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| lunes diciembre 23, 2024

¿Esta protesta cruza líneas rojas?


Desde que el Ministro de Justicia de Israel Yariv Levin presentó el plan de “reforma” judicial- al que sus opositores suelen llamar de revolución contra el carácter de Israel como Estado judío y democrático- han sido múltiples las protestas de distintos sectores de la sociedad. Y cabe suponer que continuarán ampliándose ya que son muchos los ciudadanos – de muy variados sectores de la sociedad –  preocupados por la política del gobierno. Pero la que se reveló este domingo es problemática. Al mismo tiempo, es importante prestarle mucha atención.

Se trata del anuncio de 37 pilotos en la reserva de la escuadrilla 69 – una escuadrilla de combate compuesta por aviones F-15I- considerada una de las principales puntas de lanza de la Fuerza Aérea de Israel, diciendo que no se presentarán este miércoles al entrenamiento programado, en protesta por la reforma judicial.

El representante de los pilotos aclaró que se trata únicamente un acto de protesta por un día.”Así como ocurren hechos significativos en la escuadrilla que requieren diálogo, decidimos que debemos detener por un día los entrenamientos y hablar de los procesos preocupantes que está viviendo el país”, dijo. Y agregó: “Los combatientes de la escuadrilla 69 continuarán sirviendo al Israel judío y democrático más allá de las líneas del enemigo, en cualquier momento”.

En otras palabras: por ahora hay una protesta simbólica de un día, no se está desacatando ninguna orden y al mismo tiempo se da a entender que si Israel cambia su esencia, si por la reforma ya en proceso o por cualquier otra razón deja de ser una democracia, el Israel judío y democrático que es hoy, la situación será otra.

Pero Israel no se ha convertido en una dictadura. Tampoco creemos que llegue a serlo, nos resulta inconcebible. Pero sin duda no lo es hoy. Y aquí justamente entra la protesta – simbólica por ahora – de los pilotos de reserva. Captan el potencial peligroso para el país de lo que está pasando y advierten para que el tren no se estrelle. Pero hay algo más a fondo aún: si Israel deja de ser democrático, existe el peligro que las órdenes que imparta su gobierno no sean legítimas . Y tanto los pilotos como cualquier otro soldado, debe desacatar órdenes ilegítimas o inmorales.

La gran pregunta ahora es si se equivocan esos pilotos al dar este paso cuando está claro que Israel no se halla en esa situación ya que sigue siendo una democracia o si son los valientes que van al frente advirtiendo a tiempo.

Israel no se ha convertido en una dictadura. Pero se halla sí en una situación compleja. Si se confirma la reforma jurídica tal cual se la ha presentado, claro está que dejará de ser la democracia liberal que es hoy y pasará a ser un país con un gobierno al que no hay cómo controlar. Creemos, precisamente por eso, que es imperioso continuar las protestas, que multitudes deben seguir saliendo a las calles con la bandera de Israel para decir “¡No!”. Pero conectar el servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel, muy especialmente en unidades claves como escuadrillas de combate de la Fuerza Aérea, a la protesta, es una línea roja muy compleja que puede ser peligroso cruzar.

No es casualidad que desde la propia oposición hayan salido voces pidiendo no supeditar el servicio en Tzahal a la discusión actual y a mantenerse siempre dispuestos a presentarse a la reserva, ya que eso es para defender al país y su pueblo. Lo dijeron Beni Gantz y Gadi Aizenkot, ambos ex Comandantes en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, entre otros.

Israel ya no es el país débil y desprotegido que nació en 1948. Tiene el ejército más fuerte de la región y hasta una capacidad ofensiva importante, lo cual ha tenido que desarrollar para preservar su existencia misma. Pero esto no significa que las amenazas hayan desaparecido. En absoluto. Es más: están muy presentes. El terrorismo de Hamas y muy especialmente la amenaza estratégica que es Hezbolá, tienen importante entidad. Pero son un juego de niños ante el peligro principal: el avance de Irán hacia la bomba atómica. Y nadie puede hoy descartar que en algún momento,  haya que decidir atacar las instalaciones nucleares para intentar destruirlas. Al frente estarían indudablemente escuadrillas como la que ocupó todos los titulares de los medios israelíes, que es la que también ahora atacar posiciones iraníes en Siria.

Aunque los pilotos de reserva en cuestión aclararon que es sólo una protesta por un día , su decisión tiene un potencial problemático también por el  posible efecto multiplicador que puede tener. Y dado que sólo las Fuerzas de Defensa de Israel pueden proteger al país y su pueblo, hay que andar con extremo cuidado. Y volvemos a ver “el otro lado”: ¿cuáles son los límites de la obediencia?

Por otra parte, se trata de una protesta simbólica, no de una negativa a presentarse en caso de guerra. Si mañana Israel es atacado, no tenemos duda ninguna que ellos estarán allí presentes, como siempre, para proteger al país.

Cabe recordar que la mayoría de la fuerza de acción de la Fuerza Aérea está basada en los reservistas, que deben ser vistos como voluntarios en la primera línea. Mientras todos los reservistas hacen aproximadamente 25 días por año de servicios de “miluim”, la reserva , los pilotos de combate hacen entre 60 y 70. De más está aclarar cuánto eso influye en su vida personal, sus familias, sus trabajos.  Son verdaderos patriotas dispuestos a dar de sí para defender a Israel. También ahora, al dar un paso que puede ser muy discutido, pero que está indudablemente motivado por principismo y preocupación por Israel, no por mera política barata.

Claro que eso no quita que se pueda criticar su decisión puntual de hoy. Pero por otro lado, cuando llega de un grupo de ese nivel de entrega a la defensa nacional  una advertencia como la que han expresado, en lugar de simplemente criticarlos también sería oportuno que las autoridades se detengan a pensar. Debe analizar a qué situación llegó el país, si un grupo de ese nivel, que da tanto de sí y arriesga su vida en cada vuelo, toma una decisión como la que han tomado estos pilotos de reserva.

Fue oportuna la reacción del ministro de Defensa Yoav Gallant, quien declaró que “la situación actual hace imperioso sentarse a hablar”. Claro que también dijo que “tenemos ante nosotros desafíos externos pesados y complejos y cualquier llamado a rehusar servir socava el desempeño de Tzahal y su capacidad de cumplir con sus misiones”. Tiene razón. Al menos, parte de la razón.

De todos modos, no es oportuno en absoluto presentar a estos pilotos como “sarvaním”, o sea quienes se niegan a prestar servicio. No es así. Y no es digno, aunque su estilo no nos sorprende en absoluto, que la ministra del Likud Galit Distal haya osado insultarlos con todo tipo de expresiones que no queremos repetir, diciendo inclusive que todos y cada uno de ellos merecen su desprecio. Su forma de hablar es siempre la misma. Pero esta vez nos sublevó en especial al oirla manifestarse como lo hizo contra estos pilotos, aunque sabe claramente que su partido optó por hacer coalición, entre otros, con dos partidos una de cuyas banderas es el “no” al servicio militar. Podría tener, al menos, un poco de vergüenza, antes de hablar despectivamente de héroes de Israel.

 
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