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| lunes diciembre 23, 2024

Irán: El titiritero detrás de todas las amenazas contra Israel

Las FDI no se apresuran a respirar aliviadas después de cada cohete interceptado o complot terrorista frustrado, sabiendo que vendrán muchos más. Jamenei es la fuente central de poder, y su agenda se está filtrando a los apoderados regionales que hacen el trabajo sucio para él.


En los últimos días, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) manifestaron claramente que aumentó la probabilidad de conflictos en varios frentes.
Irán está utilizando a sus apoderados para extender su influencia y se infiltró con éxito en facciones terroristas palestinas tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, e incluso dentro de las fronteras de Israel.
Reconociendo que alcanzar sus objetivos desde lejos es problemático, Irán está probando sus opciones en las inmediaciones. Las FDI están en alerta constante y no pueden bajar la guardia, a pesar de interceptar cohetes y frustrar ataques terroristas, ya que los funcionarios de seguridad saben que se trata sólo de incidentes aislados en una serie de operaciones cuidadosamente planificadas llevadas a cabo por Irán y sus apoderados, incluidos ataques desde Gaza, Líbano y Siria.
Irán es muy consciente de la actualidad y sigue de cerca dos tendencias críticas que surgieron recientemente. La primera es el alejamiento de Estados Unidos de Oriente Próximo debido a su actual preocupación por la invasión rusa de Ucrania, que dio lugar a la renovación de las relaciones de Irán con Arabia Saudita y al fortalecimiento de sus vínculos con Rusia.
La segunda tendencia es que Israel atraviesa actualmente una importante crisis interna, que está afectando significativamente a su alianza estratégica con Estados Unidos.
Estas tendencias podrían allanar el camino para que Teherán desafíe a Israel y busque represalias por los diversos ataques que se produjeron en Siria e Irán, según informes de la prensa internacional.
Entre bastidores, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, es probablemente la fuente central de poder cuya agenda está siendo ejecutada por apoderados regionales. Esto llevó a la formación de una fuerte alianza entre Irán, Hezbollah y las facciones terroristas palestinas.
Sin embargo, los informes sugieren que los cohetes lanzados contra Israel desde Líbano el jueves no estaban coordinados con el secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah. Aunque Nasrallah está sin duda familiarizado con las capacidades de Hamás en el sur de Líbano y no podrían haber establecido una presencia allí sin su permiso y respaldo, los cohetes fueron lanzados sin su consentimiento formal. Cabe señalar que esto no implica que se opusiera a ello, sino simplemente que no fue él quien lo inició.
Por ahora, parece que Hezbollah tiene sus ojos puestos en objetivos estadounidenses, pero se contenta con efímeras rondas de confrontación con Israel. Su objetivo es cambiar el statu quo en la región y erosionar aún más la capacidad de disuasión de Israel construida tras la guerra del Líbano de 2006.
Para Israel, esto pone una serie de acciones necesarias en su lista de prioridades: acelerar la preparación de la fuerza aérea, acelerar la construcción de una barrera fronteriza en el norte, llenar todas las demás lagunas de seguridad e informar al público israelí de lo que se espera si estalla una guerra de este tipo. Aunque se haya repetido docenas de veces, hay que insistir en que una guerra con Hezbollah será completamente diferente de cualquier guerra que Israel haya conocido.
En el frente de Gaza, las facciones terroristas no están interesadas en una nueva escalada. Según las FDI. prefieren incitar al terror en Cisjordania y Jerusalem mientras intentan que los árabes israelíes se suban al carro. El líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, sigue sosteniendo que es mejor rehabilitar la situación económica en la Franja de Gaza y evitar una confrontación similar a la ronda de combates de 2021, de la que Hamás no tendría nada que ganar. En lugar de ello, Sinwar está incitando al terrorismo desde Gaza, una amenaza relativamente manejable para las tropas israelíes.
Sinwar es recordado en Israel como el líder cuyos intentos de infiltrarse en las fronteras de Israel con túneles fueron frustrados por una barrera fronteriza subterránea, y cuyas amenazas de misiles fueron frustradas por el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro. El único talón de Aquiles israelí que tiene son los terroristas que activa en Cisjordania, que se cobraron la vida de 18 civiles y soldados en los últimos dos meses y medio. A modo de comparación, en 2022 la cifra era de 32.
Estos números no habían sido tan altos desde la Segunda Intifada.

Fuerzas de seguridad trabajan en el lugar del atentado.

Fuerzas de seguridad trabajan en el lugar del atentado en Tel Aviv durante el viernes pasado.
(Shaul Golan)
Esta es la secuela de la incitación beligerante y de la abundancia de armas que adquirieron los terroristas, la mayoría de los cuales no tienen antecedentes penales ni pertenecen a ninguna organización terrorista. En tal caso, es muy difícil para las FDI y el Shin Bet identificarlos.
A la luz de los preocupantes acontecimientos, las fuerzas de defensa se ven obligadas a replantearse dónde y cómo despliegan sus tropas. Aunque se lanzaron más de 50 cohetes desde Gaza y 40 desde el Líbano, no hubo víctimas en ataques con cohetes desde 2021. Aunque la Cúpula de Hierro no sea infalible, es sin duda una herramienta defensiva eficaz. En consecuencia, tal vez los recursos de las FDI deberían concentrarse en Cisjordania, a lo largo del muro de separación, y en Jerusalem.
Es importante aclarar a la opinión pública israelí que el lanzamiento de cohetes es una violación de la soberanía de Israel, pero los rifles AK47, los cuchillos y los ataques terroristas con embestidas son mucho más peligrosos.
Además, todas las miradas están puestas en el Monte del Templo durante esta época del año, y en general. Por tanto, aunque las fuerzas de seguridad tranquilicen a los israelíes diciéndoles que pueden seguir con sus asuntos poco después de que Israel haya sido atacado desde múltiples frentes, eso no significa que la delicada situación de Jerusalem no vaya a desencadenar más violencia. Todos los actores implicados intentan agitar el Monte del Templo, y el Ramadán lo hace todo más inflamable. Este fin de semana fue relativamente tranquilo en el lugar sagrado, incluso teniendo en cuenta los violentos enfrentamientos entre la policía israelí y jóvenes palestinos que lanzaban piedras y fuegos artificiales, muchos de los cuales fueron detenidos.

La Cúpula de Hierro intercepta cohetes sobre Ashkelon el viernes temprano.

La Cúpula de Hierro intercepta cohetes sobre Ashkelon el viernes temprano.
(Reuters)
Lo que tiene en vilo a todo el mundo es saber si se reavivarán los enfrentamientos y si se permitirá a los judíos subir al Monte del Templo, como es costumbre durante la Pascua judía. La policía recomendó, en una reunión celebrada el sábado, que se suspendieran temporalmente las visitas de judíos en los últimos días del Ramadán. La decisión final la tomará Benjamin Netanyahu, que es muy consciente de las críticas que le lloverán de sus socios de coalición si se imponen restricciones a los judíos.
Estamos en medio de unos días muy delicados, que exigen que todo el mundo esté en alerta adicional y actúe con responsabilidad, aunque pedir eso a algunos de los miembros del gobierno de Netanyahu, es poco realista.
En una reunión del gabinete de seguridad celebrada la semana pasada, algunos de los ministros no acudieron preparados y no eran plenamente conscientes de las amenazas actuales a las que se enfrentaba Israel. En lugar de dedicar un tiempo precioso a elaborar una respuesta de seguridad, se centraron en la revisión judicial. Esta información está validada y es fuente de verdadera preocupación.
 
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