Hay un antiguo proverbio judío que dice: “En cada gota de agua, hay una historia de vida”. Este sentimiento cobró vida cuando una delegación de expertos en agua israelíes realizó una visita muy esperada a Sudáfrica. Su misión: ayudar a abordar los apremiantes desafíos hídricos de la región compartiendo sus conocimientos, experiencia y tecnología líder mundial en la gestión del agua.
Sudáfrica ha estado lidiando con importantes problemas de agua, desde fallas en la infraestructura hasta escasez de agua e incluso brotes de enfermedades transmitidas por el agua. Estos problemas han dejado la necesidad básica de agua limpia y accesible en un estado precario. Pero, donde otros ven un problema, Israel ve una oportunidad de ofrecer ayuda y experiencia.
Después de todo, el Estado de Israel se ha enfrentado a su propia cuota de desafíos relacionados con el agua y se ha convertido con éxito en un líder mundial en tecnología del agua, generando un 20 % más de agua de la que necesita y reciclando más del 90 % de sus aguas residuales.
Los expertos en agua israelíes, incluido el director de la Autoridad del Agua de Israel, Yehezkel Lifshitz, y Yehonatan Bar-Yosef, gerente de proyectos de Gestión de Calidad del Agua y Ecología en KKL-JNF, aprovecharon esta oportunidad para compartir sus conocimientos en un seminario en Tshwane. La visita, coordinada por varias organizaciones sudafricanas e israelíes, marca un paso prometedor hacia el fomento de soluciones sostenibles y un futuro próspero para Sudáfrica.
Michael Kransdorf, presidente de JNF-SA, señaló que esta interacción subrayó la necesidad de fortalecer los lazos entre Sudáfrica e Israel. Hasta la fecha, la tecnología y la innovación israelíes ya han brindado acceso a agua limpia a más de medio millón de sudafricanos.
Los expertos israelíes no dejaron piedra sin remover al compartir su enfoque sobre la gestión del agua. Lifshitz se refirió al modelo de gobernanza del agua de Israel, centrándose en la sólida cooperación entre los departamentos gubernamentales y entre las partes interesadas como clave para el éxito.
Aunque la relación entre Tshwane y Jerusalem ha sido tibia en los últimos años, la respuesta de los partidos de oposición y funcionarios municipales a la delegación israelí fue entusiasta, reconociendo los beneficios invaluables que la experiencia israelí podría brindar a sus comunidades.
Bar-Yosef enfatizó el inmenso potencial de colaboración. “Recibimos una cálida bienvenida y hospitalidad”, dijo. “A la princesa de la nación zulú le gustaría enviar delegaciones a Israel. Es importante compartir habilidades”.
El embajador de Israel en Sudáfrica, Eliav Belotsercovsky, se hizo eco de este sentimiento y afirmó: “Israel es un líder mundial en la gestión del agua. Encontrar formas de cooperar con Israel ayudará a Sudáfrica a crear un futuro mejor para las comunidades que sufren las consecuencias de la escasez de agua. Hay tremendas oportunidades aquí”.
Al compartir su experiencia, Israel no solo brinda asistencia técnica; está compartiendo un testamento de resiliencia, innovación y perseverancia, valores centrales del espíritu israelí. A través de su ejemplo, Israel continúa afirmando su compromiso de ayudar a las naciones de todo el mundo.
Entonces, mientras reflexionamos sobre este momento de cooperación internacional, también celebramos al Estado de Israel. Un estado que no solo ha convertido su propia tierra árida en un floreciente oasis, sino que también está compartiendo su conocimiento ganado con tanto esfuerzo para saciar la sed del mundo. Este, de hecho, es el verdadero espíritu de Israel: una pequeña nación con un gran corazón, que trabaja continuamente para hacer del mundo un lugar mejor.
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