Los israelíes se apresuraban a encontrar una manera de volar desde Estados Unidos de regreso a casa para unirse a la lucha contra Hamas a pesar de que las aerolíneas cancelaron sus vuelos programados.
Noy Leyb, abrió un grupo de WhatsApp para ayudar a los reservistas de las FDI de todo el mundo a encontrar el camino a casa. Él mismo consiguió subir a un vuelo de El Al durante la noche, pagando 2.500 dólares, un precio excepcionalmente alto. «Mi padre me dijo que estaba loco por venir, pero no tengo ninguna duda», dijo. «Soy sionista y no hay manera de que mis amigos estén allí y yo no, sin importar el costo financiero».
Es un reservista de los paracaidistas nacido en Canadá y un emprendedor tecnológico que fundó su propia empresa en Nueva York. Llegó solo a Israel para servir en el ejército y su familia lo siguió y se estableció en el norte. Su hermano, que vive en Tel Aviv, ya se había incorporado a su unidad.
«No he dormido», dice. «Sigo preguntándome qué estoy haciendo aquí. Veo fotos de amigos preparándose y pidiendo que los lleven a su base y me estoy volviendo loco. Hice un millón de llamadas y compré un boleto en United Airlines, pero ese vuelo fue cancelado. Luego encontré uno en Delta y ese vuelo también fue cancelado».
Leyb finalmente encontró un asiento en el vuelo de El Al a Tel Aviv. «Pagué un precio increíble, pero ese no es el problema», afirma. «La gente está tratando de encontrar alguna forma de regresar».
Noy Leyb, Yotam Avrahami
Yotam Avrahami, un hombre de negocios de Nueva York, dijo que le tomó 10 minutos decidir que debía regresar y unirse a la lucha. «Crecí a 50 minutos de Gaza. Tengo una esposa, una niña de siete meses, una operación completa y clientes, pero los estoy dejando a todos a un lado para regresar», dijo.
Avrahami es reservista del Cuerpo Blindado y pasó horas buscando un vuelo más temprano que el disponible más tarde el domingo. «Es demasiado tarde», dice. «Mi equipo está allí y tengo amigos que son oficiales y necesitan gente.
«La comunidad israelí en Nueva York se organizó rápidamente, haciendo arreglos para recibir a los israelíes atrapados en la ciudad debido a cancelaciones de vuelos. Organizaron una reunión para ofrecer apoyo en el centro judío de Manhattan a las personas que quieren estar juntas y apoyarse mutuamente.
El consulado israelí abrió una sala de guerra para ayudar en la burocracia consular y organizar voluntarios para publicar en las redes sociales. Las organizaciones judías de todo el país se apresuraron a condenar el ataque de Hamás y proyectar un frente unido, lo que se ha convertido en una rareza recientemente. Organizaciones de izquierda como J-Street dijeron que apoyan a Israel y están consternadas por los acontecimientos.
Eviatar Shamsayev, un profesor de 35 años originario de Jerusalén, dice que tiene amigos entre los desaparecidos. Dijo que otros profesores de su escuela de Manhattan lo inspiraron a regresar a Israel. «Esto nos recordó cómo reaccionó la gente cuando estalló la guerra de Yom Kippur en 1973. Entonces también la gente hizo todo lo que pudo para regresar», dice.
«Somos un grupo de 50 personas que no hemos estado en las reservas durante años porque hemos estado viviendo en el extranjero, pero ahora todos se ofrecerán como voluntarios para el servicio. Esta es una lucha para proteger nuestro hogar. Me hierve la sangre. Mi hermana tiene «Me ha estado llamando desde su refugio, llorando».
Dice que se abrió un grupo de WhatsApp para aquellos que no pueden salir pero quieren ayudar enviando paquetes o dinero. «Hemos tenido una respuesta enorme. Ahora no hay liberales versus conservadores. Todos están unidos en apoyo a Israel. La ecuación ha cambiado», dice.
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