.

El documento probablemente se escribió en junio, pero solo salió a la luz esta semana.

Refiriéndose al llamado del documento para monitorear la actividad arqueológica israelí en el Área C, los miembros de la Knesset escribieron: “Este llamado singular tiene un solo objetivo: subvertir el vínculo profundo e indestructible entre el pueblo judío y su país y patria”. Luego continuaron: “Nunca podrán cambiar un hecho simple: las piedras de Judea y Samaria, las piedras de Jerusalén, hablan nuestro idioma antiguo; y como escribió uno de nuestros grandes poetas, Natan Alterman: ‘Ninguna nación vuelve su de vuelta en su propia herencia”. “Sus esfuerzos para acelerar el dominio del Área C por parte de la Autoridad Palestina, al tiempo que pisotean los principios universales de protección ambiental y preservación de los sitios arqueológicos, constituyen una violación extremadamente grave de la relación entre Israel y la Unión Europea, causando daños irreparables a los recursos naturales y los tesoros arqueológicos en toda Judea y Samaria”, dijeron los legisladores.

“Aparentemente nos equivocamos al pensar que el odio racista y religioso hacia los judíos e Israel era cosa del pasado. Nos entristece descubrir una y otra vez que bajo la fina capa de civismo y modales de la UE y la aparente preocupación por los derechos humanos, se pueden encontrar los mismos viejos libelos de sangre, junto con las mismas llamas de odio primitivo que buscan esta vez perseguir, no al judío individual, sino al pequeño estado judío”, escribieron los miembros de la Knesset.

La carta concluye pidiendo a la UE que detenga todas las construcciones ilegales en el territorio soberano de Israel, especialmente en el Área C; detener el daño causado por la actividad ilegal financiada por la UE a los sitios patrimoniales y la naturaleza en Judea y Samaria; desistir de financiar grupos de deslegitimación que promuevan el antisemitismo contra el Estado de Israel; y dejar de financiar organizaciones israelíes que promuevan los intereses de la política exterior de la UE.