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| martes abril 23, 2024

Militares, democracia y la integridad moral de Israel, con Eliezer Shkedi


La Fuerza Aérea de Israel siempre fue uno de los grandes símbolos de la lucha por la protección del Estado judío.  Su papel es clave para  salvaguardar la seguridad de la tierra y el pueblo.  Y cuando de Eliezer Shkedi se trata, se agrega la singular dimensión que da el hecho que es hijo de un sobreviviente de la Shoá, para quien el renacimiento nacional judío es no menos que un milagro.

Shkedi con sus padres, Nejama y Moshe, al recibir la comandancia de la Fuerza Aérea

 

Esta es la segunda parte de la entrevista con el ex jefe de la Fuerza Aérea de Israel General (retirado) Eliezer Shkedi. Comenzamos retomando los últimos párrafos de la primera parte.

 

P: Eliezer, me imagino que uno puede en principio pensar que militares, por su condición y preparación, siempre , por naturaleza, empujarán a llevar adelante operativos militares, porque esa es su forma de lidiar con las situaciones que se les presentan. ¿Es así también en Tzahal? No estoy tan segura.

R: Debe estar claro : Tzah tiene que estar ocupado constantemente en prepararse para la eventualidad de una guerra. Y debe lidiar siempre con los temas que se presenten, con las autoridades electas del gobierno. Todo el día, toda la noche, por aire, tierra y mar. Siempre prontos. Pero no podemos confundirnos ni por un instante: Israel es un país democrático y sus gobernantes son electos en forma democrática. La responsabilidad es suya. Si optan por la vía militar, Tzahal dará las respuestas necesarias. Si optan por otro tipo de respuesta eso es lo que habrá, como debe ser en un Estado democrático. El ejército puede presentar todos los planes que considere pero las decisiones son de las autoridades políticas. De ellos es en definitiva la responsabilidad. Si optan por la vía militar, Tzahal (Fuerzas de Defensa de Israel) sabrá dar la respuesta. Si optan por otro camino, está bien, así debe ser en un Estado democrático en el que el gobierno electo decide. El ejército debe presentar todas las opciones  pero las decisiones las toman los gobernantes.

P: Me imagino que habrá varios ejemplos de situaciones en las que los oficiales recomendaban una cosa y el Primer Ministro optó por otra.

R: Por supuesto. Te daré un ejemplo concreto, de varios, de una situación que vivimos en una época en la que había muchos enfrentamientos con Hizbala y queríamos poder asestarles un duro golpe. Surgió una oportunidad y elaboramos un plan. El Jefe de la Fuerza Aérea de entonces me mandó a presentársela al Primer Ministro de entonces, Shimon Peres.

P: Entiendo que lo que surgió fue la información de Inteligencia que les mostraba en qué ocasión podían atacarlos. 

R: Así es. Una oportunidad de darles un golpe muy duro. El programa operativo era sobresaliente. Fuimos al aeropuerto internacional Ben Gurion a esperar a Peres que volvía del exterior. Nos sentamos con él , presentamos el programa y yo dije que doy garantía a nivel personal que funcionará y que ocurrirá lo que tiene que ocurrir. Luego hablaron los jefes del Mossad, del Shabak (Servicio General de Seguridad) y todos concordaron conmigo. Peres escuchaba sin decir ni una palabra. Y de repente se puso de pie, estrechó la mano de cada uno de nosotros  y dijo: “Muchas gracias. El operativo es sobresaliente. Pero no lo haremos”.

P: Y ustedes, fríos me imagino…

R: Por supuesto. En la sala había un silencio total. Y sabíamos que desde un punto de vista operativo era un plan excelente. Y uno se siente frustrado porque sabe que lo es, que tendrá éxito. Pero en ese momento entendí de forma muy real y claro con un ejemplo concreto la distinción entre el nivel de los gobernantes y el de los militares. No sé por qué él tomó esa decisión. No sé qué pensó y por qué dijo que no lo haremos.  Pero está bien, así debe manejarse un estado democrático.

P: Y ni siquiera tienen que explicar a la plana mayor del ejército por qué deciden lo que deciden.

R: También cuando el Primer Ministro Ehud Olmert había pensado originalmente que desde un punto de vista general  era mejor que Estados Unidos se ocupe del reactor nuclear sirio, como mensaje a todos aquellos que estaban planeando construir algo similar, estaba bien. Después, como ya expliqué, cambió de decisión y destruimos el reactor sirio. Lo de Peres, hasta hoy no sé por qué tomó esa decisión.

P: Me imagino que en más de una ocasión habrán estado seguros que el Primer Ministro, cualquiera de ellos, se está equivocando y que eso sería nocivo para la seguridad nacional. ¿No percibió nunca un atisbo de duda sobre el criterio, la inteligencia y responsabilidad de tal o cual decisión?

R: Yo jamás tuve dudas. Nunca. Creo que la democracia israelí tiene raíces tan profundas que todo millitar tiene clarísimo que su misión es elaborar fórmulas de operativos militares que permitan cumplir las misiones necesarias. Cuando Olmert pidió una solución militar para poder destruir el reactor atómico de Siria, lo hicimos de modo sobresaliente. Si hubiera decidido ir a la vía diplonática, ese habria sido su derecho y es lo que se habría hecho.

P: Muy fuerte…

R: Yo recuerdo una historia que deja esto muy en claro. Yo tuve el privilegio de formar una escuadrilla de F-16 de dos asientos en la base de Ramat David. Una escuadrilla operativa, seria, muy buena.  Uno de los enfretamientos fue con Hizbala. Lanzamos varios ataques fuertes contra la organización.  Recuerdo que en determinado momento se decidió atacar en un lugar en el norte de Líbano, muy protegido con todos los misiles y la mejor tecnología que tenía Hizbala.  La zona se llama  Yanta.  Estamos hablando de 1992. Me informan que mi escuadrilla es la encargada de atacar allí.  Organicé cuatro aviones y veo que al final dice: “no se puede hacer 270”. ¿Qué significa? Que se hace sólo un intento, en una vuelta, no hay un segundo intento.

P: ¿Es algo común?

R: No, no tenía precedentes en la Fuerza Aérea. Así que llamé a quien había escrito las órdenes. En la Fuerza Aérea, quien va al frente de la formacion, es como el jefe de la Fuerza Aérea en el terreno. Me dijo que esa es la misión y que eso es lo que tengo que hacer. El intercambio subió de tono. Al final me dijo que haga  lo que yo entendía que había que hacer. Salimos a la misión, 4 aviones F-16. Yo sabía que en la zona en la que debíamos atacar, tenía que haber buen estado del tiempo. Entramos a baja altura, atacamos. Y uno de los pilotos pide permiso para hacer 270. Por alguna razón, no había lanzado la bomba. Yo vi que no nos habían disparado misiles pesados cuando atacamos y le autoricé hacer 270. Él atacó y todo salió bien.

P: Hasta que volvieron…

R: Cuando estábamos en el camino de regreso, entiendo que soy candidato a la horca.

P: En sentido figurado, claro…

R: Por supuesto. Habíamos atacado, habíamos destruido la meta marcada , y todos habíamos vuelto sanos y salvos. Pero había hecho algo que me habían dicho explícitamente no hacer. El jefe de la Fuerza Aérea de entonces decide hacer una investigación muy a fondo de lo que pasó. Escribí en mi informe exactamente lo que había ocurrido. El “gran elefante” sobre la mesa era aquella conversación con el oficial que tuve antes del operativo.  Finalmente, el jefe de la Fuerza Aérea respaldó mi decisión. Dos años más tarde, siendo yo jefe de Operativos de la Fuerza Aérea, hubo algo similar. Nuevamente decidieron que 4 aviones ataquen a Hizbala en Yanta.  El jefe de la Fuerza Aérea Hertzel Budinger  me dice que vaya a Jerusalem a recibir la autorización del Primer Ministro y Ministro de Defensa Itzjak Rabin.

P: Que era bien sabido se cercioraba de todos los detalles antes de aprobar algo.

R: Exacto. Era sumamente profesional y serio. Le mostré los detalles del operativo. El se tomaba la cabeza con las dos manos y no decía una palabra.Entró su secretario y le dijo que mucha gente lo estaba esperando. Él, hablando despacio como siempre, le respondió que les diga que esperen. Y me dice: “Shkedi, explícame desde el comienzo”. Expliqué. Levantó la cabeza y me preguntó: ¿cuánto tiempo van a estar dentro de la amenaza de los misiles? Le dije: “Mire, cuando uno vuela bajo, hay menos amenaza. La amenaza es cuando uno empuja hacia arriba, hace la vuelta del vuelo, hasta que uno vuelve a volar bajo”. Insistió: “¿Cuánto tiempo?”. Más o menos un minuto, respondí. Y ahí me dijo una frase inolvidable: “Les doy mi autorizacion de ir a este operativo, con una condición: que no hacen una segunda vuelta sobre el blanco”. Y ahí entendí de dónde había venido aquel 270. ¿Y qué tiene que ver con lo que estábamos hablando? Que uno, como combatiente, va al frente de una formación. Uno comprende el rol que tiene que desempeñar, y eso está bien, excelente.  El Primer Ministro quería hacer ese operativo no menos que yo, pero también pensó en las alternativas, en que uno o dos aviones sean alcanzados por un misil y él tenga de repente entre 1 y 4 pilotos y copilotos en manos de Hizbala en Yanta.

P: ¿El sabía lo que usted había hecho la vez anterior?

R: No, no sabía. Pero yo entendí que hay una gran diferencia entre el ángulo del combatiente y comandante que quiere hacer las cosas y el del estadista que al final tiene la responsabilidad de todo lo que debe dirigir. Y una cosa quiero aclarar: si yo hubiera sabido que la orden había llegado del propio Primer Ministro, no habría aprobado hacer el 270. Pensé que era un invento de mi superior directo. Y todo se conecta. En la esfera política hay una mirada que el rango militar no conoce. Puede ser por opciones diplomáticas, o cualquier otra herramienta, que el militar no sabe. Y está bien, son electos democráticamente, y así debe ser.

Operativos y moral

P: Más allá de este aspecto tan importante que usted ha destacado, volviendo a la pregunta original…¿estoy en lo cierto si digo que también Tzahal mismo no tiene un encare de salir a la guerra rápidamente?

R: La actitud general es muy firme, llevar a cabo un operativo si es necesario, pero siempre con cabeza abierta para captar y ver cosas que pueden ir surgiendo. No tengo ninguna duda que Tzahal es un ejército de alto nivel moral. Es muy importante para Tzahal evitar dañar a no involucrados. Es una cuestión de educación.

P: Cuando usted estaba al frente de la Fuerza Aérea,desarrollaron técnicas destinadas precisamente a minimizar ese riesgo en el marco de la lucha anti-terrorista.

R: Exactamente . Yo no creo que el terrorismo pueda derrotarnos militarmente. Nuestra derrota sería si nos llevan a pensar como terroristas. No es legítimo matar civiles no involurados. Y eso es algo que está muy enraizado en nuestra gente. Claro que puede haber algún error, pero se hace el máximo esfuerzo para que eso no suceda y me consta la enorme cantidad de veces que había un operativo en camino y fue cancelado porque a último momento se detectó civiles en el lugar que iba a ser atacado.

P: De todos modos, sabemos que en la lucha contra los terroristas en Gaza han muerto no pocos civiles.

R: No tengo dudas que comparando a Tzahal con cualquier ejército occidental moderno  en países democráticos, no hay precedentes a las cosas que hace Tzahal para minimizar ese riesgo. Debemos recordar que el gran desafío de la lucha contra el terrorismo es que los terroristas operan desde la población civil, mezclándose con ella. Y no tienen reparos en recurrir a cualquier forma de asesinato para dañar a Israel y su pueblo. Y una de las formas que tenemos para lidiar con eso es dar un golpe preventivo, atacar a terroristas que están planeando un ataque ya que si lo neutralizamos a tiempo, evitamos que esa bomba de tiempo estalle.A pesar de que Israel siempre hizo un gran esfuerzo para minimizar el riesgo a los civiles, cuando yo asumí como jefe de la Fuerza Aérea, por cada terrorista que matamos, había en general también un muerto no involucrado, debido a que los terroristas se esconden entre los civiles.  Tomamos la decisión de dedicar un esfuerzo especial a cambiar esa situación, en coordinación constante con las industrias  de seguridad que desarrollaron tecnologías especialmente destinadas a ello. Y logramos llegar a otro número: de 1 a 24….o sea que por cada 24 terroristas muertos, había un no involucrado muerto.

P: ¿Qué significa eso?

R: Que se dedicaron muchos recursos a desarrollar tecnologías que permitan a la Fuerza Aérea mejorar su desempeño operativo  de modo que sea sumamente exacto  y seguro, para poder evitar dañar a no involucrados.

P: ¿Qué se puede detallar al respecto?

R: No puedo decir mucho respecto a algunos aspectos de este esfuerzo, relacionados a la información de Inteligencia en tiempo real, a sistemas de control  y armas de avanzada, pero sí puedo contar sobre un método que desarrollamos. Se llama “tocar a la puerta”. A fin de no matar a civiles que viven en casas donde los terroristas almacenan  cohetes que quieren lanzar hacia Israel, siempre se avisa a la población por las distintas vías de comunicación disponibles, que evacúe porque llegará el ataque para destruir los cohetes.

P: Ha habido cosas increíbles en este sentido, mensajes a los celulares, llamadas de teléfono, panfletos…aunque eso socava en parte el efecto de la sorpresa.

R: Así es. Pero en muchos casos, los terroristas hacían que la gente suba al techo, en lugar de irse e impedía a los civiles evacuar, para complicarnos las cosas, porque saben que no queremos matar civiles. En esos casos, lanzamos un pequeño proyectil a la punta del techo de la casa en cuestión, para que entiendan que hablamos en serio. Y funcionó: la gente evacuaba el lugar, nosotros podíamos destruir el arsenal que allí se escondía , sin dañar a civiles. Como te decía, llegamos la razón de 1 no involucrado  muerto por cada 24 terroristas. Quisiéramos que fuera 0 por supuesto . Pero no hay otro caso en el mundo de un ejército que combate  terroristas y logra evitar a tal punto el daño a no involucrados. Y a lo que voy es a que no es por azar sino que que tanto los gobernantes como los comandantes, tienen claro que eso es importante.  Pero no por el Tribunal de Justicia de La Haya sino porque entendemos que eso es lo correcto, como país y como pueblo.

P: De todos modos mueren civiles…

R: Cuando uno combate a terroristas que se rodean de mujeres y niños, como encare, como filosofía, por más que uno se esfuerce , a veces puede pasar. No queremos que ocurra ni un caso. Seguro que no es jamás algo intencional.

P: ¿Puede dar fe que fueron cancelados operativos a último momento porque se divisaron civiles cerca de la meta?

R: Por supuesto. El conocido abogado norteamericano Allan Dershowitz vino a Israel en repetidas ocasiones luego de un operativo y le preparé un video en el que se puede ver vuelos a operativos que fueron desviados para no dañar a civiles. Le dije que puede mostrarlo en Harvard. Y que me diga si otro ejército actúa así. Simplemente no hay. Hubo muchos casos en los que el misil lanzado fue desviado de su curso  porque a último momento se vieron civiles en la zona.

 

Amenazado y milagroso

P: Por un lado, Israel tiene una combinación de enorme fortaleza y de integridad moral, y por otro, judíos con el manto de oración, talit, atacados en la Ciudad Vieja de Jerusalem. ¿Cómo ve este complejo mosaico?

 

R: Creo que hay que tomar todo con la proporción debida y que debemos concentrarnos en el cuadro general. Mientras estamos ahora conversando, estamos en medio del mayor milagro en la historia de pueblo judío en generaciones. No es que no haya problemas. Claro que los hay. Pero si uno los compara con lo que pasó antes, con lo que teníamos antes, no hace tanto sino hace sólo unas décadas, no hay punto de comparación. Y no significa que no tenemos que luchar con determinación. Pero son dos situaciones radicalmente diferentes. Está claro que cada vez que se nos muere alguien, es terrible. Cuando los terroristas logran asesinar a alguien, es un horror. Debemos saber lidiar con eso, pero no podemos olvidar nunca que también quienes fueron asesinados, eran socios del mayor milagro del pueblo judío, por generaciones.

P: ¿Cree que siempre viviremos luchando?

R: Creo que lo que tenemos que destacar es que hay que recordar, no olvidar, y confiar solamente en nosotros mismos. Y que a ese concepto hay que agregar algo, una advertencia a los terroristas: que no osen meterse con nosotros. Por lo que vemos en la región, parecería que al menos por un tiempo considerable, Israel debe seguir siendo muy fuerte y capaz de disuadir a quien decida atacarnos. No debemos repetir dos veces el mismo error. Ya lo vivimos. El primer error fue cuando no teníamos nuestro propio Estado.Ahora vemos claramente que de cualquier parte del mundo, cuando hay problemas, nuestros hermanos, hijos de nuestro pueblo, saben que siempre tienen un lugar al que ir, que es suyo. Dondequiera que estén…¿tienen un problema? Vengan a casa.

 

P: Siempre recuerdo una entrevista por radio con el ex ministro de Educación, el Rabino Shai Piron, que dijo: Iom HaZikaron, el Día recordatorio de los caídos, nos recuerda el precio que pagamos por tener un Estado, y Iom HaShoa, el Día recordatorio del Holocausto, nos recuerda el precio de no tenerlo. Y usted hasta lo sabe por la vivencia familiar, por la historia de su padre, sobreviviente de la Shoá.

R: Tal cual. Muy exacto. Cuando la Shoá, no teníamos posibilidades de defendernos, fue la peor catástrofe que podíamos vivir. Ahora, claro que hay un alto precio, pero tenemos un país, que es cada vez más fuerte en todos los ámbitos y es realmente maravilloso.

Un mensaje al mundo judío

P: Para terminar ¿qué mensaje quisiera transmitir a las comunidades judías del exterior, para las que Iom HaZikaron también es un día de tristeza, y para las que Iom Haatzmaut es un día de gran felicidad?

R: Creo que el mensaje más importante de todos es que tenemos, tengo, hermanos y familia, simbólicamente hablando, en Uruguay, en toda Sudamérica, en Estados Unidos, Asia y Europa. Y pueden ser de distintas corrientes, reformistas, conservadores, de Jabad o seculares. Realmente no me importa. No me interesan los matices de cada uno. Son todos mis hermanos. Y no tengo dudas que también ellos lo ven así.Y creo que todos debemos comprender a fondo , vivamos en Israel o no, que nuestro pueblo vivió hace unas décadas una hecatombe y ahora vivimos en medio del mayor milagro del pueblo judío en la historia, el Estado de Israel.

P: Muchísimas gracias Eliezer. Y Jag Atzmaut sameaj. Feliz día de la Independencia.

R: Igualmente. Y gracias a ti.

 

 
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