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| jueves noviembre 21, 2024

Funcionario de Hamás en sitio web de Al-Jazeera: “El 7 de octubre fue un modelo reducido de la guerra final de liberación de Palestina

Los palestinos han demostrado ‘con sangre y muertos’ que su única opción es resistir hasta lograr la liberación y el retorno; No habrá seguridad ni estabilidad en la región ni más allá hasta que los palestinos reciban sus auténticos derechos”


El 16 de enero de 2024, 100 días después del ataque terrorista del 7 de octubre de Hamás, Bassem Na’im, miembro del buró político de Hamás y ex ministro de Salud del gobierno de Hamás, publicó un artículo en el sitio web Al-Jazeera, en el que afirmaba que «la heroica operación llevada a cabo por la resistencia el 7 de octubre fue un punto de inflexión que moldeará el futuro de la causa palestina a nivel nacional, regional e internacional”. En el artículo, que también fue publicado en el diario palestino Al-Quds, Na’im aseveró que el ataque del 7 de octubre fue un «modelo reducido de la guerra final de liberación y la desaparición de la ocupación sionista», y que mostró al pueblo palestino que la derrota de Israel, la liberación de Palestina y el regreso de los refugiados son un escenario totalmente factible. El ataque, agregó, también demostró que la resistencia es la única opción para el pueblo palestino, que necesita un nuevo liderazgo que no sea parte de «la desastrosa experiencia» de los Acuerdos de Oslo.

Na’im afirmó además que el 7 de octubre también produjo logros a nivel regional e internacional, incluida la neutralización del «catastrófico» plan de normalización entre Arabia Saudita e Israel, la sensibilización mundial sobre la causa palestina y la exposición de Israel como «un monstruo despiadado y asesino». Además, muchos países se han dado cuenta de que nadie en la región o fuera de ella disfrutará de seguridad a menos que se resuelva el conflicto y se concedan a los palestinos sus auténticos derechos, dijo.

El funcionario de Hamás concluyó afirmando que el ataque del 7 de octubre brindó a la nación árabe e islámica una oportunidad estratégica para presentar al mundo un modelo diferente de gestión de los asuntos globales, como alternativa a los fracasos occidentales, y que ahora que el orden mundial unipolar ha dado paso a uno multipolar, el Sur Global[1] puede ocupar el lugar que le corresponde en el escenario mundial.

Bassem Na’im (Imagen: Felesteen.news)

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[2]

El 7 de octubre demostró que el escenario de la derrota de Israel es completamente factible y que el liderazgo que nos dio los Acuerdos de Oslo ya no es legítimo

“Cien días después de la heroica operación de resistencia del 7 de octubre y [el inicio de] la agresión fascista sionista contra nuestro pueblo palestino… la pregunta principal es: después de cien días de guerra, ¿qué sigue? Todavía estamos en medio de una guerra cruel en todos los niveles, y tal vez sea demasiado pronto para sacar conclusiones, pero todos los signos indican una cosa: que la situación después del 7 de octubre no será la misma que antes del 7 de octubre, en términos de la condición estratégica de la lucha de nuestro pueblo palestino y su justa causa, ya sea a nivel nacional, regional o internacional, o en términos del enemigo y su futuro.”

“A nivel nacional, nuestro pueblo se ha recuperado en lo referente a su lucha nacional y su creencia en su capacidad para superar la degradante realidad [de los Acuerdos] de Oslo y sus desastrosas consecuencias. Lo más importante es que el escenario de liberación [de Palestina], volver [a ello], derrotar al enemigo y desmantelar su empresa se ha vuelto factible, incluso completamente factible. El 7 de octubre fue un modelo reducido de la guerra final de liberación y la desaparición de la ocupación sionista.”

“En este contexto, el 7 de octubre marca el límite entre dos etapas para el liderazgo de la empresa nacional palestina. Desde el 7 de octubre, no es aceptable para los miembros y la ideología principal del liderazgo [de la Autoridad Palestina] – cuyo plan político ha descaradamente fracasó y nos dejó con problemas y catástrofes nacionales – continuar liderando la arena [palestina] y reclamando legitimidad, como si [este liderazgo] fuera un decreto del destino del que los palestinos no pueden escapar. Creo que nuestro pueblo palestino en todas partes, y especialmente en Gaza, han expresado su opinión con firmeza y claridad, y han confirmado con sangre y muertos que su única opción es [librar] la resistencia hasta que [se logre la liberación y el retorno]…”

«Por lo tanto, debemos iniciar una nueva etapa en nuestras relaciones nacionales, basada en los resultados de la guerra, y reconstruir el ámbito interno palestino sobre la base de los valores y ecuaciones establecidos por esta guerra. La medida más importante en este contexto es construir las instituciones políticas palestinas y dar forma a la empresa nacional palestina para reflejar los cambios que han ocurrido en las últimas décadas y representar fielmente las aspiraciones, expectativas, sacrificios y experiencia política de nuestro pueblo, especialmente su desastrosa experiencia con [los Acuerdos de] Oslo.

A nivel regional, el resultado más importante de la guerra fue neutralizar el desastroso plan de normalización

«A nivel regional, la guerra de la Inundación de Al-Aqsa tiene resultados esenciales y estratégicos, el más importante de los cuales puede ser la neutralización del desastroso plan de normalización que seguramente resultaría en la eliminación de la causa palestina. [La guerra] también disipó los engaños de todos aquellos que pensaban que podían pedirle a la entidad [sionista] que los ayudara o los defendiera, [al] demostrar que [esta entidad] es demasiado frágil y débil para [incluso] defenderse a sí misma. Esta guerra construyó altos muros de sangre y cadáveres entre esta región y su gente, por un lado, y la entidad [sionista] y la posibilidad de su integración en la región, por el otro, incluso si alguien pudiera hacer otro intento [de integrarla].”

«También a nivel regional, esta bendita ronda [de lucha] ha reavivado en los corazones de los pueblos… la gran esperanza de que es posible liberar [Palestina], regresar [a ella] y restaurar los lugares santos en el seno de la nación [islámica]… Otro punto en el contexto regional es que Gaza ha presentado un modelo extraordinario de iniciativa y acción, e incluso de lograr lo imposible, a pesar de los desafíos y obstáculos. [La gente de la región dice ahora]: Si la sitiada Gaza puede hacer esto, ¿por qué no deberíamos nosotros, en toda la gran patria [árabe], hacer lo mismo y emular esta experiencia? Esta gloriosa guerra en Palestina sin duda tendrá un profundo impacto en la forma en que los pueblos [de la región] se ven a sí mismos y a su capacidad para actuar y lograr cambios, después de que la resistencia [Hamás], sus hombres y sus acciones se hayan convertido en emblemas para cada parte de la nación, independientemente de su orientación política y ubicación geográfica. La nación islámica está ahora buscando formas de convertirse en un socio directo en esta guerra de independencia, en lugar de ser simplemente un partidario pasivo. Lamentablemente, la actuación de los regímenes oficiales [árabe e islámico] en este conflicto mortal y cruel no refleja ni remotamente los sentimientos y expectativas de la nación [islámica] y sus pueblos, ni la responsabilidad histórica [de estos regímenes] hacia la causa central [de los árabes], la causa palestina.”

“A nivel internacional, el avance ha sido grande y estratégico… En primer lugar, la causa palestina – después de los intentos de los sionistas y sus aliados de eliminarla y enterrarla – se ha convertido en la causa de millones de personas en todo el mundo… Millones de personas en todo el mundo descubrieron que fueron engañados respecto de la narrativa del conflicto. El mito sionista se derrumbó con un estruendo sonoro y el mundo entero fue testigo directo del verdadero carácter de su empresa racista y fascista. Contrariamente a su afirmación de que representa la Occidente y sus valores de libertad, democracia y derechos humanos, [ha sido expuesto como] un monstruo despiadado y asesino que, durante décadas, actuó como víctima mientras saqueaba [los recursos de] la humanidad, bajo diversas formas…”

“A nivel internacional oficial, la guerra aún se encuentra en sus etapas iniciales, especialmente desde que quienes establecieron esta repugnante empresa [sionista], la construyeron y la sostuvieron durante décadas – como parte de los intereses compartidos del movimiento sionista y las fuerzas imperialistas – acudieron a su rescate cuando sintieron que estaba a punto de derrumbarse bajo los golpes de la resistencia y no podían responder a la amenaza estratégica que enfrentaba. Sin embargo, es posible al menos discernir algunos cambios importantes en este contexto, ya que muchos países se han dado cuenta de que no pueden borrar la causa palestina y eludir al pueblo palestino, y que nadie disfrutará de seguridad, ni en esta región ni más allá, sin resolver este conflicto y hacer realidad los auténticos derechos de los palestinos.”

«En cuanto al enemigo y su entidad, esta bendita guerra… ha profundizado el estado de cisma que experimentó en los últimos años en los niveles político, social e ideológico… Más importante aún, este golpe estratégico ha causado que el público [israelí] pierda fe en su liderazgo político, militar y de seguridad y en su capacidad para liderar el país y brindar seguridad y protección a los ciudadanos…”

Somos testigos del declive del orden mundial unipolar y del surgimiento de uno unipolar, en el que el Sur Global ocupará el lugar que le corresponde

«En este contexto, es pertinente mencionar la posición de la resistencia en la etapa actual, tal como se expresó a los [diversos] países y mediadores: [Nuestros] principales objetivos son [lograr] un cese inmediato y completo de la agresión, la retirada de las fuerzas de ocupación de toda la Franja de Gaza y [la provisión de] ayuda humanitaria a nuestro pueblo para poner fin al desastre humanitario causado por la agresión. Cualquier propuesta o plan que no logre estos objetivos, de inmediato y como resultado preliminar, no será aceptada y no tendrá éxito.”

«Posteriormente, puede comenzar un proceso de mediano y largo plazo sobre el terreno y [en el nivel] político, que puede iniciarse con un acuerdo de intercambio de prisioneros y continuar con el levantamiento del asedio y la reconstrucción de lo que la ocupación ha destruido, así como una reorganización del [escenario] interno palestino con nuevas bases que restablezcan la imagen de la auténtica empresa nacional. En última instancia, [esta etapa puede incluso implicar] un proceso político que traerá la eliminación de la ocupación sionista, la realización del derecho de los palestinos a la autodeterminación, el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital y el regreso de los refugiados de conformidad con las resoluciones internacionales pertinentes.”

“La Operación Inundación de Al-Aqsa proporcionó un momento inusual y una oportunidad estratégica, no sólo para nuestro pueblo [palestino] sino para nuestra nación árabe e islámica, para recuperarse, tomar las riendas de la iniciativa cultural y presentar un nuevo modelo para manejar todos los problemas humanos después de que Occidente, sus dirigentes y sus mecanismos no hayan logrado proteger a la humanidad del fascismo y el racismo y sus desastrosas consecuencias. Ésta es una oportunidad que no debemos perder, porque si lo hacemos, es posible que tengamos que esperar décadas, Dios no lo quiera, antes de que llegue otro momento como éste.”

«Debemos convertir esta guerra en un nuevo trampolín para nuestro pueblo y su justa causa, y para nuestra nación y su futuro, a la luz de los grandes cambios internacionales que estamos presenciando y el declive del orden [mundial] unipolar en favor de uno multipolar… [En este nuevo orden mundial] el Sur Global, del cual somos parte, dará un paso adelante para ocupar el lugar que corresponde a sus pueblos después de siglos de imperialismo, esclavitud, exclusión y saqueo de sus recursos».

 

[1] Sur Global versus Norte Global es una forma de agrupar países según sus características socioeconómicas y políticas. Corresponde aproximadamente a la distinción entre los países desarrollados y en desarrollo, con los países del Sur Global caracterizados por ingresos y niveles de vida más bajos y una libertad política y económica más limitada.

[2] Aljazeera.net, 16 de enero de 2024.

 
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